El año 2020 ha traído desastre tras desastre consigo. Este año «maldito» inició con los incendios forestales en Australia que causaron la muerte de más de mil millones de animales. Y ahora, innumerables hectáreas de bosques y tierras de cultivo de Siberia están siendo devastadas por las llamas.
El fuego no solo se limita a Siberia, el Oriente de Rusia también está siendo muy afectado. Se ha contabilizado que hasta nueve regiones siberianas fueron arrasadas por los incendios, de acuerdo a datos satelitales obtenidos por la NASA.
Como ha informado el sitio The Siberian Times, el ministro ruso de situaciones de emergencia, Evgeny Zinichev, ha catalogado la situación como «crítica». Zinichev dio a conocer que los incendios registrados cerca de Krasnoyarsk han afectado 10 veces más territorio que el año pasado, además los incendios en Transbaikal han sido el triple que los del año pasado y en la región de Amur, han sido 1.5 veces mayores a los del año pasado.
Se ha informado que hasta ahora, al menos 50 casas han sido destruidas por el avance del fuego en la región de Novosibirsk y otras 27 viviendas en Kemerovo.
Se sabe que los incendios fueron causados por humanos e iniciados por la quema del pasto seco en tierras agrícolas. Esto ocurre a pesar de que este tipo de prácticas están prohibidas.
Aunque los incendios azotan Siberia durante la primavera y verano, el año pasado fue uno de los peores en la historia. La temporada 2019-2020 ha sido el invierno más caluroso de Rusia, lo que indudablemente ha generado condiciones secas que son el escenario ideal para la propagación de incendios. Esto ha traído consigo un reciente mes de abril cálido y ventoso, que ha extendido los incendios hacia otros lugares del país.
El ministro Zinichev habló recientemente en una vídeo conferencia junto al presidente Vladimir Putin, advirtiendo lo siguiente:
“La razón principal, por supuesto, son los incendios agrícolas no autorizados y no controlados. Un invierno con menos nieve, un invierno anormal y una humedad insuficiente del suelo son factores que crean las condiciones para la transición de los incendios de paisajes a los asentamientos”.
De acuerdo a Sergei Anoprienko, jefe de la agencia forestal rusa Rosleskhoz, la pandemia de COVID-19 también ha influido en el aumento de los incendios, debido a que muchas personas han abandonado las áreas urbanas para dirigirse al campo debido a las restricciones aplicadas en el país. Esto habría iniciado en algunos casos los incendios, posiblemente por las prácticas y acciones de estas personas.
Anoprienko dijo:
“En algunas regiones, la temperatura ya ha llegado a aproximadamente 30 ° C [89 ° F], y las personas simplemente no pueden mantenerse en sus apartamentos. La gente se aisló al aire libre y se olvidó de las reglas de seguridad contra incendios”, agregó.
Las autoridades han informado que hasta el momento los incendios han devastado miles de hectáreas. Se espera que con la primavera, el clima más templado fortalezca los incendios durante las siguientes semanas.
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