Aunque los orígenes del imperio incaico, parecen no representar demasiados misterios, con crónicas perfectamente documentadas, sobrevuelan en los mismos, ciertos relatos de los llamados tiempos míticos, con datos no siempre atendidos, y que suelen dejarse de lados, tachados de meras leyendas.

Uno de esos casos lo presupone el llamado mundo subterráneo andino, tema recurrente dentro de nuestros artículos, y que hoy volvemos a explorar.

Adentrémonos en sus dominios.

Uku Pacha – El Reino Interior

“Poco más se puede decir, por ahora, respecto a este asunto, cuando se realicen las excavaciones en el Corazón de la Ciudad Imperial, y se desvele los misterios del Cuzco subyacente”. Ing. Santiago Agurto. Acerca de la Construcción, Arquitectura,  y Planeamiento Inca, 1987.

Cuando hace muchos años me inicié en el misterio del mundo subterráneo andino, supe de inmediato rozaba un secreto de alta importancia, y de contenido tabú.

Misteriosos orígenes Incas.

Me tomó tiempo entender que, para abordar un enigma de tamaña naturaleza, necesitaba trabajar ciertas cualidades, como por ejemplo la paciencia. Tal el desafío planteado, y reto que comprendí pudiera consumiría la vida, en mis intentos por develarlo.

No es mi intención abrumar al lector con estos pensamientos, el pan de cada día en ya mi interminable investigación. Y es que estamos ante el misterio mayor, según cree esta estudiosa testaruda, pudiendo alterar la historia conocida. Pero regresemos a nuestro informe.

Para ir comprendiendo el acertijo de un mundo subterráneo andino, es necesario abordar un concepto que en varios artículos venimos tratando, acerca del inframundo o reino de los muertos, conocido por los antiguos mexicas como Xibalbá, tema publicado hace unas semanas.

En la cosmogonía incaica este concepto recibe otra connotación, el de Uku Pacha, presentando el término, «como mundo de los muertos, de los no natos, y de todo aquello encontrado bajo la superficie terrestre o acuática».

El legendario Manco Cápac ¿oriundo de una humanidad subterránea? Cortesía: laciudadrevista.com

Según refiere el diccionario Runasimi (Quechua), Uku admite varias otras interpretaciones, como son la de hondo, profundo, por debajo, hueco, interior y parte interna.

Uku es descrito también como sinónimo de cuerpo humano, dato no menor. Pacha, en cambio, engloba espacio y tiempo. Así mismo  refiere a lo oculto, misterioso, y secreto. También alude a Tierra. Vemos que tras la unión de Uku y Pacha, se evoca una realidad más profunda enmarcada por la espiritualidad, asiento de una antigua tradición primordial, y en paralelo a su vez, con una realidad viva, que después analizaremos.

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Ambas conviven, y se entrelazan. Otro punto necesario para atender, ya que como según admite la antigua cosmovisión inca, el mundo aparece dividido en cuatro regiones: Hakak Pacha (mundo del más allá), Hanan Pacha (el mundo de arriba, o celestial), Kay Pacha (el mundo de aquí, o terrestre) y el Uku Pacha (mundo subterráneo o inferior).

Manco Cápac según representación, del gran cronista Gauman Poma. Cortesía: americanindian.si.edu

Cada una de estas cuatro líneas imaginarias, constituyen el corazón del Tahuantinsuyo, (en quechua regiones o divisiones), geografía sacra que supo regir los destinos incas, y donde se oculta un secreto de alta importancia para nuestro estudio.

Solo agregar el Uku Pacha (Mundo Inferior), se comunica con el Kay Pacha (Mundo Terrestre), a través de cuevas, lagos, fuentes, y toda abertura de la corteza terrestre. El Uku Pacha suele estar simbolizado por una serpiente alada  en quechua, Amaru, y que el ocultismo registra como hombres culebras, los míticos nagas hindúes, tótem de sabiduría, e intermediario entre los mundos.

Misteriosos orígenes, de los fundadores del mundo incaico

Imagen de Paucartambo, Cuzco, origen de una de las leyendas incas más importante. Cortesía: Wikimedia Commons

Teniendo en cuenta lo expuesto en el anterior pasaje, podemos avanzar en el enigma a tratar. Explicamos la existencia de un mundo espiritual encarnado en el Uku Pacha, pero también dijimos el mismo oculta otros mensajes, aquel que señala su intermediación entre el mundo celeste y terrestres.

