Sucedió en 1895 cuando un tal John Uri Lloyd descubrió al mundo Etidorpha. De inmediato el intrigante texto se convirtió en una sensación, siendo su lectura motivo de adoración por aquellos que vieron reflejados tras sus líneas, referencias implícitas sobre misterios ocultos.
Por entonces Lloyd no era desconocido en los Estados Unidos, ya que su nombre se asociaba a la Farmacología, actividad donde parecía destacar como especialista de renombre. Aunque el argumento de Etidorpha giraba en torno a un viaje hacia las profundidades del planeta, al mejor estilo verniano, Lloyd dotó su historia de una profundidad mayor, valiéndolo a su autor popularidad inesperada.
Sin embargo, aquel suceso trajo aparejada cierta controversia, y muchos se preguntaron si Lloyd era un hermano masón revelando secretos de su celosa orden, o si se trataba de un moderno argonauta. Lloyd nunca develó estos misterios, y tras su fallecimiento, la intriga sobre Etidorpha no hizo más que aumentar. Transcurrido un siglo después, los interrogantes aún continúan. Ahondemos en algunas pistas.
Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.
John Uri Lloyd – Biografía del hombre que se aventuró en lo desconocido
“Un profesor de fisiología en la Universidad de Cincinnati que una vez entró en el laboratorio de Lloyd quedó impresionado por la pasión que el hombre exhibió por el método científico. En un homenaje a Lloyd publicado en 1923, el compañero escribió: “¿Es la ciencia una capa para ti que se puede poner y apagar durante las horas de trabajo convenientes? Si es así, John Uri Lloyd no te interesa, porque para él es la vida misma… Él la sigue [la ciencia] como amantes, romance; y los niños, el arco iris. Los alcaloides no son cosas que se conviertan en medicina, sino voces que hablan desde otro mundo”. RJ Smith. John Uri Lloyd: Hasta el Infinito Y Más Allá, 2015.
El hombre que materializó Etidorpha, John Uri Lloyd, nació en West Blommfield, New York, un 19 de abril de 1849. Hijo de Nelson Marvin Lloyd y Sophia Webster, ambos maestros de escuela, quiénes más tarde se convertirían en padres de Nelson Ashley Lloyd y Curtis Gates Lloyd.
Durante su infancia, John Uri Lloyd padeció las burlas de sus compañeros de correría hostigado por su falta de estatura, y voz aflautada. A pesar de estas dificultades el joven Lloyd pronto se sintió atraído por la farmacología, y con tan solo 14 años comenzó sus estudios formales en la materia, desarrollando devoción por la química y física, en una entrega que siempre lo destacaría. A los 24 años obtiene la licencia para trabajar como farmaceútico.
El genial John Uri Lloyd quién con Etitorpha se arriesgó a ir más allá de los límites científicos. Cortesía: kookscience.com
Tiempo antes, John Uri Lloyd se sintió atraído por el movimiento ecléctico, que abogaba por el uso de medicina natural en los tratamientos corrientes, considerados menos agresivos que los preparados químicos, como, por ejemplo, el cloruro de mercurio, y estricnina. Esta creencia alentó nuevos ideales en su mente, luego materializada en Lloyd Brother, un emprendimiento junto a sus hermanos, que desde 1876 empezó a funcionar. Serían años dominados por la investigación en la botánica. Lloyd también destacaría luego como genial inventor, legando una lista interminable de patentes médicas.
Etidorpha que tras su publicación en 1885 se convirtió en un suceso inesperado que sorprendió a su autor, John Uri Lloyd.
Pero donde más descolló John Uri Lloyd, es la escritura de artículos científicos, alcanzando una producción de cinco mil escritos, 14 libros, y varios tratados. Su incursión en ámbito académico educacional le valió un rápido reconocimiento, como un maestro temible e implacable, aunque admirado por sus alumnos, y cuya cátedra siempre era muy requerida. En paralelo a todas estas actividades, la mente de Lloyd nunca descansaba, y se había convertido un lector voraz, que llegaría a ser dueño de una descomunal biblioteca personal, acerbo calculado en 250.000 volúmenes. Ante tanto saber reunido no resulta extraño Lloyd haya tenido acceso a todo tipo de material, como libros de alquimia, espiritualidad, y rarezas varias. Aunque Lloyd parecía disfrutar de una tranquila vida, enigmáticos pensamientos parecían perturbarlo. A su manera, había comenzado por plantar resistencia hacia el celoso método científico, tras su adhesión, como ya se mencionó, al movimiento eclético, donde se intentaba tratar a los pacientes desde una perspectiva más holística.
