Una de las culturas antiguas oriundas de los andes peruanos fueron los Chachapoyas, o «Guerreros de las Nubes». Su territorio ocupó buena parte del valle del río Utcubamba, dispersándose por el sur hasta el río Abiseo cerca de la ciudadela de Gran Pajatén. Esta comunidad ha dejado una gran cantidad de monumentos de piedra y otras edificaciones que permiten entrever su modo de vida.

Los Chachapoyas y su legado

Los Chachapoyas fueron llamados así por los Incas, quienes conquistaron el territorio de los Chachapoyas a finales del siglo XV. Este nombre significa “Gente de las Nubes”, y hace referencia al hecho de que esta cultura estableció su morada en las selvas tropicales cubiertas de nubes del Amazonas.

En estos terrenos tan inhóspitos los Chachapoyas construyeron ciudades y edificaciones de carácter cultural y religioso. Grandes monumentos de piedras, ciudadelas y muros permiten apreciar el nivel de desarrollo presente en la cultura y su carácter trabajador. Uno de dichos lugares remotos es conocido por el nombre de Kuelap, y fue descubierto sesenta años antes de la famosa Machu Pichu.

Fortaleza de Kuelap (Perú). Crédito: José Porras (Wikimedia Commons)

El estilo de vida autónomo y completamente aislado de los Chachapoyas seguramente es la razón por la que muchos desconocen su existencia. Pero cuando echamos un vistazo de cerca a sus asentamientos, nos damos cuenta de su rico legado. Su cultura y religión todavía persiste en pequeñas comunidades y poblaciones.

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Una mirada más cercana a la cultura de los Chachapoyas

Uno de los lugares arqueológicos más fascinantes y que permite ver de cerca la cultura de los Chachapoyas es sin duda el Gran Pajatén. En esta ciudadela se han descubierto unas 26 estructuras circulares de piedra, conectadas por un conjunto de terrazas y escalinatas.

Los edificios circulares están ingeniosamente decorados con frisos y altos muros defensivos. La gran capacidad de sus constructores para edificar en zonas de difícil acceso todavía deja impresionados a los visitantes. También se puede visitar la Laguna de Los Cóndores que se encuentra a una altitud de 2600 metros sobre el nivel del mar.

La Fortaleza Kuelap, una obra de ingeniería primitiva

Una de las edificaciones más sorprendentes que los Chachapoyas construyeron ha sido denominada como La Fortaleza Kuelap. Los muros de esta ciudadela miden casi 600 metros de largo, y se puede apreciar una enorme torre hecha de piedra con 19 metros de altura. Algunas de las piedras usadas en la construcción pesan hasta 3 toneladas.

Lo que más asombra de esta y otras edificaciones, es la enorme habilidad de sus constructores para trabajar a gran altura. Incluso llegaron a levantar estructuras sobre plataformas y pendientes. Además de gran habilidad, se requería mucha valentía y nervios de acero para llegar hasta allí con la intensión de construir.

Sus costumbres funerarias

Una de las edificaciones más famosas de los Chachapoyas está directamente relacionada con sus costumbres funerarias. Se trata de las tumbas de los antiguos «Sabios», ubicadas en un sitio arqueológico llamado Carajía a unos 60 kilómetros al noreste de la ciudad de Chachapoyas, Luya, Perú.

Los sarcófagos de Chachapoyas, Perú.

Los seis sarcófagos hechos de piedra, de 2.5 metros de altura, están dispuestos en lo alto de una superficie muy estrecha y de difícil acceso. El área se proyecta sobre un acantilado de piedra caliza, donde yacen acomodados sarcófagos sin extremidades y grandes cabezas. Mandíbulas pronunciadas y hacia arriba hacen recordar a los monumentos monolíticos de la Isla de Pascua.

Su respeto y veneración por los antepasados se percibe por los adornos y detalles presentes en los sarcófagos. Algunos están embellecidos con cuernos de ciervos y otros tienen incrustaciones de cráneos humanos.

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El Cóndor y el símbolo de la Serpiente en zigzag

Los Chachapoyas adoraban a las serpientes, cuyo símbolo era una serpiente con forma de zigzag. Este diseño se considera como el más extendido en toda la cultura, y aparece en diversos grabados de sus edificaciones y utensilios. Por su parte, el Cóndor era el dios principal, aunque hay historiadores que insisten en que fueron los Incas quienes introdujeron al Cóndor como dios entre los Chachapoyas.

Una cultura extraordinaria con costumbres y estilo de vida muy particular, en donde el trabajo arduo y convivencia pacífica era lo común. Seguramente seguirán asombrando a quienes dediquen tiempo en ahondar entre su grandioso legado.

Escrito por: Luisa Lugo, redactora de CodigoOculto.com

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