Recientes informaciones confirman el hallazgo en la Luna de un mineral nunca antes. Esto fue posible gracias a la misión espacial de China.

En diciembre de 2020, Chang’e-5 voló a la Luna, aterrizó, recogió rocas y las trajo de vuelta a la Tierra. Se trata de la primera colección de material lunar en 45 años y está proporcionando datos fascinantes sobre la composición y la historia de la Luna.

Las muestras han confirmado una vez más la presencia de agua en la Luna, así como el hallazgo de óxido en las rocas de la superficie. Los últimos trabajos se centraron en los minerales de alta presión, los que se forman como consecuencia de impactos de asteroides o cometas. Como podemos ver a simple vista, la Luna está cubierta de cráteres, pero en las muestras recogidas durante los años del Apolo y por los soviéticos faltan estos minerales.

Mineral inédito hallado en la Luna

En la muestra, el equipo descubrió un nuevo mineral fosfatado al que denominan Cambiosita-(Y), el primer nuevo mineral lunar de la muestra recogida por la sonda china. Creen que se formó al final de la fase de cristalización de los basaltos hallados en la región donde aterrizó Chang’e-5. Es transparente e incoloro. Es transparente e incoloro y está formado por cristales en forma de columna.

Por si este descubrimiento no fuera suficientemente emocionante, el equipo encontró dos minerales de choque conocidos: la stishovita y la seifertita. Se trata de polimorfos de sílice con la misma composición que el cuarzo común, pero con una estructura cristalina radicalmente distinta debido a su formación a altas presiones y temperaturas.

Wei Du, de la Chinese Academy of Sciences y autor del estudio, dijo en un comunicado:

“Aunque la superficie lunar está cubierta por decenas de miles de cráteres de impacto, los minerales de alta presión son poco comunes en las muestras lunares. Una de las posibles explicaciones es que la mayoría de los minerales de alta presión son inestables a altas temperaturas. Por lo tanto, los que se formaron durante el impacto podrían haber experimentado un proceso retrógrado”.

Cráter joven en Oceanus Procellarum. Crédito de imagen: NASA / GSFC / Arizona State University

Minerales solo se forman en altas presiones

Una muestra concreta les proporcionó importantes datos sobre este proceso. Encontraron tanto stishovita como seifertita en la misma muestra, y estos minerales sólo existen juntos a altas presiones. Por este motivo, el equipo sugirió que quizá los minerales cambian de forma de uno a otro en condiciones cambiantes.

Creen que un tercer polimorfo de sílice identificado (α-cristobalita) es el producto original a partir del cual se forman ambos minerales de choque.

Du agregó:

“En otras palabras, la seifertita podría formarse a partir de α-cristobalita durante el proceso de compresión, y parte de la muestra transformarse en stishovita durante el posterior proceso de aumento de temperatura”.

Se cree que las muestras proceden del cráter Aristarchus, no muy lejos de Oceanus Procellarum, donde aterrizó la sonda. Los eyectas de la colisión aterrizaron donde los encontró Chang’e-5.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Matter and Radiation at Extremes.

Fuente: IFLSci

Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!

Crédito imagen de portada: depositphotos.com