Pero Lloyd ansiaba reconocimiento entre sus pares, y no quería ser etiquetado como un extraño. Tal situación lo enfurecía, como bien se relata en John Uri Lloyd: Hasta el Infinito y Más Allá (2015), escrito por JR Smith:
“Como su nombre lo indica, el eclecticismo fue un movimiento que cubría mucho terreno, y bajo su égida se podían encontrar tanto curanderos fraudulentos como hombres de ciencia heterosexuales como Lloyd. Los eclécticos se enfrentaron a Big Pharma mucho antes de que fuera genial o muy grande. Y por esa razón, junto con su incapacidad para llegar a estándares y prácticas aceptados, el eclecticismo fue atacado por las principales instituciones médicas. Algunos eclécticos disfrutaban de su condición de extraños, pero no Lloyd, quien una vez le confió a un amigo farmacéutico que había recibido casi toda una vida de ‘indiferencia’ por parte de hombres de ciencia y aprendizaje”.
Tal vez como una manera de exorcizar estas preocupaciones, es que John Uri Lloyd va a dar un salto arriesgado a sabiendas su reputación podría resentirse, pero la tentación es más fuerte. Internamente, Lloyd busca otras audiencias, menos dogmáticas, y a quiénes piensa ofrecer una historia enmascarada tras la narrativa fantástica, con el objetivo de transmitir un mensaje muy especial. Veamos.
Etidorpha – Asombrosa historia de un viaje notable
“Cuando Etidorhpa se publicó por primera vez, en 1895, sorprendió a quienes lo conocían mejor. “De hecho, la introducción repentina de este lado de su estudio ha asombrado a sus amigos más íntimos”, señaló una revista médica. ¿Cómo podría no ser así? La historia comienza en el presente de entonces, con Lloyd creciendo portentosamente en su biblioteca privada, respirando profundamente el polvo y los libros que lo rodean. Su estado de ánimo es melancólico. “Me siento en una biblioteca tan extraña y medito”, escribe. “Las sombras de sombríos autores me susurran al oído, las formas esqueléticas se oponen a las mías y los fantasmas se apoderan de los lúgubres rincones de la biblioteca que estoy construyendo”. “. RJ Smith. John Uri Lloyd: Hasta el Infinito Y Más Allá, 2015.
Todo inició con un par de folletos que el propio John Uri Lloyd repartiera entre sus conocidos, anunciado la publicación de un próximo libro, sin especificar demasiado. Cuando todo su círculo se encontraba intrigado, se lanzó el rumor Lloyd no iba a responder preguntas sobre su contenido. El anzuelo dio resultado, y de pronto Lloyd se encontró con 1200 suscritores ávidos por ser los primeros en hacerse con el misterioso ejemplar.
Quienes apostaron por Lloyd se vieron recompensados con la entrega de un hermoso paquete, donde su interior se encontraba Etidorpha. Todo este esfuerzo fue costeado por Lloyd, quién trató de mantener su publicación dentro de un reducido grupo selecto, evitando cualquier promoción que pudiera poner en aprieto su prestigioso trabajo académico.
Sin embargo, en poco tiempo Etidorpha evadió su encierro dorado, transformado en un codiciado éxito de ventas, sorprendiendo al propio Lloyd. Para sus amistades aquel libro supuso también una sorpresa, ignorando desde 1880 Lloyd venía trabajando en su redacción, aunque manteniendo estricto secreto. Casi nadie tampoco sabía, Lloyd mostraba una salvaje curiosidad por conocimientos como la alquimia, ocultismo y espiritualismo.
El reputado farmacéutico, estaba convencido en todo ser humano se albergaban poderes ignorados por la ciencia, uno de ellos la telepatía, tal como lo expresa en Etidorpha:
“Habrá un desarrollo inconsciente de nuevas fuerzas mentales en el estudiante de la naturaleza a medida que se elaboren los rudimentos de estas supuestas ciencias. Paso a paso, a medida que pasen las edades, las facultades de los hombres, bajo una serie progresiva de evoluciones, pasarán imperceptiblemente a fases superiores hasta que lo que incluso ahora es posible con algunos individuos de la escuela esotérica purificada, pero que parecería milagroso si se practicara abiertamente en este día, resultará factible para la humanidad en general y será encontrado en acuerdo exacto con las leyes naturales”.
