La serpiente se ha convertido en un símbolo representativo de las distintas civilizaciones, por lo que ha desempeñado un papel protagónico en la mitología de las antiguas culturas.
Un significativo número de civilizaciones antiguas remontan su ascendencia a seres identificados como dragones o serpientes. En la mayoría de los casos son los que aportaron los conocimientos a la humanidad y frecuentemente son descritos como los dioses que los crearon. En la antigüedad se referían a estos seres como dioses que podían trasladarse libremente por los cielos en sus «carros de fuego» o «barcos celestiales.» También se hacían alusiones a una «morada divina» y estos seres descendían a menudo para intervenir en los asuntos de los humanos.
La serpiente más famosa en la cultura occidental ha sido la del Jardín del Edén en el contexto bíblico, que fue el causante de que Adán y Eva, los primeros habitantes de la tierra, comieran del fruto prohibido y como consecuencia se concediera el pecado original, el cual privó a la humanidad de los privilegios celestiales y le trajo enfermedad.
En la Biblia existen muchas referencias sobre la serpiente, pero la mayoría de ellas son negativas y son asociadas con maldad, engaño, peligro, vergüenza, tentación, bajeza y pecado, características propias del diablo. Sin embargo, hay otros casos que reivindica al animal y se le da un significado de redención.
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Como consecuencia de la evolución, la serpiente es un animal completamente diferente a las demás especies. El hecho carecer de extremidades y trasladarse de manera muy particular por el suelo, llevó a que en la tradición judeocristiana se considerara a este reptil opuesto al bien. Una de las representaciones más elocuentes es la estatua de la virgen pisando una serpiente que simboliza el mal.
Dejando de lado la influencia de la religión judeocristiana, al igual que en el islam porque la serpiente tampoco ocupa un lugar privilegiado, en otras culturas existe una percepción muy diferente sobre este animal. En las religiones asiáticas, las serpientes son vistas como animales muy antiguos dedicados al cuidado de sus dioses. Ejemplo de ello es la cobra que cubre a Buda para protegerlo de la lluvia mientras está meditando.
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En el hinduismo, la serpiente, y en especial la cobra, es tan importante y sagrada que hay templos dedicados a ellas. Incluso, es común que la gente que vive en contacto cercano con las serpientes, las que capturan desde pequeñas y las crían como mascotas. Según una antigua leyenda del hinduismo, una cobra le salvó la vida al dios Brahma, al que protegió de los fuertes rayos de sol con su cabeza.
Los dioses serpiente también están presentes en la mitología griega. Los relatos mencionan a Ofión, que reinó sobre el mundo junto con Eurínome antes de ser derrocados ambos por Cronos y Rea.
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En la cultura egipcia la serpiente también adquirió un lugar privilegiado y en su mitología se destaca Renenutet, diosa cobra que simbolizaba la fertilidad, alimentación y cosecha, además de ser la guardiana del faraón.
En Australia, los aborígenes ngalyod consideran que la ‘serpiente del arco iris’ llamada Almudj, creó los pozos de agua para permitir la vida de animales y plantas después de que Warramurugundji, la mujer primigenia, trajera en el Tiempo de la Creación las plantas. Según las creencias, Almudi sólo puede ser vista por brujos.
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En los diferentes pueblos indígenas americanos, la serpiente puede representar el bien o el mal. Pero en general, se la concibe como un animal benefactor y medicinal al que le rezan para pedirle sabiduría y por la sanación de las personas enfermas.
Los Incas veían en la serpiente la representación de lo infinito o el mundo de los muertos: cuando una persona muere deja el plano terrenal y pasa a otra dimensión. Sin embargo, para esta cultura, el encontrarse de forma repentina una serpiente es sinónimo de mala suerte o el presagio de la muerte de alguien o algún problema en la agricultura.
Los símbolos de serpientes en la América precolombina son comunes. Hay una de ellas es la serpiente de dos cabezas, que en México está relacionada con la serpiente emplumada, conocida por los españoles en el siglo XVI a través de los Aztecas.
