“¿Satán viaja en platillo volador?”…

Aunque pueda parecer una locura existen muchas personas que, por distintos motivos, están convencidas que los OVNIs y sus ocupantes son enviados por el mismísimo Satanás a la Tierra con funestas intenciones. Pero no se trata de una idea de reciente acuño, sino que prácticamente desde los inicios de la ufología allá por la década de los cincuenta lleva circulando por algunos sectores acumulando adeptos. Y es que en paralelo a la hipótesis extraterrestre la creencia de que el Diablo o fuerza oscuras procedentes del averno operaban tras los platillos volantes caló entre muchos entusiastas de los no identificados y sobre todo entre fervientes cristianos de todas las ramas que no veían nada claro este asunto misterioso y a veces terrorífico de los OVNIs.

Por ejemplo la revista de los adventintas “Review and Herald” a partir del año 1961 publicó varios reportajes dedicados al tema de moda en aquellos años en los Estados Unidos, los platillos volantes, pero otorgándoles un nuevo enfoque religioso. Su editor Francis David Nichol escribía sin tapujos:

“Algunos adventistas que leen las historias sobre OVNIs plantearon varias preguntas: ¿No podrían algunos de estos OVNIs ser una manifestación del poder de Satanás? ¿Está más allá del reino de las posibilidades que él [Satanás] pueda enviar algo con luces brillantes?.

Obviamente, la respuesta a tal pregunta es que no está más allá de la posibilidad de que Satanás pueda hacer muchas cosas, incluyendo el envío de algo con luces brillantes. Pero eso no prueba nada con respecto a los OVNIs. Siempre hay dos peligros de los que debemos proteger a los adventistas sensatos. Uno es el peligro de ser un escéptico ante los grandes prodigios, ya sea por parte de Dios o el diablo, que son señales significativas; el segundo, el peligro de caer en determinadas creencias en la medida que Satanás puede hacer grandes cosas y tratará de engañar a los hombres en la Tierra en los últimos tiempos, por lo tanto, cualquier cosa que suceda, que no sea inmediatamente explicable es probablemente que sea uno de los engaños del diablo”.

La prensa siempre ha tratado este asunto con sensacionalismo.

De hecho, en la década de los setenta, investigadores como John Weldon, Zola Levitt y el Dr. Clifford Wilson publicaron varios libros donde alertaban que “los OVNIs eran manifestaciones de actividad demoníaca y que el creciente número de OVNIs que se veían sobre nuestros cielos era el resultado de las fuerzas malvadas de Satanás que se reúnen para luchar en nombre del Anticristo“.

Algunos libros se han ocupado de profundizar en la idea de que los OVNIS puedan tener un origen maligno.

Incluso respetados ufólogos como el británico Gordon Creighton y Graham Knewstub, en el año 1996 realizaron un informe donde señalaban la naturaleza “demoniaca de los OVNIs” y avisaban sobre ello. Eric Norman en su libro “Dioses, Demonios y OVNIs” (1970) decía que:

“El acto final en el misterio de los OVNIs puede afectar a toda persona que ya exista o esté aún por nacer. La solución puede llegarnos por medio de algún embajador angélico proveniente del espacio exterior, y cuya aparición podría unir un mundo dividido. O bien, podríamos ser invadidos por naves de demonios extraños, llegados con el propósito de saquear un mundo sin esperanzas”.

Es curioso señalar en este punto que 3 expresidentes del BUFORA, el grupo más importante de investigación ufológica en Gran Bretaña, incluido su presidente fundador, Graham Knewstub, el capitán Ivar Mackay y Roger Stanway, estaban convencidos que los OVNIs tenía un origen demoniaco. De hecho Creighton en un artículo titulado “The True Nature Of UFO Entities” (1988) exponía que:

“El estudio de todas las grandes religiones del mundo -y en particular el Islam- daría pistas valiosas sobre la verdadera naturaleza del llamado ‘Fenómeno OVNI‘ y eliminaría rápidamente gran parte de la fatua ‘mitología de la era espacial’ que se ha generado en tal profusión en las últimas tres décadas”.

¿Son los OVNIs manifestaciones de Satán?