Tras este breve proemio, nos sumergimos sin más en John Uri Lloyd y su curiosa obra, titulada, y respire hondo lector, Etidorpha o el Fin de la Tierra. La Extraña Historia de un Ser Misterioso y el Relato de un Viaje Notable como se comunicó en el manuscrito de Llewelyn Druri quién prometió imprimir el mismo, pero que finalmente eludió la responsabilidad que fue asumida por John Uri Lloyd.
Según escribe Lloyd en Etidorpha, un tal Johannes Llewellyn Llongollyn Drury, presentando como fervoroso adepto de la alquimia y ocultismo, mientras se encuentra descansando en su biblioteca bien entrada la noche, es contactado por un anciano de cabellos blancos, quién parece teletransportarse en su presencia. Aquella misteriosa figura se presenta como Yo soy el hombre que lo hice, haciéndole entrega de un manuscrito, narrando sucesos ocurridos treinta años antes.
Lloyd nos interioriza allí, sobre extraños eventos involucrando a una sociedad ocultista, que al descubrir uno de sus adeptos hiciera pública información prohibida sobre Alquimia, le es impuesto como castigo, ser encerrado en un manicomio. No obstante, el adepto tiene la posibilidad de redimirse si acepta realizar un viaje hacia las entrañas de la tierra.
Tras asentir, su apariencia física sufre una metamorfosis lo cual provoca en el adepto envejecimiento prematuro, como forma de ocultar su identidad. Poco después, lo contacta un guía surgido del inframundo, descrito como una criatura de apariencia lampiña, portando ojos ciegos, cuerpo desnudo, y que según añade Lloyd, asemeja a un lagarto de agua, verdadero ser anfibio. Después que ambos se encuentran se introducen en una cueva desconocida de Kentucky.
El encuentro iniciático, maestro y adepto, que define la búsqueda de Etidorpha hacia los confines de la Tierra.
En Ciencia y fantasía: “Etidorhpa”, La tierra hueca de John Uri Lloyd (2020), Andrea Scarabelli escribe:
“Después de viajar a través de interminables túneles oscuros, los dos llegan a un área brillante, vislumbrando una luz sorprendente que proviene del centro de la Tierra. A medida que descienden a las profundidades tectónicas su peso disminuye, y las funciones corporales se ralentizan: el corazón late más lento, el hambre y la sed desaparecen. El aire, al principio viciado y sofocante, se revela lleno de una fuerza vital febril, que los restaura”.
Se da inicio así a un viaje iniciático donde el misterioso ser anfibio, y el adepto (Yo soy el hombre que lo hice), en calidad de educador y alumno son protagonistas de una increíble aventura subterránea. Lloyd describe la existencia de innumerables cavidades huecas en el interior de nuestro globo, donde en cada una de ellas existe una realidad subyacente, con su correspondiente consciencia. Otros suponen este descenso, como una exploración metafísica hacia propio conocimiento interno del hombre.
Las increíbles ilustraciones de Etidorpha, son obra de John Agustus Knapp quién fuera un estudiante del ocultismo.
Así lo detalla el estudioso italiano Andreas Scarabelli, quién en Ciencia y fantasía: “Etidorhpa”, La tierra hueca de John Uri Lloyd (2020), escribe:
“Son todos planos del Ego, etapas de un viaje iniciático, de una catábasis que conduce al protagonista a la visión de una serie de estados del Ser, hasta la revelación final”.
Mientras se van adentrando en estas diversas cavidades, nuestros protagonistas son mudos testigos de paisajes oníricos, como, por ejemplo, bosque de hongos gigantes comestibles, vegetación exuberante, fauna exótica, y otras rarezas.
Ambos argonautas discuten también, el funcionamiento de algunas fuerzas naturales como son la electricidad, luz, gravedad, volcanes, y donde se hace referencia a poderes paranormales aún por descubrir. Otro punto insinúa, en aquellos parajes internos se hallaría, el germen de la futura inmortalidad humana. Por último, se produce el encuentro con la misteriosa Etidorpha, antiguamente conocida como Afrodita, Venus e Ishtar. Cuestiones espirituales y filosóficas son también abordadas durante el increíble periplo. Tal es la síntesis de su contenido.