Estas vías de comunicación o pasajes hacia ese otro lado, funcionarían a través de las arterias pétreas y submarinas, donde el elemento acuoso también juega un papel importante.

Bajo esos accesos existirían pasajes, más conocidos como túneles, y que antaño habrían servido como refugio tras producirse en el pasado, según comentan antiguas crónicas, formidable cataclismo, y cuyos efectos devastadores, estuvieron a punto de hacer desaparecer la vida en todo el planeta.

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Acerca de estos túneles, mucho se ha discutido, y surgen diversas interpretaciones. Hay hipótesis que promulgan estos accesos internos son obra de la naturaleza, otros en cambio, sugieren el uso de arquitectura artificial, siendo obra de una antigua humanidad.

En ese contexto, donde en el análisis de las legendarias crónicas incas, se reportan historias para algunos míticas, aunque para muchos, velos que ocultan una olvidada realidad.

Retrato de la llamada Roca Sagrada en Isla del Sol, Lago Titicaca, y donde se dice ocultan grandes secretos sobre los orígenes Incas. Cortesía: tripadvisor

Examinemos algunas referencias:

En El Mensaje del Sol. Eslabón de los Andes, el estudioso bolivariano, Guillermo Lange Loma, en un trabajo ya mencionado, es quién entrega estas primeras pistas.

Escribe:

“De esta manera son muchos pueblos distantes entre sí, que recuerdan o enviado del cielo para conformar y salvar al Pueblo Selecto. Conformar a través de la difusión y práctica de un conocimiento olvidado como encierra La Puerta del Sol de Tiahuanaco y El Lago Titicaca, y salvar a los que hubiesen puesto en práctica  tal conocimiento para ser dignos del refugio o Paucartambo, palabra que se traduce como refugio de los escogidos, de lo precioso, de lo delicado, de lo lindo, de lo agradable”.

Desde ya aquí, una primera revelación sobre este sagrado misterio, encarnado en Paucartambo, distrito cordillerano del imperial Cuzco, y ruta directa hacia la ciudad santa, Paititi, morada subterránea, y residencia de los puros. La Shambala andina.

Pero sigamos ahondando. Según narra el cronista jesuita, Pedro Bernabé Cobo, en su monumental Historia del Nuevo Mundo, al hablar del Diluvio, dice, como el gran hacedor del mundo Ticci Viracocha convocó a Manco Kápac (o Cápac) como su hermano mayor, para anunciarle.

“Tú y tus descendientes habéis de sujetar muchas tierras y gentes y ser grandes señores, siempre tenedme por Padre, preciándose de ser hijos míos, sin jamás olvidarnos de reverenciarme como tal; y acabando de decir esto le dio las insignias de rey, que desde entonces usó  él  y sus sucesores  (o Báculo), y se subió  luego al cielo con la Luna y las estrellas, de ponerse cada cual en su lugar que tienen. Luego por mandato del Hacedor, se sumieron debajo de la Tierra los hermanos Incas, y fueron a salir a la dicha cueva de Pacaritampu“.

Y aquí un paréntesis. Existe cierta controversia sobre los orígenes incas, ya que circulan dos reclamos sobre ciertos eventos de la leyenda fundacional. Estas versiones divergentes, la de Los Hermanos Ayar y Manco Cápac y Mama Ocllo, remiten a varios cronistas, españoles que fueron recogiendo narrativas orales sobre las mismas, tanto en Cuzco (Perú), como en Lago Titicaca (Bolivia).

Así tenemos nuevamente al padre jesuita Pedro Bernabé Cobo, ya citado, quién escribe lo siguiente:

“Después del Diluvio Universal, en el que perecieron casi todos los hombres, salieron de una cueva que está en el sobredicho asiento Tampu o Tambo, llamada Pacaritampu, por una ventana de Piedra, que es la boca o respiradero de dicha cueva, cuatro hermanos llamados Manco Cápac, Ayar Cuche, Ayar Uche y Ayar Manco; y con ellas cuatro hermanas suyas que se decían Mama Huanco, Mama Ocllo, Mama Ragna y Mama Cura“.

Acerca de su origen prosigue Cobo:

“No concuerdan fingiendo unos que procedieron de sí mismos, y otros de la Laguna Titicaca, donde escaparon del Diluvio, los trajo el Hacedor del Mundo, por las cavernas de la Tierra hasta salir por aquella cueva de Pacaritampu, los cuales con las semillas de maíz, y de otros de sus mantenimientos, que les dio el Hacedor se pusieron en camino para el valle del Cuzco“.