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Pueblos Indoeuropeos: Sumeria y Mesopotamia
En la mitología sumeria, Ishtar, la diosa del amor, de la guerra y la fecundidad, estaba cubierta con escamas como una serpiente. Las serpientes también estaban presentes en muchos ritos religiosos y eran el principal símbolo de Sabazios, cuyos sacerdotes dejaban caer serpientes doradas desde sus túnicas para simbolizar el dios en su seno.
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En los mitos Asirio-babilónicos Ea o Enki, dios de las aguas, es algunas veces dividido en Lakhmu y Lakhamu, serpientes masculina y femenina de los que nace Anshar (el principio masculino del cielo) y Kishar (el principio femenino de la tierra).
Nidaba, diosa de la escritura, educación, ciencia y del maíz llevaba serpientes subiendo por sus hombros. En el templo de Inanna en Uruk (Mesopotamia) la escritura se hacía en forma de pictogramas; las mujeres eran escribas, poetas, escolares y autoras de textos religiosos.
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Según algunos autores, Mesopotamia era originariamente un matriarcado y que paulatinamente se convirtió en un patriarcado con la emergencia de las ciudades estado. Durante este proceso, las diosas serpiente de la antigüedad se convirtieron en temidas como manifestaciones del poder femenino y del misterio.
Uno de los hallazgos más representativos es el vaso del rey Gudea de Lagash (2000 a. C.) que lleva una ornamentación del dios serpiente Ningishzida (dios del inframundo) manifestado como una pareja de víboras enrolladas en un palo. Ningishzida era el dios del Árbol de la Vida. La imagen tiene una gran importancia ya que se parece mucho al caduceo de la mitología griega como a los chakras de la sushumna en la mitologia hindú.
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En Canaan y Palestina, la serpiente enrollada en un palo fue venerada como dios de la curación y también representaba a la diosa Tierra. A la diosa de los cananitas, Astarté, también se le relaciona con serpientes. Otra diosa serpiente era Kadi, una deidad asirio-babilónica adorada en Der que controlaba la mortalidad, se representaba como una serpiente con senos humanos.
Jörmungandr: la gran serpiente de los nórdicos
En la mitología nórdica, la serpiente de Midgard, Jörmungandr, nació del matrimonio secreto de Loki con la giganta Angrboða. De esta unión también nacieron la diosa Hel y el lobo Fenris. Loki mantuvo en secreto la existencia de sus tres hijos, pero crecieron tanto y tan rápidamente que no pudieron seguir ocultándose en la cueva en la que habían nacido.
Odín vio a los descendientes de Loki y temió su poder. Para librarse de posibles amenazas, otorgó a Hel el dominio sobre Helheim y poder sobre los muertos (a excepción de los escogidos del Valhalla), y arrojó a Jörmungandr al mar. La serpiente creció aún más, hasta rodear Midgard como un Uróboros mordiendo su propia cola.
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Cierto día, Thor y Tyr fueron a visitar al gigante Hymir. Cuando el anfitrión vio a Thor devorar dos enormes bueyes en la cena, se vio en la necesidad de ir a pescar al día siguiente. Thor quiso acompañar a Hymir para ayudarle en la pesca, pero el gigante le pidió que buscara su propia carnada. De este modo, el dios del trueno dio muerte a Himinbrioter, el buey más grande de su anfitrión. Thor cortó la cabeza del buey, la cargó en su embarcación y empezó a remar.
A medida que se fueron adentrando en el mar, el gigante advirtió a Thor que se estaban alejando mucho de su zona habitual de pesca, pero el dios lo ignoró. Hymir señaló que podían estar en peligro si se topaban con la gran Serpiente de Midgard. Thor volvió a ignorarlo y siguió remando hasta que le pareció que ya debía de estar justo por encima de la gigantesca serpiente.