LECTURA RECOMENDADA: Symzonia “Narrativas de la Tierra Hueca”
Cuando Etidorpha se publica genera un sinfín de discusiones, sobre si estamos ante una fantasía ingeniosa, o se tratamos una historia real novelada. Lloyd se niega a develar el misterio, mostrándose evasivo al interrogárselo.
Durante 1902 durante una de sus interminables presentaciones, ante una pregunta sobre las fuentes consultadas para realizar Etidorpha, un atribulado Lloyd, balbucea lo siguiente, según expresa RJ. Smith en su apasionante trabajo, John Uri Lloyd: Hasta el Infinito Y Más Allá, 2015:
“No tengo imaginación. Yo solo recuerdo“, afirmó. “Escribo cosas en la distancia, desde el punto de vista del tiempo. Son solo los eventos los que perduran, y se vuelven más claros año tras año“.
Más allá de estas omisiones, Etidorpha revela un primer punto muy conocido, el de la Tierra Hueca. La clave está en Cincinnati ciudad del estado de Ohio, donde Lloyd llevó a cabo su proyecto. Y remarco Cincinnati, porque es allí donde nació uno de los divulgadores más importantes de la tierra hueca, y de quién esta autora ya publicara, John Cleves Symmes. Examinemos otras pistas.
Yo Soy el Hombre ¿Revelación de un secreto masónico?
“En las logias secretas que han preservado la sabiduría de los días de Enoc y Elías de Egipto, quienes propagaron la Orden Egipcia, una rama de su antigua Hermandad se encuentra oculto mucho conocimiento que ahora debería ser difundido ante el mundo, y agregado a los tesoros de nuestro círculo de adeptos. Esta sabiduría cabalística no está registrada en libros ni en manuscritos, sino que ha sido preservada deliberadamente de los no iniciados, en los cerebros ilegibles de hombres que no responden. John Uri Lloyd”. Etidorpha, 1895.
Fotografía de John Uri Lloyd. (Fæ / Wikimedia Commons)
Uno de los protagonistas más intrigantes es sin dudas el misterioso I Am The Man, (Yo soy el hombre), en su versión abreviada, siendo presentado como un cultor de la Alquimia. Sobre su identidad, existe un rumor que tras esta historia se oculta un suceso real remontado a 1826, protagonizado por un masón liberal llamado William Morgan. Al parecer Morgan, según se dice, estaba por hace público un libro sobre ritos secretos y juramentos francmasónicos, gesto que provocara su secuestro por parte de sus propios hermanos masones, que no solo lo asesinaron, sino que también quemaron la imprenta donde se encontraba el misterioso material. Tras este crimen, se desató una verdadera persecución en contra la Masonería por todo Estados Unidos, aunque el caso quedó sin resolver, puesto el cadáver de Morgan nunca pudo ser recuperado. Como una vuelta del destino y atención con esta vinculación, Lucinda Pendleton Morgan Harris, anteriormente casada con William Morgan, se convirtió una de las esposas del líder mormón Joseph Smith.
En su fascinante artículo ¿Fue William Morgan el Hombre? Bruce Walton, uno de los mayores divulgadores sobre el mundo subterráneo, al mencionar a Joseph Smith, lo hace partidario de la creencia en una tierra hueca, que en sus asambleas solía mencionar. Smith sostenía a través de los polos se podía llegar a esa tierra desconocida, donde habrían refugiado Las Diez Tribus Perdidas de Israel.
LECTURA RECOMENDADA: Raymond Bernard “El Gurú de la Tierra Hueca”
Etidorpha y la conexión Afrodita
“El título de la novela proviene de un encuentro con un ser llamado ‘Etidorhpa’, que aparece después de que Yo Soy El Hombre se niega a beber una destilación de “derivados de las especies más raras de la familia de los hongos”. En lugar de drogas, está intoxicado por esta criatura seráfica, cuya retórica floreciente casi eclipsa su belleza física”. Etidorhpa de John Uri Lloyd (1895), 2021.