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Otro religioso Joseph Acosta, miembro de la Compañía de Jesús, en Historia Natural y Moral de las Indias (S.XVI), informa lo siguiente.

“De la gran Laguna Titicaca salió Wiracocha, el cuál hizo asiento en Tiahuanaco, donde se ven hoy ruinas, y pedazos de edificios antiguos y muy extraños, y que de allí vinieron al Cuzco, y así tornó a multiplicarse el género humano. Muestran en la misma laguna una isleta donde fingen que se escondió y observó el sol, y por ello hacían allí muchos sacrificios no solo de ovejas, sino de hombres también. Otros cuentan que de cierta cueva, por una ventana salieron seis o no se cuantos hombres, y que estos dieron principio a la propagación de los hombres, y es donde llaman Pacaritampo por esa causa. Y así tienen por opinión que los Tambos, son el linaje más antiguo de los hombres”.

El sorprendente Copacabana de los Incas, con información que sacude el pasado andino. Cortesía: idecaperu.org

El Inca Garcilaso de la Vega, en sus famosos Comentarios Reales añade su posición sobre el tema, demostrando cierta desconfianza, en cuanto a la versión recogida.

“Dicen que al principio del mundo salieron por unas ventanas de unas peñas que estaban cerca de una ciudad llamado Paucartampu, cuatro hombres y cuatros mujeres, todos hermanos, y que salieron por la ventana de en medio, de aquellas son tres, la cual llamaron ventana real”.

Esta ventana real mencionada por Garcilaso, según infiere Guillermo Lange Loma, vincularía a la ventana de un arca o refugio, abertura esplendente, sería  nada menos que El Lago Titicaca que durante el Diluvio protegió a los Fundadores del Mundo, aquellos que según Lange, son los “Iniciados del Círculo Interno de la Humanidad”. Profunda revelación subterránea.

Copacabana de los Incas. Protohistoria Andina

“Estas láminas contienen hieroglifos muy expresivos y hecho público, acontecidos año por año, durante la construcción del arca salvadora. Maravillosamente descriptas vemos en cada una de estas láminas diluviales, todas las causas remotas y próxima de la gran catástrofe universal”. Baltasar de Salas. Copacabana de los Andes, 1618.

En 1901 el sacerdote franciscano Jesús Vizcarra Fabre reedita una controversial obra, Copacabana de los Incas. Documentos Auto lingüísticos, e isografiados del Aymáru-Aymara. Protógonos de los preamericanos, escrita en 1618, por el fraile agustino Baltasar de Salas.

La publicación adquiere ribetes de maldita, y sufre un rechazo feroz por parte de los académicos bolivianos, que tachan la historia como producto de la peor fantasía, y mezcla evangélica.

Tras el rechazo no se volverá a saber nada de ella, hasta hace unos años, cuando el trabajo vuelve a reeditado en 2010, por descendientes de Vizcarra Fabre, quién por cierto falleciera en 1904 tras sufrir un colapso nervioso.

Representación del Uku Pacha. Inframundo Inca.

Lo cierto es que su autor Fray Baltasar de Salas que residió quince años en la zona de El Lago Titicaca, donde recibió por parte de ciertos amautas andinos, documentos inéditos sobre el pasado de los Incas.

Este material al parecer estaba compuesto además de kipus, por «planchas hieráticas con dibujos grabados en bajo relieve, no solamente del Arca de Noé, de Moisés y de Dagón, sino también planchas (de oro), y talismanes apocalípticos, halladas según le fuera revelado al agustino, en bóvedas antediluvianas», ocultas, en La Isla del Sol, Titicaca. Verdadera biblia andina.

Recoge Baltasar Salas:

“Ved aquí en estas doscientas y más chapas o láminas de bronce, descriptiva muy viva y verídicamente todos y cada uno de los sucesos generales, desde Adán y Eva, Ñokke Aymaru o Noé de Moisés“.

Según observa Guillermo Lange Loma, quién estudiara en profundidad el extraño documento, el diluvio comentado en la obra se produjo por la unión de, “las aguas de la Luna con la de la Pachamama. Mientras duró el fenómeno, el pueblo selecto estuvo dirigido por los Chakawara (Señores de las Estrellas). Noé y sus hijos (los elegidos), grabaron las láminas mencionadas durante ese memorable tiempo del Diluvio”.

