Yemen vive ahora la mayor crisis humanitaria, una inestabilidad económica y social ignorada por el mundo por 3 largos años. El bloqueo impuesto por Arabia Saudita para impedir la importación de alimentos, trajo consigo hambre, miseria, guerra y muerte que se reflejan a diario en las calles de esa nación.

La guerra ha golpeado duro a Yemen, su gente ha sobrevivido de milagro, a pesar de los azotes recibidos por varios años. La muerte no solo ha llegado en forma de bombas o balas, también con el rostro fatal y sin piedad de la más dura hambruna. A esto debemos sumarle la indiferencia del mundo y sobretodo de la prensa.

Debo confesar que hasta hace unos años no había escuchado de Yemen y mucho menos de la precaria condición por la que ha atravesado por mucho tiempo. Lamentablemente los medios masivos, que tanto consumimos, han olvidado a esta golpeada nación. El poder de la información simplemente se ha desvanecido para Yemen.

Advertencia: este artículo puede contener contenido perturbador y puede ser angustioso para algunas personas.

Yemen está pasando por una de las peores crisis humanitarias de la historia, causadas por la guerra. Crédito: AHMAD AL-BASHA / AFP / Getty Images

Más de cien mil niños en riesgo

Tras casi cuatro años de guerra civil, aproximadamente 120 mil niños se encuentran en riesgo de morir de hambre; así de duro como suena. Mientras en otras partes del mundo las potencias mueven sus piezas de ajedrez con el objetivo de repartirse países ricos en recursos, en el abandonado Yemen la gente no tiene qué comer.

Los conflictos inundan sus calles, un territorio que padece una de las mayores crisis humanitarias de la historia. Las estadísticas indican que este año será letal para Yemen, se calcula que 1.5 millones de niños necesitarán atención urgente, y teniendo en cuenta las complicaciones en las que se encuentra sumergida, es posible que esa ayuda no llegue nunca.

Save the Children, una organización con un largo historial de apoyo a niños en riesgo, ha advertido en la Conferencia de Donantes para Yemen que se celebró recientemente en Ginebra, una serie de calamidades que se vienen para Yemen, si los problemas persisten.

Tanto Save the Children como otras 20 ONGs han lanzado esta advertencia al mundo:

Yemen está más cerca del hambre que nunca, casi 16 millones de personas (más del 50% de la población) sufren inseguridad alimentaria severa”.

Una dura realidad infantil

La realidad es totalmente nefasta. Desde que los problemas empezaron, más de 85 mil niños han muerto en Yemen, muertos por la hambruna o por enfermedades que serían fácilmente tratables.

Informes han mostrado a niños narrar la realidad que viven día a día, siendo testigos de la guerra, la muerte y la destrucción a su alrededor.

El hambre y la guerra afectan principalmente a los niños. Crédito: Mohammed Awadh / Save the Children

El mensaje que nos dan los niños yemenís es claro:

Necesitamos paz, comida, agua potable, atención médica y volver a la escuela para estudiar”.

Se estima que este año habrá 2 millones más de niños yemenís que necesitan asistencia humanitaria urgente. La alarma ha sido lanzada por Save the Children y coincide con lo comunicado en la Conferencia de Donantes para Yemen celebrada recientemente en Ginebra.

Otro reciente estudio realizado por la organización Welthungerhilfe, ha mostrado que la realidad es más dura de lo que nos informan. Existen aproximadamente 14 millones de personas privadas de acceso a la atención de salud primaria. Hay 13 millones de personas que carecen de acceso a agua o a instalaciones sanitarias. Las enfermedades continúan propagándose, enfermedades básicas causan la muerte de muchos, y que podrían ser tratadas de manera rápida de tener los recursos necesarios. En 2017, aproximadamente un millón de personas padecían cólera.

Y junto a toda esta serie de calamidades, el hambre da el golpe final. De acuerdo a las Naciones Unidas, este año un total de 20 millones de personas en Yemen necesitarán ayuda para alimentarse y unas 14 millones requieren ahora ayuda urgente.

Los servicios de salud son casi inexistentes en Yemen. Se estima que 2 millones de niños requieren ayuda urgente. Crédito: Saleh Ai-Obeidi / Agencia France-Presse

Recursos financieros escasos

A pesar que en años anteriores se han recaudado miles de millones de dólares para ayuda en Yemen, el sufrimiento continúa para millones de afectados.

Las labores de asistencia se han visto muy complicadas. La ayuda se canaliza a través de dinero en efectivo y vales de comida. Muchos empleados no han recibido salarios durante años y, con las ayudas, solo pueden cubrir sus necesidades básicas.

El fracaso en el reparto de la ayuda internacional se debe a que las organizaciones de cooperación no cuentan con recursos suficientes, debido a que no se ha logrado reunir la meta necesaria. Además las autoridades locales han lucrado por mucho tiempo con la ayuda recibida, causando que miles de personas mueran debido a la corrupción enquistada en las instituciones del país.

Yemen no solo ha vivido casi completamente ignorada por 3 años por la prensa, sino que no ha recibido la ayuda que necesita para hacer realmente un cambio. A esto se suma la guerra que no cesa.

Detener la guerra

La historia de guerra en Yemen se inició en 2015 cuando una coalición dirigida por Arabia Saudita lanzó una campaña aérea contra el movimiento rebelde de los hutíes que forzó al presidente Abdrabbuh Mansour Hadi a huir al extranjero.

Hasta ahora, al menos 6.800 civiles han muerto y 10.700 han resultado heridos en la guerra, según informó la ONU.

Al menos 6.800 civiles han muerto en la guerra en Yemen. Crédito: Amnesty International

Los combates y el bloqueo parcial de la coalición también han provocado que 22 millones de personas necesiten ayuda humanitaria, lo que ha creado la mayor emergencia de seguridad alimentaria del mundo y ha conducido a un brote de cólera que ha afectado a 1.2 millones de personas, debido a las pésimas condiciones sanitarias.

Y debemos tener en cuenta que las organizaciones de ayuda han reportado lo complicado que es obtener el número de muertos, por lo que se presume podrían ser mucho más.

Entre la guerra y el hambre, los niños son los que más sufren. Un duro comunicado de Save the Children da cuenta de esto:

Por cada niño que muere por las bombas y las balas, decenas se mueren de hambre y es esto podría evitarse”.

La realidad se muestra cada vez peor en Yemen. El mundo parece mostrarse impotente ante los millones de seres humanos que esperan la muerte en ese convulsionado país. (He evitado mostrar las imágenes más tristes para no herir susceptibilidades. Lo que se ve en ese país es mucho peor de lo que podemos imaginar).

¡Detener la guerra contra los niños en Yemen!