Un cataclismo causó una gran devastación en la Antártida hace cientos de miles de años.
Hace unos 430.000 años, una poderosa ráfaga de gas y aire sobrecalentados incineró la superficie de la Antártida.
Una infernal catástrofe descendió desde el espacio como un lanzallamas gigantesco después de que un objeto del tamaño de un campo de fútbol entrara y explotara dentro de la atmósfera de la Tierra, según informa Gizmodo.
Cuando el «estallido de aire» (como lo llaman los científicos de la University of Kent) llegó a Tierra, quemó todo en el área a varios miles de grados Fahrenheit.
La historia se repite
Ha habido múltiples eventos de explosión en el aire durante la historia de la humanidad, aunque fueron mucho menos severos que el en cuestión aquí, según informa Gizmodo.
Una bola de fuego similar arrasó una gran parte del bosque siberiano en 1908. Otra explotó sobre Chelyabinsk, Rusia, en 2013.
Rastrear las evidencias
La explosión no dejó un cráter, pero dejó evidencia en forma de pequeñas esferas negras de metal y roca que se fusionaron durante las temperaturas extremas, según la investigación del equipo, que se publicó el miércoles en la revista Science Advances. Pero si volviera a suceder, definitivamente lo notaríamos.
El autor principal del estudio, Matthias van Ginneken, geoquímico de la University of Kent, le dijo a Gizmodo que «cualquier cosa que se interpusiera directamente en su camino se habría vaporizado».
Y si volviera a suceder, «sería desastroso y extremadamente destructivo a lo largo de varios cientos de kilómetros».
El estudio científico ha sido publicado en Science Advances.
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