Desde que tengo 11 años que creo que fuimos visitados por Antiguos Astronautas. Soy de los que creen que, en tiempos pasados, fuimos visitados por civilizaciones sumamente avanzadas.

Rara vez me deje convencer por teorías donde los Antiguos Habitantes de nuestro mundo lograron maravillas, solo con herramientas hechas de cobre y otros materiales livianos y blandos.

Cuando comencé a escribir en mi libro Código: Atlantis, una de las primeras cosas que entendí, es que debía demostrar que existió una civilización antes de nuestra civilización, y me tomé esa tarea muy en serio. De hecho, he hablado en varios canales de YouTube acerca de estas teorías, de estas civilizaciones que, para mí, estuvieron antes que nosotros, muchos milenios atrás.

Conozco el trabajo de Graham Hancock, el leído sus libros, Y últimamente he visto Apocalipsis del pasado programa de Netflix que consta de ocho capítulos, y qué es presentado y producido por el periodista escoses.

Debo decir antes que nada, que cada episodio es una obra maestra per se, cada imagen es perfecta cada monumento resalta ya que ha sido grabado en HD y eso es algo que no se había hecho nunca antes en tantos monumentos megalíticos.

Graham Hancock es un periodista que lleva más de 20 años en la búsqueda de esa civilización que, antes de la era glaciar, había construido un mundo antes del nuestro. Y eso no es una simple teoría.

Yo mismo creo, como dije siempre y parafraseando a J. J. Benítez, que Existió Otra Humanidad. No es casual que en todo el mundo, literalmente en todo el mundo, haya vestigios de construcciones que sobrepasan la imaginación y que además, hacen que los arqueólogos tradicionales se rasquen la cabeza.

Tres de los grandes monumentos retratados en la serie: Ggantija, en Malta; Gunung Padang, en Java y el Montículo de la serpiente, en Ohio, EE. UU. Imagen: ©theenvoyweb.com

La serie

Los Apocalipsis del Pasado (Ancient Apocalypse) es una serie de 8 capítulos, original de Netflix, producida y presentada por Graham Hancock. Este periodista de larga data, tiene varios libros en su haber, escritos, básicamente acerca de lo que profesa en esta serie: Los monumentos esparcidos por todo el mundo y que han sido datados erróneamente en diferentes fechas, fueron erigidos por una civilización, hace unos 12.000 años. Años más, años menos.

El habla en esta serie de “pérdida de memoria“. Nosotros, los seres humanos, olvidamos quienes construyeron esas monstruosas edificaciones y principalmente, olvidamos para qué se construyeron.

En esta serie de habla de varios monumentos: Gobekli Tepe, Derinkuyu, el Montículo de la Serpiente, las edificaciones de la isla de Malta, Poverty Point, etc.

Desgranemos resumidamente cada capitulo:

Capítulo 1 – Hubo una vez un diluvio: el monumento visitado es Gunung Padang, una pirámide hecha a base de columnas de basalto. Y hay mucho más, cámaras secretas y una datación extraordinaria.

Capítulo 2 – Un desconocido en un momento de Caos: La pirámide de Cholula, en México, es la más grande del mundo. Y fue enterrada.

Capítulo 3 – El Ascenso de Sirio: Malta, con sus grandes monumentos, que parecen apuntar a muchos sitios diferentes, pero que en realidad, muestran la historia del “viaje estelar” de una estrella: Sirio.

Capítulo 4 – Fantasmas de un mundo sumergido: el capítulo que más me atrae. El llamado Camino de Bimini, sería parte de un famoso continente perdido: La Atlántida.

Capítulo 5 – El Legado de Los Sabios: Gobekli Tepe y su “primo” Karahan Tepe. Ambos monumentos en Turquía, cuentan una historia mucho más antigua de lo que parece. Y ambos monumetos, además, fueron enterrados.

Capítulo 6 – La civilización perdida de Estados Unidos: Poverty Point, el lugar donde una civilización desconocida, creó montículos y un enorme observatorio astronómico.

Capítulo 7 – Un Invierno Fatal. También en Turquía, Derinkuyu es una ciudad labrada en la roca. ¿Por qué? ¿Cuál es el fin de una ciudad subterránea?

Capítulo 8 – Cataclismo y Renacimiento: Nuevamente en América del Norte, Hancock busca pruebas de un apocalipsis masivo, producto de una era glaciar.

Además, encontró una coincidencia en las edificaciones que es interesante de retratar.

Todos los edificios, excepto Derinkuyu, fueron construidos con una orientación específica. Incluso, cuando tenemos más de un templo en el mismo complejo, estos cambian de orientación. ¿Porque?