El estudioso británico pensaba que existían amplias analogías entre los demonios del islam, los djinns y los ocupantes de los platillos volantes:

1. En el estado normal, no son visibles para los humanos comunes
2. Son, sin embargo, capaces de materializarse y aparecer en el mundo físico. Y pueden hacer alternativamente ellos mismos visibles o invisibles a voluntad
3. Pueden cambiar de forma y aparecer en cualquier tipo de apariencia, grande o pequeños
4. También pueden aparecer en forma de ANIMALES. (¿Yetis? ¿Pumas? ¿Monstruos del lago Ness?)
5. Son mentirosos empedernidos y engañadores, y se deleitan en embaucar y engañar a la humanidad con todo tipo de disparates
6. Son adictos a la abducción o secuestro de humanos
7. Se deleitan en tentar a los humanos a tener relaciones íntimas con ellos, y la literatura árabe abunda con relatos de este tipo de contacto de la humanidad
8. Los DJINNS suelen atrapar humanos y teletransportarse o transportarlos, depositándolos de nuevo -si es que realmente vuelven a colocarlos en el suelo, a kilómetros de distancia de donde fueron recogidos, y todo esto es “un abrir y cerrar de ojos”
9. La tradición árabe afirma que, a lo largo de toda la historia, ha habido unos pocos seres humanos particulares que, a través de algún extraño favor, han “estado en connivencia con el “DJINN” o “tuvo un pacto con los DJINNS” – hasta tal punto que los DJINNS les han dotado de lo que consideramos “poderes sobrenaturales” – es decir, PODERES PSÍQUICOS
10. Junto con todas estas demostraciones de destreza por parte de los DJINNS, se deduce que poseen un tremendo PODER TELEPÁTICO y la habilidad (para usar un término antiguo) para “encandilar” a sus víctimas humanas. Nuestros registros de OVNIs están repletos de esta evidencia.

En un artículo titulado “Gordon Creighton and the FSR archives” (03/01/2014) el investigador Håkan Blomqvist comenta las controvertidas ideas del autor británico:

“Gordon Creighton (1908-2003), fue el editor de Flying Saucer Review entre 1964 y 1982, Charles Bowen y Gordon Creighton cooperaron para hacer de FSR una de las revistas de OVNIs más exitosas de la historia, atrayendo a las mejores mentes en el campo. Bowen y Creighton estuvieron fuertemente influenciados por la nueva ufología de John Keel y Jacques Vallée en la década de 1970. Pero desafortunadamente esta influencia derivó en una interpretación cada vez más paranoica y religiosamente ortodoxa del fenómeno. Esto se hizo muy evidente cuando Gordon Creighton asumió la dirección editorial en 1982. En oscuras visiones apocalípticas, advirtió constantemente a los lectores sobre la influencia demoníaca proveniente de las entidades OVNI. A pesar de esta nueva tendencia ideológica, muchos de los antiguos ufólogos y corresponsales siguieron apoyando a FSR”.

En España, el investigador Salvador Freixedo ha sido, durante muchos años, uno de los mayores y más acérrimos defensores de la hipótesis diabólica para explicar el origen y propósito del fenómeno OVNI. Tal y como defendía en un reportaje titulado “Mi visión de la historia, del dogma cristiano y de la vida humana en su entronque con la ovnilogía” (2003):

“En cuanto a la existencia, a la esencia y a la presencia de Satanás en este mundo, coinciden con lo que la ovnilogía sabe, no por creencias sino por repetidas experiencias de cientos de miles de hombres y mujeres en todo el mundo (…) Se trata de inteligencias intrínsecamente perversas, que odian al Creador y a todas sus obras, especialmente al ser humano porque ven en él una chispa divina. (…)

El investigador Salvador Freixedo destacó en muchos de sus escritos que los OVNIs podrían responder a fuerzas e inteligencias nada benévolas para el ser humano.

Los que hace años nos dedicamos a estudiar a estos extraños personajes y hemos tenido la suerte o la desgracia de verlos de cerca, no necesitamos más pruebas de su presencia entre nosotros. Si los ovnílogos quieren estar en la vanguardia de las investigaciones de tan misterioso, profundo y trascendental fenómeno, deberían estar menos atentos a la casuística periférica y secundaria, producto de las múltiples actividades de todos estos diversos ‘visitantes’, y fijarse más en el creciente estado caótico -y en el fondo antihumano y suicida- en que rápidamente está cayendo la humanidad, producto de la agenda y las estrategias de estos seres malignos, llámense demonios, demiurgos o reptilianos“.