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Thor estaba concentrado en Jörmungandr como objetivo cuando colocó la cabeza del gran buey como cebo en su anzuelo. Mientras el dios del trueno estaba ocupado con su carnada, el gigante pescó dos ballenas que supuso que eran suficientes para el desayuno, y le pidió a Thor volver a tierra firme. Thor lo ignoró y esperó un poco más para ver si Jörmungandr finalmente picaba el anzuelo. El gigante aceptó quedarse a regañadientes y poco después, Thor sintió un fuerte tirón e intentó recoger el sedal haciendo uso de toda su fuerza.
Una terrible tormenta se desencadenó de la nada, y a juzgar por la resistencia de su presa, Thor comprobó que había atrapado a la Serpiente de Midgard. Tras un largo forcejeo, la cabeza de la serpiente asomó en la superficie de las aguas. Thor tomó entonces su martillo y se dispuso a golpear a la serpiente, pero el aterrorizado gigante cortó el sedal para impedir que la barca fuera arrastrada al fondo del mar.
Jörmungandr se sumergió de nuevo en las profundidades marinas, mientras el furioso Thor asestó un golpe a Hymir con su martillo por hacerle perder su presa. El golpe envió al mar al gigante, que no tuvo más remedio que nadar hasta la orilla y esperar a que Thor volviese a la playa con la barca cargada con las dos ballenas. Cuando se reencontraron, ambos tomaron las ballenas y regresaron a casa del gigante para comer.
Los Nagas de la India
Los Nagas son divinidades de la mitología Hindú que aunque son espíritus acuáticos, también aparecen en tierra. Poseen cuerpo de serpiente y torso y/o cabeza humanos. Se les suele representar en parejas, con las colas entrelazadas. Las serpientes, y las cobras en general, tienen un papel muy importante en la mitología India. Algunos mitos dicen que el mundo se apoya sobre las cabezas de serpientes, y que cuando estas se mueven ocurren los terremotos. También se conoce a los Nagas como reyes de las serpientes, y uno de ellos aparece en el Mahabharata, una epopeya escrita en sánscrito. En esta historia aparece nada menos que el Rey de los Nagas, que ayuda a un Rey Indio, en sus aventuras.
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En el Mahabharata, un grupo de «seres celestiales» llega en carro aéreo para atender el banquete de la boda de los reyes arios:
“Los dioses vinieron en carruajes sostenidos por nubes. Vinieron a ver la bella escena: Suparnas con alas, Nagas escamosos. Los brillantes carruajes celestiales navegaron sobre un cielo despejado”.
Uno de los grandes poemas de la India, el Ramayana, es la historia de Sita, la novia de un príncipe llamado Rama, que es secuestrada por Ravana, el Rey serpiente de Ceilán (antiguo nombre de Sri Lanka). Se supone que Rama es el príncipe Utu (Apolo) y que Sita es la princesa Aya (Artemisa). Rama persigue al ejército de Ravana a través de la India con la ayuda de un ejército de monos bajo el mando del rey mono Hanuman. Ravana se retira a su isla donde supuestamente estaría a salvo de la persecución. Pero Hanuman construye un puente de piedras enormes y Sita es rescatada por Rama. A lo largo del relato, Ravana es descrito en términos tales como: «él se alimenta de seres humanos» y «bebe la sangre de sus enemigos».
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Ceilán, la isla del reino de Ravana, fue la fortaleza de los Nagas . Es descrito en fuentes chinas muy antiguas como el hogar de los Nagas. En una de las primeras referencias literarias a Ceilán, cuando negoció con China antes de la ocupación aria de la India, y se la describe como tierra de extrañas criaturas parecidas a reptiles. Debido a sus gemas y especias llegó a ser popular entre los comerciantes chinos. Fa-Hsien, un comerciante peregrino chino, dio a conocer que la isla fue ocupada originalmente por los Nagas o deidades serpiente, con quienes comerciantes de varios países realizaban intercambios. Los Nagas nunca se mostraban a los forasteros. Ellos simplemente publicaban sus productos con etiquetas de precio adheridas a ellas. Los comerciantes depositaban el valor de las compras según el precio y se llevaban los productos.
