Es claro que el año 2020 ha sido una temporada fatal. Empezamos devastadores incendios forestales en Australia, pero incluso a finales de año, las cosas no han mejorado mucho. Las tormentas han estallado sobre el Atlántico, enormes incendios forestales se han apoderado de California. África está sufriendo una sequía severa y Asia está sufriendo inundaciones. Cada continente está siendo atacado no solo desde arriba, sino también desde el océano.
Los científicos habían anunciado previamente que el nivel del mar estaba aumentando en consonancia con los «peores» pronósticos. Desde la década de 1990, ha aumentado 1.8 cm debido al calentamiento de la superficie de la Tierra y al derretimiento de los casquetes polares. Si bien esta cifra puede parecer pequeña, de hecho, un centímetro de aumento del nivel del mar generalmente significa la migración de un millón de personas.
Los científicos atribuyen la creciente intensidad de estos eventos al clima cambiante, creyendo que la naturaleza nos está enviando una advertencia. Según Adam Smith, becario de investigación de la NOAA, los desastres climáticos «realmente han causado un año de desastres».
Smith dijo a The Associated Press:
“El cambio climático está afectando a muchos de estos desastres”.
Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, dijo a The Associated Press en una entrevista:
“La naturaleza nos envía un mensaje. Será mejor que lo escuchemos. Vayas donde vayas, sea cual sea el continente, vemos a la naturaleza golpeándonos. El período de tres años más cálido que jamás hayamos visto. Las temperaturas del Ártico, los incendios forestales, etc.”.
A pesar de que el COVID-19, que detuvo las actividades humanas en casi todo el mundo, las emisiones continúan aumentando, según un informe reciente de la ONU, la Organización Meteorológica Mundial y otros científicos. En particular, estamos hablando de los tres principales gases de efecto invernadero: metano, óxido de nitrógeno y dióxido de carbono; según informa Express.
A partir de 2019, las emisiones mundiales de CO2 fósil alcanzaron un nuevo máximo histórico de 36.7 gigatoneladas (Gt), un 62% más que en 1990. Los investigadores estiman que la probabilidad de un aumento de 1.5 ° C en la temperatura global de la Tierra para 2024 es del 20%. Esto sería desastroso para el planeta y para el clima a nivel mundial.
Hoy, en una cumbre virtual, conmemorando los 5 años del Acuerdo de París, el secretario general de la ONU António Guterres, ha pedido a todos los líderes del mundo «declarar el estado de emergencia climática en sus países».; según informa El País.
Aunque muchos digan que ya «estamos condenados», lo cierto es que aún tenemos tiempo y opciones para revertir el caos climático. La mala noticia es que tenemos poco tiempo y poca disposición de los países que más contaminan. Si no actuamos con urgencia, en pocos años será prácticamente imposible detener la catastrófica ola de desastres climáticos.
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