El pastor Ervin de León del Centro Evangélico Cristiano de Houston escribió un artículo titulado “La Verdad Detrás De Los Ovnis” donde decía que:

“Como es obvio, bíblicamente y aún científicamente, es demostrable que el fenómeno OVNI y los EXTRATERRESTRES no son más que demonios. La Biblia nos enseña, que satanás se llama el príncipe de la potestad del aire y que en el espacio cercano a la tierra, él gobierna sobre principados, potestades y gobernadores de las tinieblas (…) Uno de los métodos satánicos ha sido siempre causar confusión, con el fin de desviar a la gente y ganar adeptos (…) El mismo Dr. WHITLEY STREIBER (…) describe: ‘Sentí una sensación como si estuviera en el infierno, aunque estaba en la tierra. No me podía mover, no podía gritar, no podía correr; estaba temblando como muerto, sufriendo una horrible agonía interna. Sobre mí estaba aquella cosa monstruosa, fea, oscura y siniestra, seguro que eran demonios, tienen que ser. Recuerdo sus horribles manos, pies como un gran insecto y sus ojos brillando hacia mi'”.

Finalmente, el pastor Ervin llega a las siguientes conclusiones en su escrito:

“Creemos que Satanás está preparando la opinión pública del mundo, para tener una respuesta cuando llegue el momento en que millones de creyentes lavados por la Sangre de Jesucristo sean arrebatados, desapareciendo de la tierra. Tiempo en que los sepulcros de aquellos que una vez profesaron y creyeron en Cristo sean abiertos, desapareciendo los cuerpos que estos contuvieron, el día en que Cristo se lleve a su Iglesia al cielo. El diablo entonces tratará de convencer al mundo, a los que aquí se queden, que fueron los extraterrestres que se los llevaron, negándoles a muchos la oportunidad de ser salvos en medio de la Gran Tribulación”.

Pero, aunque todas estas ideas puedan parecer totalmente fuera de lugar en nuestros tiempos, de manera sorprendente, en pleno siglo XXI no solo sigue existiendo una gran cantidad de personas que están convencidos de que los demonios pilotan los OVNIs sino que algunos de estos individuos ostentan cargos de poder en los Estados Unidos e incluso han obstaculizado las últimas investigaciones sobre OVNIs orquestadas desde el Pentágono.

Una cruzada contra los OVNIs de Lúcifer desde el Pentágono

El ufólogo Anthony Bragalia en un artículo titulado “Religious fanatics in government, believing et are demons,hinder official UFO studies and oust manager” (Enero, 2020), señalaba que:

“Un nuevo y sorprendente análisis y revisión de los informes disponibles revela que en lo profundo de las agencias de defensa e inteligencia de los EE. UU. reside un grupo en la sombra que es muy influyente, fervientemente religioso y que socava activamente los estudios sobre OVNIs del gobierno y a sus directores de programas asociados, persuadidos que tales cosas son demoníacas (…) Increíblemente, estos evangélicos extremos, están convencidos que los ‘extraterrestres’ son demonios (satánicos) y que los que los investigan están jugando con fuego”.

Y es por ello, escribe Bragalia, que se dedican a boicotear este tipo de estudios a nivel gubernamental además de desprestigiar a todo aquel que se atreva a adentrarse en este mundillo. Incluso Luis Elizondo, uno de los últimos encargados en estudiar el tema OVNI para el Pentágono, en una entrada (1/11/2018) en el blog de la “To the Stars Academy” (TTSA) afirmaba que:

“Los Fenómenos Aéreos No Identificados (FANI) han sido asociados con demonios y creencias cristianas antijudías. Yo experimenté esto de primera mano durante mi tiempo trabajando en el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales del Gobierno de los Estados Unidos (AATIP), donde ciertos altos funcionarios del gobierno pensaron que nuestra investigación de incidentes sobre los UAP era peligrosa para sus creencias metafísicas. De hecho, la carrera de mi predecesor en el AATIP se arruinó debido al miedo equivocado de una élite formada por unos pocos. En lugar de aceptar los datos que les proporcionó este científico de cohetes de alto rango, decidieron que la información era una amenaza para su sistema de creencias y por ello, destruyeron su carrera». Bragalia escribe que: ‘El Dr. James Lacatski no es un nombre familiar en el mundo de los OVNIs, pero debería serlo. Él era el encargado del Programa para el estudio del fenómeno OVNI del Pentágono justo antes de la irrupción de Luis Elizondo. Elizondo proporcionó pistas sobre Lacatski en su comentario. Estas y otras claves condujeron al nombre de Lacatski, gracias al brillante trabajo del australiano Keith Basterfield, investigador OVNI desde hace mucho tiempo y escritor, y a Roger Glassel, ufólogo sueco especializado en rastrear informes a través del “Freedom of Information Act (FOIA)'”.

Algunos investigadores han comprobado que dentro del gobierno estadounidense entre las mas altas esferas de poder existe un grupo de personas que están convencidas que los OVNIS son demoniacos.

Pero lo más sorprendente, según Bragalia es que estas mismas creencias están extendidas también en otros gobiernos:

“Nick Pope, un ex investigador oficial de OVNIs para el Ministerio de Defensa británico, dijo recientemente al periodista del periódico Metro (Reino Unido) Jasper Hamill, que encontró el mismo tipo de actitud cuando trabajaba en el Reino Unido, y que él mismo escuchó hablar sobre los fanáticos religiosos en los Estados Unidos”.

Pope afirmó que:

“Era consciente de que el rechazo del Pentágono para la investigación sobre el fenómeno OVNI se debía en parte a la creencia religiosa de algunos de los involucrados. Era una extraña ironía que las investigaciones OVNIs se estuvieran obstaculizando porque la creencia de algunas personas en Dios significaba que, o no creían en la existencia de vida extraterrestre, o por el contrario consideraban a los OVNIs y a los extraterrestres como entes demoníacos. El hecho de que algunas personas consideren a los OVNIs como de origen demoníaco parece tener sus raíces en la descripción bíblica de Satanás como “el príncipe del poder del aire”.

Luis Elizondo dice que se topó con el rechazo religioso de sus superiores cuando dirigió el programa OVNI del Pentágono, y también vi alguna evidencia de esto en el Ministerio de Defensa (Reino Unido)». Para Bragalia:

“Esto sugiere que la creencia de que ‘los extraterrestres son demonios’ es global y existe entre elementos poderosos en otras naciones además de Estados Unidos”.

El ufólogo norteamericano no pudo contactar con James Lacatski que parece haberse aislado del mundo.

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Jack Parson, ¿el hombre que abrió las puertas del infierno a los OVNIs?

Por su parte, el investigador Nick Redfern en su libro “Final Events and the Secret Government Group on Demonic UFOs and the Afterlife” (2010) narraba la gran fascinación que despertaba en algunos sectores de los servicios de inteligencia norteamericanos todo lo relacionado con el ocultismo.

El libro de Redfern explora esta posibilidad; “Durante décadas, las historias de abducciones alienígenas, encuentros con ovnis, avistamientos de platillos volantes y el Área 51 han llevado a millones de personas a creer que los extraterrestres están secretamente entre nosotros. Pero, ¿y si esos millones de personas están equivocadas? ¿Y si el fenómeno OVNI tiene orígenes mucho más oscuros y siniestros? Durante cuatro años, la autoridad en materia de ovnis Nick Redfern ha estado investigando el extraño y aterrador mundo de un grupo secreto dentro del Gobierno de Estados Unidos conocido como la Élite Collins. El grupo cree que nuestros supuestos visitantes alienígenas son, en realidad, demonios embaucadores y ángeles caídos. Son los secuaces de Satanás, que están cosechando y esclavizando nuestras propias almas, y preparando el camino para el Armagedón y el Día del Juicio Final.”