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Los Dragones Chinos
Aunque en la historia y mitología china los Dioses serpiente se representaban en forma de dragones, no hay ninguna duda de que se trata de los mismos seres que las serpientes aladas con piernas o los Nagas hindúes. China eligió al dragón como el emblema nacional por razones profundas. Según la historia china, los dragones estaban presentes en la creación y compartieron el mundo con la humanidad y se consideró como la representación de la influencia divina en ese país. Al igual que la serpiente occidental, el dragón estuvo ligado al desarrollo del hombre; y era el que le enseñó las actividades esenciales como hacer fuego, tejer las redes para la pesca, y crear música. El dragón chino era insuperable en sabiduría y su poder de conferir bendiciones, como resultado, vino a simbolizar, más que un benefactor de los hombres, al emperador que se creía tenía sangre de dragón.
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En todas las actividades del emperador existían emblemas que simbolizaban su afinidad con el dragón: en su trono, en sus barcos, en sus banderas. En «El Rey Vih», el más antiguo de los libros chinos, describe los días cuando el hombre y el dragón convivieron apaciblemente e incluso tuvieron relaciones sexuales. En el año 212 a.C. el emperador Tsin-Shi-Hwang-Ti, por un período de cuatro años, ordenó la destrucción de todos los libros antiguos y la persecución de los hombres ilustrados. Esta orden llevó a que fueran enterrados vivos 460 sabios. Durante esta supresión del conocimiento antiguo, «El Rey Vih» fue considerado tan sagrado que fue eximido específicamente de su destrucción.
El ritual de la serpiente de los Indios Hopi
Los indios Hopi (Moki) vivían en el altiplano de las Montañas Rocosas en el suroeste de Estados Unidos. La preocupación principal de sus prácticas mágicas y religiosas era solucionar la escasez de agua y controlar las inhóspitas fuerzas de la naturaleza en la región. Los indios decoraban a menudo sus ceramios con imágenes de una casa, que según la cosmología india representa el universo, junto a una serpiente. Pero sus rituales eran escenificaciones como una danza de máscaras que se manifestaba como danza de animales, de culto a los árboles y, finalmente, como danza con serpientes vivas.
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Los motivos más utilizados en la alfarería eran el pájaro y la serpiente, que entre los Hopi era considerado como el símbolo de culto más influyente. La alfarería encontrada con estos motivos aún se seguía fabricando a finales del siglo XIX. La iconografía de la serpiente enroscada y con la cabeza emplumada aparecía inalterada en vasijas recientes como en vasijas prehistóricas. Los recipientes se ubicaban en unos adoratorios subterráneos llamados kiwa en donde la serpiente ocupaba una posición central dentro del culto. En algunos lugares como Oraibi y Walpi, los indios realizaban una danza con serpientes vivas que duraba varios días y en la que se utilizaban serpientes de cascabel.
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En agosto, mes que precedía a las tormentas, se capturaban serpientes de cascabel a las que no se les quitaban sus colmillos venenosos, para realizar una ceremonia que tenía lugar en el desierto durante 16 días. Luego se las trasladaba al kiwa donde los caciques de los clanes del antílope y de la serpiente las guardaban cautelosamente. Allí se les hacía pasar por ceremonias y se trataba a la serpiente como si fuera un iniciado sumergiendo su cabeza a la fuerza en una especie de agua con todo tipo de hierbas medicinales. Luego se las arrojaba sobre un dibujo delineado en la arena y que mostraba a las cuatro serpientes de la tormenta, y en el centro, un cuadrúpedo. En otro kiwa, un segundo dibujo de arena mostraba un cúmulo de nubes del cual emergían cuatro rayos en forma de serpientes de diversos colores, que señalaban a los cuatro puntos cardinales. Arrojada violentamente sobre la primera pintura de arena, la serpiente acababa destruyéndola. El objetivo era obligar a la serpiente a actuar como propiciadora de los rayos y generadora de la lluvia. El último día de la ceremonia eran trasladadas a un arbusto.
