El “Libro de los Muertos” es un nombre moderno que se da a una serie de textos egipcios antiguos que los egipcios creían que ayudaban a los muertos a navegar por el inframundo, además de servir para otros fines. A veces se enterraban copias de estos textos con los muertos.

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El “‘Libro de los Muertos’ denota el corpus relativamente grande de textos mortuorios que normalmente se copiaban en rollos de papiro y se depositaban en los entierros del Reino Nuevo [circa 1550 a.C. a 1070 a.C.]”, escribió Peter Dorman, profesor emérito de Egiptología de la Universidad de Chicago, en un artículo publicado en el libro “Book of the Dead: Becoming God in Ancient Egypt” (Oriental Institute Museum Publications, 2017).

El “Libro de los Muertos” se popularizó durante el Reino Nuevo, pero derivó de los “Textos de los Ataúdes” -llamados así porque a menudo se escribían en ataúdes- y de los “Textos de las Pirámides” que se inscribían en las paredes de las pirámides, señaló Dorman. Los Textos de los Ataúdes fueron populares durante el Reino Medio (circa 2030 a. C. a 1640 a. C.), mientras que los Textos de las Pirámides aparecieron por primera vez en la quinta dinastía del Reino Antiguo (circa 2465 a. C. a 2323 a. C.).

Hechizos del Libro de los Muertos

El “Libro de los Muertos” incluye capítulos individuales, o hechizos. “Los antiguos egipcios utilizaban la palabra rꜢ para designar cada composición. La palabra rꜢ se traduce generalmente como ‘hechizo’ o ‘pronunciación’. Está escrita con el jeroglífico de una boca humana porque el término estaba relacionado con el habla”, explicó Foy Scalf, jefe de archivos de investigación de la Universidad de Chicago y doctor en Egiptología.

No se encontró un libro estándar en cada tumba. En su lugar, cada ejemplar contenía hechizos diferentes. “Ninguno de estos ‘libros’ contiene todos los hechizos conocidos, sino sólo una muestra juiciosa”, escribió Dorman, señalando que “ningún pergamino del ‘Libro de los Muertos’ es idéntico a otro”.

Los antiguos egipcios llamaban a estos textos el “Libro de salir de día”, escribió Dorman, señalando que este nombre reflejaba “la creencia de los egipcios de que los hechizos se proporcionaban para ayudar al difunto a entrar en la otra vida como un espíritu glorificado, o akh”.

Esta escena detallada, del Papiro de Hunefer (c.  1275 a. C.), muestra el corazón del escriba Hunefer siendo pesado en la balanza de Maat contra la pluma de la verdad, por Anubis con cabeza de chacal . Thoth, con cabeza de ibis , escriba de los dioses, registra el resultado. Si su corazón equivale exactamente al peso de la pluma, a Hunefer se le permite pasar al más allá. Si no, es devorado por la quimérica criatura devoradora Ammit, compuesta por el mortal cocodrilo, el león y el hipopótamo. Viñetas como éstas eran una ilustración común en los libros egipcios sobre los muertos. Crédito de imagen: Wikimedia Commons

Preparación para el viaje espiritual

Estos textos “preparaban a los egipcios para la vida después de la muerte y [tenían] el poder de conjurar todas las partes del propio cuerpo para el viaje espiritual”, escribió Barry Kemp, profesor emérito de Egiptología de la Universidad de Cambridge, en su libro “How to Read the Egyptian Book of the Dead” (W.W. Norton & Company, 2007). “El Libro de los Muertos, por medio de sus hechizos, confería a su propietario el poder de navegar con éxito -para la eternidad- por los diversos reinos [del inframundo]”, escribió Kemp.

Algunos hechizos aparecen con más frecuencia que otros en los ejemplares del “Libro de los Muertos”, y algunos se consideraban casi esenciales. Uno de estos conjuros esenciales es el conocido como conjuro 17, que trata de la importancia del dios solar Re (también llamado Ra), uno de los dioses egipcios más importantes, según Dorman.

Los antiguos egipcios creían que el cuerpo del difunto podía renovarse en el más allá, dejando a la persona navegar por un lugar de “dioses, demonios, lugares misteriosos y obstáculos potenciales”, escribió Kemp. Los capítulos del “Libro de los Muertos” describían algunas de las cosas que uno podía encontrarse, como la ceremonia del pesaje del corazón, en la que los actos de una persona se sopesaban con la pluma de la diosa Maat, deidad asociada a la justicia.

Los hechizos solían ilustrarse. “Las imágenes [eran] de gran importancia en la colección de textos funerarios del Nuevo Reino que ahora se denomina Libro Egipcio de los Muertos”, escribió Geraldine Pinch, egiptóloga, en su libro “Egyptian Myth: A Very Short Introduction” (Oxford University Press, 2004). “Muchos propietarios de Libros de los Muertos eran incapaces de leer los textos jeroglíficos, pero podían entender las complejas viñetas que resumían el contenido de los conjuros”, escribió Pinch.