Concretamente nombraba a un misterioso y hermético grupo denominado “Collins Elite” que, desde la base de la Fuerza Aérea de Wright Paterson, llegaron a sorprendentes conclusiones sobre los OVNIs precisamente a raíz del interés de varios de sus miembros por las ciencias ocultas. Y es que este grupo consideraba que algunos casos OVNIs eran producto de complejos rituales esotéricos. En toda esta rocambolesca historia se mezcla un controvertido y extraño científico llamado Jack Parsons, que trabajo para la NASA, y está considerado como unos de los precursores de la era espacial. A parte de este impresionante curriculum, Parsons era un ferviente seguidor del ocultismo y por esta razón se unió al Ordo Templi Orientis (O.T.O.) en 1941, una sociedad secreta de origen inglesa, donde conoció, entre otros, a un joven L. Ronald Hubbard (fundador de la no menos polémica Cienciología). Dicha orden sufrió una notable reconversión desde que el famoso ocultista y nigromante Aleister Crowley se hiciera con la dirección.

La figura de Jack Parsons siempre ha estado rodeada de misterio, y muchos estudiosos creen que realizó extraños rituales para invocar al diablo.

Pero el verdadero objetivo de Parsons, al poco de ingresar en esta sociedad secreta, donde experimentó una fulgurante progresión, era realizar un ritual “Babalon Working”, con la ayuda de Hubbard, para la invocación de una extraña entidad femenina denominada Babalón (también conocida como la mujer escarlata). Según cuenta Kenneth Grant en su libro “The Magical Revival“, Parsons tenía contactos con el ocultista Aleister Crowley, con el que mantenía fluida correspondencia y al que explicó, en una carta fechada el 23 de febrero de 1946, el éxito de los rituales que llevó a cabo en el desierto de Mojave:

“‘¡Ya tengo mi elemental! Ella apareció una noche después de concluir la Operación, y desde entonces ha estado conmigo, aunque vuelve a Nueva York la próxima semana. Tiene el pelo rojo y ojos verdes sesgados según se indicó.  ¡Si vuelve se aplicará a esto tanto como yo! Todo o nada— esas son mis condiciones. Es artista, animosa y decidida, con marcadas características masculinas y una independencia fanática'”.

El científico creía que el espíritu remoto de Babalón había poseído el cuerpo de la actriz Marjorie Cameron. Fruto de sus conversaciones escribió un inclasificable texto llamado “El libro de Babalón“. A raíz de estos episodios, salpicados de todo tipo de escándalos, Parsons entró en una espiral de locura y descontrol que acabó con su trágica y nunca aclarada muerte ocurrida el 17 de junio, 1952 después de una explosión química en el laboratorio de su casa. En el libro “Aleister Crowley ant the hidden God” Kennet Grant señalaba que:

“A pesar de todos sus errores, Parsons hizo incursiones en los mundos invisibles; él fue uno de los que pavimentaron el camino de la pasión por las cosas extrañas y ocultas que tenemos en la actualidad, por las drogas, los OVNIs, sexo ritual, las mutaciones y la probabilidad (en contra de la mera posibilidad) de la comunicación del hombre con Inteligencias suprahumanas capaces de transformar la vida de este planeta, un fenómeno que Crowley pasó toda su vida intentando demostrar”.

Aleister Crowley fue un famoso ocultista que se relacionó con Jack Parsons.

Grant en su libro “Fuera de los círculos del tiempo” anotaba una “curiosidad” sobre el ritual de Parsons:

“El trabajo comenzó en el año 1945 y 1946, unos meses antes de la muerte de Crowley en 1947, y justo antes de la oleada de fenómenos inexplicados de carácter aéreo llamados Platillos Volantes. Parsons abrió una puerta y algo entró volando; él supuso que era Babalón y el cuarto capítulo del Libro de la Ley (Crowley); otros han supuesto otras cosas, pero todos están de acuerdo en que algo inusual e inexplicable para las leyes humanas, ocurrió en ese momento”.

Mas extraño aún fueron conocer las declaraciones (nunca verificadas) del investigador experto en conspiraciones John Judge, quien, en una entrevista en la radio KPFK (Los Ángeles. 12/08/89) afirmó que Jack Parsons y Kenneth Arnold (el testigo que inició todo el revuelo de los platillos volantes en 1947), fueron compañeros de vuelo.