El título de la novela de John Uri Lloyd es materia de discusión, y cuyo verdadero significado es nada menos que Afrodita, o mejor dicho Etidorpha leída al revés. En el argumento desarrollado por Lloyd, Etidorpha se revela muy al final de ese viaje misterioso, y cuya entidad vincula con nada menos que Afrodita (palabra de origen griego que alude a espuma). En Roma fue adorada como Venus, y en la antigua Babilona como Ishtar. Hablamos de la diosa del amor. Nuevamente como ya es su costumbre poco es revelado por Lloyd acerca de Etidorpha, salvo, presentada como prueba iniciática para uno de nuestros viajeros.
Pero aquí un dato y no menos sugerente sobre el misterio de Etidorpha. Surge de una publicación de Reddit, donde en un hilo de conversación se presenta Etidorhpa y Venusberg, refiriendo:
“Las áreas alemanas medievales tenían una leyenda de Venusberg, una montaña debajo de la cual estaba la diosa Venus (la versión romana de Afrodita), o un espíritu o hada con ese nombre. Atrajo historias de personas que desaparecían debajo de Venusberg para encontrarse con ella y su corte de secuaces, y regresar, ocasionalmente involucrando cosas extrañas en el tiempo”.
Hay quién supone la montaña de Venusberg se localiza en las cadenas de colinas Hörselberg, cerca de Eisenach, Turingia. Allí el gran Richard Wagner se habría inspirado para escribir su inmortal obra, Tannhäuser, el caballero que igual que Etidorpha se topó con otra realidad.
¿Es Etidorpha un viaje lisérgico?
“Por fin, bajo mi visión, la luna desapareció, las estrellas se desvanecieron una por una, y luego vi que el sol se oscurecía, hasta que finalmente solo quedó una película lechosa, como una gasa, para indicar su rostro, y luego… vacío. Había vivido en el universo de distancia”. John Uri Lloyd. Etidorpha, 1895.
Debido a los conocimientos que supo cultivar John Uri Lloyd como farmacéutico, muchos estudiosos están convencidos Etidorpha es producto de los estados alterados de consciencia con Lloyd como sujeto experimental. Este es un punto no aclarado tampoco por Lloyd pero que sin embargo al examinar las increíbles ilustraciones de Etidorpha, surgen como testimonio de una posibilidad no descartada. Y aquí debemos mencionar a John Augustus Knapp que fuera el ilustrador de Etidorpha.
Al parecer Knapp también originario de Cincinnati, fue miembro de la Sociedad Teosófica. De ahí su conexión con el gran autor ocultista Manly P. Hall, siendo el ilustrador del magnífico texto esotérico, Las Enseñanzas Secretas de Todas las Edades. John Augustus Knapp habría sido presentado a Lloyd por su hermano Curtis, experto en el estudio de hongos ¿Es quizás esta la pista que más debemos mirar?
Secretos de Mammoth Cave
“Estas cavernas serpenteantes comprenden miles de millas de superficie cubierta por estos crecimientos que aún pueden cumplir un gran propósito en la ceremonia de la naturaleza, porque están destinados a alimentar a multitudes que caminan cuando llegue el día en que las naciones de los hombres abandonen la superficie de la tierra, y pasen como un solo pueblo a través de estas cavernas en su camino hacia la existencia inmaculada que se encuentra en la esfera interna”. John Uri Lloyd, Etidorhpa y el destino humano, 2009.
Mammoth Cave una de las cavernas más extensas del mundo, y donde se dice existe un acceso hacia la tierra hueca. Cortesía: nps.gov
En el estado de Kentucky sur de los Estados Unidos, se encuentra uno de los sistemas de cuevas más extenso del mundo, se trata de Mammoth Cave. En Etidorpha estas cavernas son mencionadas como vínculo hacia ese mundo prohibido. Pero para ser sinceros, John Uri Lloyd no es el primero en presentar Mammoth Cave como acceso hacia el interior de la tierra, ya que en 1878 Howard Van Orden, bajo el suedónimo Howard De Vere, publicó, A Trip To The Center Of The Earth (Un Viaje Hacia el Centro de la Tierra). Lloyd sin embargo, aporta un dato no menos que curioso en cuanto a Mammoth Cave, sugiriendo la misma, posee un acceso submarino hacia la tierra hueca, lo cual me recuerda al misterio de Tayos. Hasta Aquí.