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En la parte final de la ceremonia, los indios se acercaban al arbusto, atrapaban a la serpiente viva, la acariciaban un rato y luego la enviaban a la llanura como mensajera de sus plegarias. La serpiente no es sacrificada sino convertida en mensajera y enviada junto a las almas de los muertos para que, en forma de rayo, provoque la tormenta en el cielo. Para ellos está totalmente prohibido comer serpiente.
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El Amaru en los Aimaras
Amaru es el nombre de una deidad representada como una serpiente alada, con ojos cristalinos, hocico rojizo, cabeza de llama, y una cola de pez. Era un símbolo de la sabiduría en la época pre-incaica, motivo por el cual en los hijos de las Casas del Saber (Yachay Wasikuna) se colocaba la imagen de dicho ser.
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El Amaru esta relacionado con la economía del fuego que riegan las tierras agrícolas, simbolizando la vitalidad del fuego que permite la existencia del pueblo aimara. También simbolizaba el agua que discurre por los canales de regadío, ríos y vertientes que hacen posible que las semillas del cultivo se transformen en alimentos. Se dice que en las escamas del Amaru está escrito todo aquello que compone la vida.
Las celebraciones dedicadas a esta deidad se realizan en el mes de agosto durante la limpieza de los canales de irrigación. La adoración de Amaru, Mallku y Pachamama son las formas más antiguas de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad.
En cuanto a la figura de Amaru como “serpiente voladora” (algo similar a las deidades mesoamericanas Kukulkan o Quetzalcoatl) también representa a las exhalaciones o rayos que caen del cielo (considerados como fertilizadores de la tierra); de hecho, el nombre quechua Túpac Amaru significa “encuentro de serpientes” o “lucha de serpientes”.
En Tiwanaku, el principal centro de culto y cultural aimara, se puede observar en un monolito de piedra la figura de Amaru además de la de Mallku.
En Cusco, centro de la cosmovisión andina, el Amaru representa el nexo entre el cielo y la tierra, primero como «Illapa» Rayo que va a la tierra luego como serpiente. Del Hanan Pacha (Mundo Celestial), pasa por el Kay Pacha (Mundo actual) al Ukhu pacha (Mundo Interno o madre Tierra). Su representación fue como una serpiente alada, pasando de un mundo a otro como gran comunicador de los dioses incas.
Las serpientes no siempre han estado vinculadas al mal, como ocurre en el cristianismo. Muy al contrario, estas criaturas eran consideradas a menudo símbolos de poder, equivalentes a dioses, que podían incluso ofrecer su protección a la humanidad.
Bibliografía
Sitios web:
- Los antiguos mitos de los dioses serpiente
https://www.ancient-origins.es/noticias-general-mitos-leyendas/los-antiguos-mitos-los-dioses-serpiente-003603 - Serpientes que escribieron la historia
https://www.xlsemanal.com/conocer/historia/20190609/serpientes-mitos-origen-historia-leyenda.html - La Serpiente en el Mundo Antiguo
https://www2.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/SERPIENTES/BAAA14/SERPIENTE1_baaa14.htm - Los Dioses Serpiente y Dragón en la Mitología, ¿Reflejan una Realidad en las Antiguas Civilizaciones?
https://ecoturismoesoterico2.wordpress.com/2012/01/30/los-dioses-serpiente-y-dragon-en-la-mitologia-reflejan-una-realidad-en-las-antiguas-civilizaciones/ - Las serpientes como deidades
https://sites.google.com/site/snakeshomes/las-serpientes-como-deidades - Híbridos Serpiente: los misteriosos dioses reptiles de la antigüedad
https://www.ufo-spain.com/2019/09/25/hibridos-serpiente-misteriosos-dioses-reptiles-antiguedad/ - Serpientes, protagonistas en la historia del ser humano
https://www.tudiscovery.com/articulo/serpientes-protagonistas-en-la-historia-del-ser-humano - Iconografía y significado de la serpiente en distintas culturas de Oriente y Occidente III
http://patriciapasso.com/2016/04/25/iconografia-y-significado-de-la-serpiente-en-distintas-culturas-de-oriente-y-occidente/
Artículo escrito por Pedro Noguchi, colaborador de CodigoOculto.com
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