El clarividente bávaro, Alois Irlmaier tuvo diferentes visiones proféticas durante su vida, pero ninguna de ellas se compara con las que vio sobre la Tercera Guerra Mundial y la forma como no los advirtió.

Nacido el 8 de junio de 1894 en Scharam, Baviera, Alois Irlmaier vivió una vida algo «agitada» hasta su fallecimiento en 1959, en Freilassing.

Hijo de un granjero, participó como soldado durante la Primera Guerra Mundial en los año 1914 a 1916. En 1920 contrajo matrimonio con Maria Schießlinger. Con ella tuvo 4 hijos, de los cuales uno era adoptado.

El mismo año de su casamiento tomó las riendas de la granja de su padre, sin embargo, en 1928 dejaría de lado el negocio familiar para convertirse en constructor de pozos.

Las primeras visiones proféticas comenzaron ese mismo año, y para 1939, el rumor sobre sus visiones se había esparcido al punto de que la gente iba a visitarlo a su hogar.

Construyó una especie de cabaña en donde daría sesiones proféticas de manera gratuita, ya que empezaron a formarse grandes filas de personas en busca de sus consejos.

El reconocimiento a un profeta

Alois Irlmaier practicando la radiestesia. (Public domain)

Las profecías dichas por Irlmaier durante los años 50 no se han podido comprobar aún, de hecho, existen dudas si sus predicciones ya se cumplieron o están por cumplirse.

Las profecías de Irlmaier se hicieron conocidas gracias a Conrad Adlmaier, un periodista que estuvo a su lado durante algunas de sus visiones.

Pero el «poder» de Irlmaier no provenía de la nada; siempre fue curioso, le gustó estudiar la radiestesia, fue un excavador profesional y, obviamente, clarividente.

Fue esta última habilidad que lo ayudó a ser reconocido durante la Segunda Guerra Mundial, ya que gracias a ella consiguió predecir de manera exacta lugares donde habría bombardeos y la localización de diferentes personas desaparecidas.

Después de ello, las autoridades siguieron visitándolo para solicitarle ayuda en la resolución de diferentes crímenes complicados.

Sin embargo, y como era de esperarse, la fama no llegaría de una manera tan sencilla. La vida de Irlmaier rápidamente se llenaría de personas que negaban su poder, lo ridiculizaban y le acusaron de hechicero y charlatán.

Llegó al punto que se vio obligado a declarar en una corte para defenderse y probar de una vez por todas que lo que sus enemigos decían, no era verdad.

En los registros de taquigrafía se aprecia que, sin siquiera conocerla, Alois Irlmaier describió con todo lujo de detalles la ropa que se había puesto durante ese día la esposa del juez, y las actividades que había realizado.

Ante esa prueba contundente, el juez no tuvo más opciones que absolverlo de cada uno de las acusaciones en su contra.

Las profecías sobre la Tercera Guerra Mundial

«Muero feliz porque no viviré lo que he visto». Las palabras de Alois Irlmaier antes de su muerte. Crédito: publicdomainpictures.com

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Una de las curiosidades más importantes sobre las visiones que Irlmaier recibía, era que estas llegaban en «formato película», como la escena de un largometraje.

Lo único que no podía apreciar con claridad eran los números, los cuales siempre estaban tapados, borrosos o codificados. Sin embargo, eso no le impidió calcular algunas fechas, como el día de su muerte.

En julio de 1959, el vidente declaró con una gran sonrisa, en su lecho de muerte:

Muero feliz porque no viviré lo que he visto”.

¿Qué podría ser tan terrible para que una persona que participó en la Primera Guerra Mundial no quisiera vivir?

Irlmaier profetizó que la Tercera Guerra Mundial comenzaría en Medio Oriente; algo que, si vemos los últimos acontecimientos en este comienzo de año, más que todo lo sucedido en los anteriores atentados a Europa y la expansión del Islam en el mundo.

Las palabras exactas de Irlmaier sobre este suceso fueron las siguientes:

Cuando todo llame a la paz, ¡shalom!, entonces ocurrirá. Una nueva guerra en el Medio Oriente repentinamente se encenderá. Grandes fuerzas navales enfrentarán y contendrán la hostilidad en el Mediterráneo.

Pero la chispa que lo iniciará todo estará en los Balcanes: veo a ‘uno de los grandes’ caer, una daga sangrienta yace a su lado – impacto sobre impacto -. Dos hombres pagados por otros matan a un tercero de alto rango.

Uno de los asesinos es un hombre negro pequeño, el otro, algo más alto, tiene el cabello claro. Acaecerá en los Balcanes pero no puedo decir exactamente cuándo. Inmediatamente la venganza vendrá desde ultramar”.

La respuesta de Estados Unidos podría ser letal. Crédito: robertwaghorn / Pixabay

Siguiendo esta frase, podemos intuir que todo será por sorpresa, y los resultados y la crueldad serán algo nunca antes visto. Además habrán grandes cantidades de civiles involucrados.

Irlmaier también menciona los diferentes territorios que se enfrentarán durante la guerra. Uno de los escenarios y, el que, posiblemente, acaba de suceder, es el de una contundente respuesta estadounidense a Rusia y al Estado Islámico.

Suiza, Liechtenstein, Austria, Francia, Alemania y Holanda serán parte del primer escenario de combate. La segunda parte de este conflicto bélico se llevaría a cabo en España, Francia, Grecia e Italia, donde se presentarán los seguidores de Islam.

Sin embargo, el escenario donde se llevará a cabo la mayoría del conflicto será en Medio Oriente.

Son muchas las profecías que se han dicho sobre la Tercera Guerra Mundial, pero sin duda alguna que una de las más cercana a la realidad que estamos viviendo en estos momentos de tensión, es la de Alois Irlmaier ¿Es posible que estalle un conflicto bélico donde todos nos veamos involucrados? Por desgracia, sí, es muy posible.

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Crédito imagen de portada: depositphotos.com

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