Este increíble tesoro se habría ocultado en bóvedas antediluvianas, como se desprende de este pasaje:

“En la isla del Sol, como de la Luna, los naturales oriundos, conservan grandes reliquias, de sus dioses y sus príncipes, mezclados con varios objetos cristianos, como planchas de dibujos apocalípticos, piedras hiereticas, y también demoticas, con sus quelcas y kipus, pero muy ocultas reservadas en los socavones que sólo ellos conocen”.

En Copacabana de los Incas también se revela, sobrevivieron cuatro familias escogidas, llamados los fundadores del mundo, que fueron enviados a repoblar el planeta, y siendo una de ellas que iniciara luego, la dinastía de los Manco Cápac.

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Giovanni Anello Oliva, y una confidencia misteriosa, sobre extraños moradores subterráneos en el Cuzco.

Más conocido como el padre Oliva, este sacerdote jesuita, nacido en Nápoles, Italia, durante 1574, residió gran parte de su vida en el Virreinato del Perú.

Sus dotes de historiador, lo llevaron a escribir una magna obra, Historia del Reyno y provincias del Perú, y varones insignes en santidad de la Compañía de Jesús, que publicara en 1628, actualmente parte del acervo del Museo Británico.

El trabajo destaca por la inserción de fuentes directas, en especial sobre leyendas prehispánicas, que se dice no mencionadas por otros cronistas. Uno de sus informantes fue un anciano quipucamayuc, llamado Catari.

Este sabio nativo de Cochabamba, Bolivia,  logró transmitirle importante información que se extiende sobre la genealogía del mítico Manco Cápac, la existencia de un imperio quechua anterior a ésta dinastía, y menciona a Huyustus monarca de la subterránea Chucara, que habría sido la real. Tiahuanaco.

Monolito en Tiahuanaco. Cortesía: Wikimedia Commons

Mucho podríamos extendernos, sobre éste fascinante estudio legado por Anello Oliva, fallecido en 1642.

Invito al lector se centre en un pasaje de esta increíble obra, que advierto, no apto para cardíacos.

Narra Anello Oliva:

“Casi eran niños ciegos, cabellos rubios y piel blanquecina casi transparente. Podían vérselas sus cosas interiores de la vida. Salieron formados de dos en dos. Eran más de un centenar. Caminaron varios días bajo las hostiles laderas del Cuzco, solo con una ligera túnica, que les cubría parte de su delgadísimo físico. Empezaron a construir los templos, luego llegaron los lugareños, empezaron a ayudarlos, y posteriormente a venerarlos.  Sólo fue una temporada. Los niños casi ciegos les dijeron a sus súbditos (los lugareños), que su misión era construir y hacer una réplica del real Tiahuanaco, y El Templo del Sol, que estaban bajo las entrañas del Cuzco, en el lugar donde nacen las altas montañas”.

Hasta Aquí.

Conclusión

Como siempre decimos, estamos ante la aproximación de un misterio, que se debe seguir explorando. En este caso acerca de los orígenes incas, se ahondó en la vía legendaria, y con información inédita en muchos casos. A penas rasgado el velo. Continuará.

Bibliografía:

Libros:

• Agurto, Santiago. Acerca de la Construcción, Arquitectura y Planeamiento Inca. Lima: CAPECO, 1987.
• González, Ricardo. Uku Pacha. El Mundo Subterráneo de la Hermandad Blanca. Buenos Aires, 2003.
• Hunter, Brad. Mensajes de Luz para la Nueva Era dorada de América. El Arte Psicográfico de Elena Valdéz. Buenos Aires: La Imprenta Ya, 2013.
• Lange Loma, Guillermo. El Mensaje del Sol. Eslabón de los Andes. Cochabamba: Kipus, 2009.
• Longato, Renato. El Mensaje de los Andes. Lima: Libertad, 1993.
• Longato, Renato. Dioses del Pasado. Enigmas de la Arquitectura Inca.
• Lima: Impresos Gráficos y Continuos, 2006.
• Lugo, Francisco Aniceto. Los Pueblos Maestros. Atlántida, Tiahuanaco y Lemuria. México: Diana, 1978.
• Revenga, Juan José. América Mítica. Buenos Aires: Olmos, 2013.
• Sierra, Javier. En Busca de la Edad de Oro. Barcelona: Planeta, 2018.

Artículo escrito por: Débora Goldstern, escritora y colaboradora para CodigoOculto.com