Y la respuesta es simple…

Sirio, la estrella más brillante del firmamento. ¿Por qué todas las civilizaciones antiguas la adoraban? ¿Será tal vez que no eran civilizaciones en plural, sino una única civilización? Imagen: © misistemasolar.com

Mirar al cielo

Al preguntarse porque muchos de estos monumentos apuntan a diferentes posiciones, Hancock descubrió porque es así. Por ejemplo, de los 4 monumentos hallados en Gobekli Tepe, todos apuntan a diferentes “lugares en el cielo”, pero a un mismo punto en el firmamento que se mueve: La estrella Sirio. Esta estrella es la más brillante y es más que obvio que esto no pasó desapercibido para los Antiguos Habitantes.

Entonces, cada varios cientos de años, construían otros monumentos para apuntar nuevamente a la esquiva estrella. Actualmente, nuestros observatorios son móviles, entonces, no debemos construir una y otra vez. Un dato más, importante a este artículo, es que en Gobekli Tepe, no son sólo 4 monumentos: hay otros 15 monumentos, descubiertos con radares de alta penetración y que, por supuesto, apuntarían a otras posiciones de Sirio.

Civilización madre

Hancock sostiene que una civilización que vivió antes de la última glaciación (La llamada “Glaciación Würm“, que culminó hace unos 11.700 años), fue la que construyó todos estos monumentos de los que hablamos y muchos más. En cada episodio, da datos precisos, además de sus teorías, acerca de esta desconocida civilización.

Corte transversal de Derinkuyu, la ciudad subterránea en la región de Capadocia, Turquía. Imagen: © zmescience.com

Por ejemplo, Derinkuyu, en la región de Capadocia, la ciudad subterránea, podía albergar unas 20.000 personas y los arqueólogos, además, han encontrado unas 200 ciudadelas subterráneas. Y hay más: muchas de estas ciudadelas, además están conectadas. La ciudadela fue fechada en el año 700 d. C., pero Hancock cree que es más antigua. La data, como a todos los monumentos, hace 12.000 años, y especula que pudo haber sido construida para sobrevivir al mismo cataclismo glaciar.

Según la arqueología convencional, estas ciudadelas fueron construidas para esconder a la población de sus enemigos. Si es así ¿Por qué conectar ciudades? Si el enemigo encontraba una de estas ciudades, simplemente siguiendo los túneles, llegarían a más… no, no es por enemigos que se construyeron estas ciudades…

Hancock prepara el camino durante todos los capítulos, hablando de ciertas imágenes que son coincidentes en varios de estos monumentos. Por ejemplo, la serpiente.

Hay representaciones de serpientes en muchos de estos monumentos. El montículo de la serpiente, es el monumento por excelencia, pero no el único. En Gobekli tepe, hay varias serpientes talladas, en México, tenemos a la “serpiente emplumada” (Quetzalcóatl), en Malta, en varios monumentos, hay serpientes representadas.

En Derinkuyu, se dice que fue Ahura Mazda, la deidad principal de zoroastrismo, quien ordenó a los profetas que construyeran ciudades subterráneas para protegerse de una edad helada, que comenzaría con, como no, la llegada de una “Serpiente Voladora”. Otra vez la serpiente.

Hancock nos dice que en la era de hielo, se dio el auge y la destrucción de esta civilización desconocida. Es por eso que quisieron dejar constancia de su existencia, pero nosotros, los humanos del presente, olvidamos su existencia.

Esta civilización no solo intento dejar evidencia de su existencia, sino que quiso enseñar a los cazadores – recolectores que convivían con estos. Si actualmente, nosotros, el “hombre moderno” convive con tribus que aun cazan y recolectan, es más que evidente que esta civilización pudo haber coincidido con los Cazadores – Recolectores, en todo el mundo. No olvidemos que, antes de eso, dicen que el Homo Sapiens convivió con el Neanderthal.

Volviendo a la teoría de Hancock, la serpiente tiene un significado: Apocalipsis.

Serpiente: inicio del Apocalipsis

La serpiente es la representación de algo que los antiguos vieron venir del cielo. Algo que debía ser representado y que quede grabado no solo en su memoria, sino también en la nuestra. Ahura Mazda dijo que una serpiente voladora, iniciaría el apocalipsis.

La “estera Negra” o “Black Mat Layer” (marcado con la flecha roja) que demuestra un suceso cataclísmico de intenso calor, seguido de una inundación. Imagen: © researchgate.net

Este apocalipsis, no fue único. La misma “serpiente”, “mordió” a la tierra mucho antes y exterminó el 95% de la vida sobre la Tierra. Hablamos del asteroide que mató a los dinosaurios. Si, Hancock y un grupo de científicos de todo el mundo, cree que un gigantesco asteroide pasó muy cerca de la Tierra, hace unos 12.000 años, y partes de este, en forma de cientos, tal vez miles, de meteoritos cayeron a la Tierra. Entonces nuestros “antepasados” dejaron registro de lo que vieron y sintieron. Cientos de serpientes cayendo, mordiendo y rompiendo la Tierra. Y la Tierra, que sí tiene memoria, nos muestra hoy lo que se conoce como la “estera negra” (Black Mat layer en inglés) que es una marca negra en los estratos geológicos que representa un gran cataclismo hace… unos 12000 años.