Influenciados o no, por estas desconcertantes experiencias, la “Collins Elite” estaba convencida que los OVNIs estaban cosechando almas humanas, interfiriendo e influenciando en la mente de las personas.

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¿Quiénes son esta secta secreta que lucha contra los OVNIs “diabólicos”?

Las investigaciones de Anthony Bragalia le llevan a defender que, al margen de creencias estrictamente esotéricas, la enraizada fe cristiana es la que más está afectando al modo de enfocar el tema OVNI en círculos de inteligencia:

“El grupo que deseaba el derrocamiento del predecesor de Elizondo comparte las mismas opiniones sobre los extraterrestres que los extremistas de derecha religiosa, como el ex candidato republicano a la presidencia, el reverendo Pat Robertson (del programa de televisión ‘The 700 Club’) y el difunto reverendo Jerry Falwell, de extrema derecha y fundador de ‘Moral Majority’ (una organización política de Estados Unidos de orientación ultraconservadora y fundamentalista cristiana creada en 1979), influyente político y cofundador de la evangélica ‘Liberty University’, y por último, Mike Huckabee, ministro, ex gobernador, candidato presidencial republicano y comentarista de Fox News. Pat Robertson ha declarado en numerosas ocasiones que los extraterrestres son en realidad ‘demonios’ y que están tratando de dirigir o desviar a las personas de Cristo. Sostiene incluso que el estudio de OVNIs es un delito grave. Él afirma que: ‘La Biblia dice que la Tierra pertenece al hombre, pero los cielos pertenecen al Señor. Nos ha dado la Tierra’. Robertson advirtió sobre los extraterrestres: ‘Estas cosas son, en el mejor de los casos, algo sin vida, inteligentes y de origen demoníaco. No son una hueste de cielos, son ángeles caídos’. En otra ocasión, el racista Robertson dijo: ‘¿Puede un demonio aparecer como una criatura de ojos extravagantes y de aspecto gracioso? Por supuesto que puede y lo hace’. Ya a finales de la década de los setenta, Jerry Falwell hizo que sus seguidores fueran conscientes de su pensamiento sobre el tema. En una entrevista en Virginia Beach, advirtió que los OVNIs son una ‘herramienta satánica de engaño para confundir y manipular a la humanidad’. En un sermón televisado en la misma ciudad, dijo que los OVNIs eran ‘transportes de demonios del infierno’. En 2008, durante su campaña electoral, le preguntaron a Mike Huckabee sobre el tema de los OVNIs y la vida extraterrestre, a lo que respondió diciendo ‘DIOS, nada de OVNIs’. Es también muy conocido por hablar sobre el diablo y por mencionar despectivamente todo lo relacionado con los extraterrestres'”.

Desde su púlpito el sacerdote ortodoxo estadounidense, Thomas Kulp afirmó que:

“Si estamos siendo visitados por extraterrestres, aún no se ha ofrecido una hipótesis unificada y coherente para explicar los múltiples motivos mundiales para este contacto alienígena (…) No hay un solo incidente OVNI registrado que no pueda explicarse como un engaño o una aparición demoníaca”.

El reverendo Jerry Falwell estaba convencido que los OVNIs eran manifestaciones diabólicas.

Y la cosa va a más. En las últimas décadas Internet y las redes sociales ha servido para la expansión de este tipo de ideas en torno a los OVNIs y su probable naturaleza demoniaca. Y es por ello que podemos leer comentarios en artículos dedicados a los platillos volantes que redundan en este concepto:

“No busquéis vida en otro planeta porque no la hay. Sólo aquellos que os engañan dicen esto. Lo que viste, hija Mía, en el pasado, llamado por la humanidad un platillo volador (…) Son transportes del infierno. Sin embargo, nunca Hemos visto un demonio”.

O el siguiente:

“El fenómeno OVNI o la existencia de extraterrestres es el nuevo engaño espiritual e intelectual de Satanás y de sus ángeles caídos para sorprender a la humanidad”.

