Tenemos solo seis meses para alterar el curso de la crisis climática y evitar un problema global posterior relacionado a las emisiones de gases de efecto invernadero que abrumaría los esfuerzos para evitar una catástrofe climática, ha advertido uno de los principales expertos en energía del mundo.
Fatih Birol, director ejecutivo de la International Energy Agency (IEA):
“Este año es la última vez que tenemos, si no vamos a ver un rebote de carbono”.
Los gobiernos planean gastar $ 9 billones (£ 7.2 billones) globalmente en los próximos meses para rescatar a sus economías de la crisis del coronavirus, calculó la IEA. Los paquetes de estímulo creados este año determinarán la forma de la economía global para los próximos tres años, según Birol, y dentro de ese tiempo las emisiones deben comenzar a caer brusca y permanentemente, o los objetivos climáticos estarán fuera de su alcance.
Birol dijo a The Guardian:
“Los próximos tres años determinarán el curso de los próximos 30 años y más. Si no [tomamos medidas] seguramente veremos un repunte en las emisiones. Si las emisiones se recuperan, es muy difícil ver cómo se reducirán en el futuro. Es por eso que estamos instando a los gobiernos a tener paquetes de recuperación sostenibles”.
Las emisiones de dióxido de carbono se desplomaron en un promedio mundial del 17% en abril, en comparación con el año pasado, pero desde entonces han vuelto a subir hasta cerca del 5% de los niveles del año pasado.
En un informe publicado el jueves, la IEA, estableció el primer plan mundial para una recuperación verde, centrándose en reformas a la generación y consumo de energía. La energía solar y eólica debería ser un foco principal, según el informe, junto con las mejoras de eficiencia energética en edificios e industrias, y la modernización de las redes eléctricas.
La creación de empleos debe ser la prioridad para los países donde millones de personas han quedado en desempleo por el impacto de la pandemia de COVID-19 y los consiguientes bloqueos.
El análisis de la IEA muestra que enfocarse en los empleos verdes, como la modernización de edificios para hacerlos más eficientes energéticamente, la instalación de paneles solares y la construcción de parques eólicos, es más efectivo que invertir dinero en la economía de alto carbono.
Solo un cambio radical podría cambiar el rumbo por el que actualmente vamos.
Fuente: The Guardian
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