Este cataclismo de que se habla es un gran cambio climático, provocado por un gran calor seguido de una gran inundación. Esto, solo puede significar que un cometa o asteroide choco o pasó muy cerca de la Tierra, calentando hasta el punto de derretimiento todo (TODO) lo que existía en la superficie de la Tierra. Y luego, la gran inundación. Se sabe que este cataclismo ocurrió a nivel mundial, porque la “estera negra” se ha hallado en EEUU; Inglaterra, Turquía, norte de África, etc.

Según la arqueología tradicional, los sumerios fueron la civilización más antigua, datada hace unos 5.000 años. Algo me dice que nuevas dataciones pueden dar como resultado unos 7.000 años más. Imagen: © alamy.es

Entonces, las investigaciones de Hancock lo llevan a tener la conclusión de que una civilización avanzada fue devastada hace 12.000 años, por un meteorito, al igual que los dinosaurios hace 65 millones de años.

Y nos exhorta a tomar las medidas para evitar lo mejor posible, que ocurra una tercera vez. Vivimos en un mundo y una época híper tecnificada, y evitar este tipo de cataclismo podría evitarse, o al menos, paliarse para la mayoría de la civilización actual.

De hecho, ya hay esfuerzos en este nivel.

Un Dardo en el espacio exterior

El 26 de septiembre de 2022, concluyo a medias uno de los proyectos en este sentido: una nave espacial de la NASA chocó contra un asteroide, con la intención de desviarlo de su trayectoria.

El “Dart” (dardo en inglés) era un proyecto que deliberadamente intentó desviar asteroides, chocando naves contra ellos, con la intención de evitar que choquen contra la tierra. En este caso, la nave, que era más pequeña que un automóvil, se estrelló a más de 20.000 kilómetros por hora contra su objetivo, el asteroide Dimorphos, al que alcanzó a la hora prefijada.

Imagen enviada por el Dart, momentos antes de impactar en el asteroide Dimorphos. Imagen: © NASA

Entonces, ya estamos trabajando en una defensa global, para evitar que los asteroides potencialmente letales lleguen a nuestra entrada. Esperemos que estos proyectos sean eficientes.

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Conclusiones

Como dije al principio, Las teorías de Hancock no son nuevas para mí. Vengo hablando de estos monumentos hace años, y mi frase de cabecera es “Existió Otra Humanidad“. Estoy seguro que de a poco, este rompecabezas ancestral se irá armando y vamos a ir conociendo nuestra historia, nuestra verdadera historia.

Hiperbórea, Mu, Lemuria, Atlántida y tantas otras civilizaciones legendarias, tienen historias fantásticas y no debemos cerrarnos a pensar que no existieron. Pruebas de ellas, hay, y a montones. El único problema que la arqueología convencional se niega a aceptar la posibilidad de esto. Es como si esperaran un cartel que diga “Lemuria: a 15 km“. ¿Y saben qué? Esos “carteles” existen. Son las piedras talladas que se encuentran en todos estos monumentos megalíticos y otros no nombrados en la serie. Recién estamos aprendiendo a descifrarlos, no existe una “piedra de Rosetta” de la anterior civilización. O sí, pero no la sabemos leer. Como dice Graham Hancock “perdimos la memoria de nuestros antepasados“.

Muchas civilizaciones alrededor del mundo, construyeron complejos de templos, orientados a distintas posiciones. Supuestamente, todos ellos, en diferentes épocas, se orientaban a Sirio. Muchos de ellos fueron enterrados ANTES de la llegada de “la Serpiente” ¡quién sabe cuántos monumentos se encuentran aún enterrados!

Soy de la idea de que todas esas civilizaciones, más allá del nombre que tenían, existieron. O, según creo, existió. Una única civilización global que cubrió toda la Tierra. Una civilización que aprendió de sus errores y comenzó a vivir como un solo pueblo, en paz y construyendo monumentos en todo el mundo. Además, quiso enseñar a los cazadores – recolectores las artes y las ciencias, la siembra y cultivo y mucho más. Pero no pudo terminar su trabajo, una gran “serpiente”, “mordió” la Tierra, despedazándola, y casi acabando con la raza humana. Los sobrevivientes se escondieron donde pudieron. Cuevas, ciudadelas subterráneas, etc. Pero poco a poco, fueron olvidando sus raíces y su historia.

Nosotros olvidamos.

Es momento de recordar, mirando las evidencias de una civilización única desconocida que, por decisión propia, llamaré Atlantis.

Aprendamos a leer.

Un artículo escrito por: Darío Fernández; colaborador de CodigoOculto.com

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