Bragalia cree que grupos evangélicos y de extrema derecha que comulgan con estos postulados están infiltrados en varias ramas del ejército y la inteligencia estadounidense impidiendo que el asunto de los OVNIs sea investigado de forma abierta y sin presiones:

“En todo el país existen estudios de la Biblia, iglesias, seminarios, organizaciones eclesiásticas y becas conservadoras (como la Embajada Cristiana), cuyos miembros consisten exclusivamente en oficiales militares de los Estados Unidos (incluyendo Generales) y agentes de inteligencia. Se reúnen regional y nacionalmente en colegios cristianos, iglesias evangélicas y bases militares, incluyendo Wright-Patterson. Y al menos uno de estos grupos de militares/intelectuales (Officers’ Christian Fellowship) se reúne en el Pentágono (Sala 2C453) y en la Universidad Liberty de Jerry Falwell en Virginia Occidental”.

El exsenador de Nevada Harry Reid concedió una entrevista en 2017 al periodista George Knapp para hablar sobre las investigaciones OVNIs del Pentágono, A la pregunta, sobre la posible interferencia de las creencias religiosas en el programa de estudio OVNI gubernamental, Reid lo dejaba claro:

“Creo que hay muchas personas a las que no les gustaba por varias razones y por puntos de vista religiosos. No les encajaba gastar dinero en este tipo de cosas”.

Según cuentan sus seguidores, durante su estancia en Nueva York, en 1918, el famoso ocultista británico Aleister Crowley junto a su mujer, la médium Roddie Minor, realizó una serie de rituales mágicos conocidos como los “Trabajos de Amalantrah” en la que invocaban a supuestas inteligencias de otros planos de existencia. Fruto de aquellas experiencias Crowley habría conseguido la materialización de una extraña entidad, de nombre LAM, con la que mantuvo diversas comunicaciones. Aunque el ocultista nunca dejó nada escrito sobre estas supuestas desconcertantes experiencias, realizó un dibujo de la enigmática entidad que mostró públicamente en una exposición artística que hizo en 1919 en Greenwich Village, New York, bajo el titulo “Dead Souls” (Almas Muertas). En aquella ocasión el misterioso retrato iba acompañado tan sólo de la palabra LAM. Crowley representaba en este dibujo a un Lama de gran sabiduría. Posteriormente el dibujo fue incluido en una reedición del libro “La Voz del Silencio” de H. P. Blavatsky acompañado del siguiente texto: “El Camino. LAM es la palabra tibetana para Camino o Sendero, y LAMA es Aquel que Va, el título específico para los Dioses de Egipto, Aquel que pisa el Camino, en fraseología budista. Su valor numérico es 71, el número de este libro.” Curiosamente, de manera casi profética, cosa que hubiera fascinado a su polémico autor, el retrato elaborado por Crowley tenía muchísimas semejanzas con nuestros modernos visitantes extraterrestres, los que lógicamente aún no habían hecho acto de presencia a principios del Siglo XX. Aunque quizás nunca sepamos a ciencia exacta que quiso reflejar el ocultista británico, la similitud de su dibujo con los supuestos ocupantes de los platillos volantes ha provocado todo tipo de debates entre los seguidores y entusiastas de los OVNIs. Pese a todo, otros estudiosos aseguran que se trataba de un “autorretrato” del propio Crowley.

En una entrevista que Alejandro Rojas hizo en su programa “Open Minds” (15/10/18) a George Knapp le preguntó sobre las personas que habían obstaculizado la investigación OVNI del Pentágono:

“Son básicamente personas de alto nivel posicionadas en diferentes agencias de inteligencia, cristianos fundamentalistas; y piensan que cualquier cosa que involucre OVNIs y lo paranormal es satánico, y que al estudiarlo estamos invitando a Satanás a este mundo, querían que lo cancelaran por esas razones”.

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Y es que la posible hostilidad de los OVNIs ante la humanidad parece flotar en torno a algunas de las conclusiones que se están elevando desde el Pentágono en los últimos tiempos. No obstante, Bragalia denuncia que, precisamente este tipo de ideas y creencias está consiguiendo que no se avance en la buena línea para aclarar de una vez por todas el enigma de los OVNIs:

“Si esos oficiales y agentes de inteligencia creyentes en el dogma demoníaco permiten que sus creencias influyan en sus obligaciones mientras sirven a su país, esto es muy peligroso para los cimientos mismos de la ciencia y la libre investigación”.

Un artículo escrito por: José Antonio Caravaca, colaborador de CodigoOculto.com

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