Conclusión
Sin dudas Etidorpha es una novela que amerita varias lecturas, y donde el buscador tiene a su elección varias pistas a seguir. Estamos ante una auténtica revelación espiritual, legado de John Uri Lloyd, quién se arriesgó a ir más allá. Continuará.
Libro: “Etidorhpa, o el Fin de la Tierra”
Descripción de archivo:
Autor: John Uri Lloyd. Ilustraciones: John Augustus Knapp. Año de publicación: 1895. Idioma: inglés (original). Páginas: 362. Formato de archivo: PDF (comprimido en rar). Descargar aquí.
Bibliografía
Libros:
- Lloyd, John Uri; Knapp, Augustus John. Etidorpha. O el fin de la tierra. USA, 1895.
- Hall, Manly. La Enseñanza Secreta de Todos los Tiempos. Barcelona: Martínez Roca, 2011.
Sitios web:
- Alchetron
Venusberg.
https://alchetron.com/Venusberg-(mythology) - American Botánical Council
Tayler, Varro E. John Uri Lloyd. El Gran Eclético Americano.
https://www.herbalgram.org/resources/herbalgram/issues/44/table-of-contents/article1319/ - Anafis Class
Etidorhpa de John Uri Lloyd (1895).
https://anafisclass.wordpress.com/2021/07/23/etidorhpa-de-john-uri-lloyd-1895/ - Axis Mundi
Scarabelli, Andrea. Ciencia y fantasía: “Etidorhpa”, La tierra hueca de John Uri Lloyd.
https://axismundi.blog/2020/11/30/scienza-e-fantastico-etidorhpa-la-terra-cava-di-john-uri-lloyd/ - Cs Energy System
John Uri Lloyd, Etidorhpa y el destino humano.
http://csenergysystem.blogspot.com/2009/11/john-uri-lloyd-etidorhpa-and-human.html - Cyclo Peatron
Las cavernas de hongos de Etidorhpa (Lloyd 1895).
http://cyclopeatron.blogspot.com/2010/03/fungus-caverns-of-etidorhpa-lloyd-1895.html - Despertando a un nuevo mundo
Etidorpha
https://despertandoaunnuevomundo.blogspot.com/2015/12/etidorhpa.html - JAPHA
Worthe, Dennis. John Uri Lloyd 1849-1936: mago de la farmacia de plantas estadounidense.
https://www.japha.org/article/S1544-3191(15)30976-6/references - John Coultar
Etidorpha de John Uri Lloyd.
http://www.johncoulthart.com/feuilleton/2014/10/22/etidorhpa-by-john-uri-lloyd/ - Liza Daily
Etidorhpa: El fin de la Tierra (1895). Juan Uri Lloyd.
https://lizadaly.com/pages/utopian-novels/etidorhpa.html - Magazine Cincinnati
Smith, RJ. John Uri Lloyd: Hasta el Infinito y más allá.
https://www.cincinnatimagazine.com/citywiseblog/john-uri-lloyd/ - Mundo Subterráneo
Afrodita invertida, 1895.
http://subterraneus.blogspot.com/2006/09/aphrodite-reversed-1895.html - Reddit
Etidorhpa y Venusborg.
https://www.reddit.com/r/hellier/comments/o0n5as/etidorhpa_and_venusborg/ - SF Encyclopedia and Science Fiction
John Uri Lloyd
https://sf-encyclopedia.com/entry/lloyd_john_uri - The Damantine Free
Morgan, Harry. John Uri Lloyd, Etidorhpa o el Fin de la Tierra, 1895.
http://theadamantine.free.fr/etidorhpa.htm - The Symzonian
Bocetos de lo imposible: ilustrando la Tierra Hueca.
Un Estudio de la Tierra Hueca. Etidorhpa: La extraña historia de un ser misterioso.
Una carta de John Uri Lloyd sobre ‘Etidorhpa’.
https://thesymzonian.wordpress.com/2013/02/27/a-letter-from-john-uri-lloyd-on-etidorhpa/ - Tipp Citty Paranormal
Cueva del Mamut. El parque nacional más embrujado de Estados Unidos.
https://tippcityparanormal.wixsite.com/tippcityparanormal/mammoth-cave - Travel between the pages
La Extraña Historia de un ser misterioso.
https://travelbetweenthepages.com/2021/07/29/the-strange-history-of-a-mysterious-being/
Un artículo escrito por: Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com
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