Los hechizos no eran específicos de género. No había “hechizos que fueran usados particularmente por mujeres” ni hechizos que fueran usados principalmente por hombres, dijo Marissa Stevens, egiptóloga y directora adjunta del Pourdavoud Center for the Study of the Iranian World de la Universidad de California en Los Ángeles.

Múltiples propósitos

Este pequeño papiro presenta los hechizos 100 y 129 del “Libro de los Muertos”. En la parte superior están el texto y la viñeta del hechizo 129. A la izquierda de la viñeta está el dios Osiris sosteniendo un cetro; detrás de él se encuentra un gran pilar djed. Frente al dios hay una mesa de ofrendas con comida coronada por una gran flor de loto. A la derecha hay agua con dos barcos. En el de la izquierda está el fénix, mientras que en el de la derecha hay cinco deidades. La parte inferior del papiro presenta el hechizo 100. Esta vez, Osiris está representado en el lado derecho, nuevamente con un pilar djed detrás de él. Frente al dios está el emblema del este, y a la izquierda de este hay un bote impulsado por una mujer (la difunta) con un remo largo. Detrás de ella se sienta el dios del sol y luego el fénix. Crédito de imagen: Rogers Fund, 1924 / The Met / CC0 1.0

El “Libro de los Muertos” es famoso sobre todo por servir de guía a los difuntos, pero es probable que también tuviera otras finalidades. “Demasiado a menudo se ha llamado al ‘Libro de los Muertos’ ‘guía’ para la vida después de la muerte; era mucho más que eso”, dijo Scalf. “Probablemente la función más importante del ‘Libro de los Muertos’, que sólo puede deducirse a partir de pruebas indirectas, es que ayudaba a apaciguar los temores de la gente acerca de las incógnitas de la muerte”, dijo Scalf, señalando que los antiguos egipcios ricos también organizaban la momificación de sus cuerpos y decoraban sus ataúdes con textos religiosos en un esfuerzo por controlar lo que les sucedía una vez que morían.

Además, los hechizos del “Libro de los Muertos” podían utilizarse cuando una persona aún estaba viva. “La mayoría de los hechizos del ‘Libro de los Muertos’ no están diseñados para ‘navegar’ por el inframundo”, explica Scalf. “La mayoría de los hechizos tratan sobre la transformación y la experiencia trascendente. En la vida terrenal, un ritualista puede utilizar ritos y conjuros para trascender la experiencia cotidiana [utilizar los conjuros en una ceremonia para tener una experiencia religiosa]”, dijo Scalf, señalando que “muchos de los conjuros incluyen instrucciones sobre cómo utilizarlos en la Tierra”, lo que demuestra que es probable que también los utilizaran personas vivas, dijo Scalf.

Los egipcios creían que muchos de estos hechizos también podían utilizarse en la otra vida. “Una persona puede utilizar estos mismos hechizos para ayudar a transformar su existencia, pero en muchos sentidos se trata de una experiencia trascendente similar. Los hechizos consisten en gran medida en elevarse al plano de existencia de los dioses; sólo entonces la persona viajaría al inframundo junto con los propios dioses”, explica Scalf.

Copias para enterrar

Muchas de las copias del “Libro de los Muertos” que se han descubierto se desenterraron en tumbas y es probable que no se leyeran mucho. Y muchos de los manuscritos del “Libro de los Muertos” que sobreviven hoy en día probablemente no se leyeron mucho antes de ser enterrados con el difunto, dijo Scalf.

Crédito de imagen: American Research Center in Egypt

“El más largo de los manuscritos de papiro tiene más de treinta metros de longitud; habría sido un manuscrito muy difícil de leer. Estos manuscritos [encontrados en tumbas] eran copias de prestigio, en gran parte destinadas a ser depositadas en la tumba”, dijo Scalf.

Además, los conjuros del “Libro de los Muertos” no siempre se escribían en los manuscritos. Por ejemplo, Scalf señaló que a veces se escribían en las vendas que envolvían la momia. También se inscribían en las paredes de las tumbas e incluso en la máscara mortuoria dorada de Tutankamón.

Es posible que a las personas que no podían permitirse una copia de los hechizos se los leyeran. “Si no se tenía un pergamino en la tumba, los sacerdotes contratados o los miembros de la familia podrían habérselo recitado durante el funeral o durante la visita posterior a la tumba”, explicó Lara Weiss, conservadora de la colección egipcia y nubia del Museo Nacional de Antigüedades de los Países Bajos en Leiden, en un correo electrónico.

Las últimas copias conocidas del “Libro de los Muertos” se crearon en el siglo I o II d. C., escribió Scalf en un estudio publicado en el libro “Book of the Dead: Becoming God in Ancient Egypt“. En su lugar se popularizó otra serie de textos funerarios conocidos como los “Libros de la Respiración”, que derivaban, en parte, del “Libro de los Muertos”, escribió Scalf.

Descarga el Libro de los Muertos

A continuación podrán encontrar dos opciones para obtener el Libro de los Muertos:

▶︎ Opción 1: Libro de los Muertos del antiguo Egipto

▶︎ Opción 2: Libro de los Muertos del antiguo Egipto

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Fuente: livesci

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Crédito imagen de portada: depositphotos.com