El veterano de los servicios de inteligencia David Grusch declaró para BBC Radio 4 que reveló públicamente los programas secretos estadounidenses sobre OVNIs porque el público merece conocer “su lugar en el cosmos”. Para ello Grusch entrevistó a 40 miembros “actuales y anteriores del personal militar y de inteligencia más distinguido” que trabajaron en la recuperación de OVNIs todavía clasificados. En la reciente entrevista Grusch dio a conocer que EE. UU. está utilizando la tecnología no humana recuperada para fabricar armas de alta tecnología.

El ex alto funcionario de los servicios de inteligencia David Grusch ha dado que hablar durante todo el verano, denunciando en público y en secreto que el Gobierno de EE. UU. ha ocultado al público y, de forma ilegal, al Congreso la existencia de naves espaciales no humanas estrelladas.

En una nueva entrevista concedida el jueves a la radio de la BBC, Grusch amplió su testimonio bajo juramento y su denuncia clasificada, describiendo sus afirmaciones sobre un programa clasificado de ingeniería inversa de OVNIs y sobre muertes relacionadas con OVNIs como “un acto de la verdad al poder”.

Advirtió que la supuesta cartera de OVNIs de alto secreto de EE. UU. abre “una caja de Pandora para posibles actividades de ingeniería inversa del tipo de desarrollo de armas militares”.

David Grusch (al centro) veterano de la Fuerza Aérea y de la agencia de inteligencia, junto a Ryan Graves, un ex piloto (izquierda), y el veterano piloto de combate de la Marina, el Comandante David Fravor, prestaron juramento y compartieron sus experiencias. Crédito de imagen: EPA

Y, por primera vez, el abogado de Grusch en su denuncia activa, Charles McCullough, también se presentó para hablar públicamente sobre las acusaciones de su cliente.

McCullough, ex Inspector General de la US Intelligence Community (ICIG) nombrado por el presidente Obama en 2011, dijo a la radio de la BBC que el Congreso necesita más información sobre los OVNIs “para supervisar adecuadamente las cosas que suceden en el poder ejecutivo”.

Aunque Grusch ha afirmado que tiene “acceso de primera mano” a algunas pruebas que respaldan sus afirmaciones, ni Grusch ni McCullough han dicho que el denunciante de OVNIs haya visto con sus propios ojos naves estrelladas o “inteligencias no humanas” recuperadas.

Nuestro Gobierno depende de la supervisión del Congreso, de los controles y equilibrios de la supervisión del Congreso”, declaró McCullough al programa The World Tonight de Radio 4 de la BBC el pasado jueves.

McCullough dijo:

“La acusación de David, en esencia, es que el Congreso no tiene acceso a la información que necesita para supervisar adecuadamente las cosas que suceden en el poder ejecutivo”.

McCullough dijo a la radio de la BBC:

“Ha informado a los dos comités de inteligencia, y tuvo una audiencia de dos horas con dos horas de testimonio la semana pasada”.

Y los comités de inteligencia parecen haberse tomado muy en serio el testimonio de Grusch.

El mes pasado, Chuck Schumer, miembro del comité de inteligencia del Senado y líder de la mayoría demócrata del Senado, en colaboración con los senadores republicanos Marco Rubio, de Florida, y Mike Rounds, de Dakota del Sur, lideró los esfuerzos para nombrar un panel de revisión de nueve miembros para evaluar todos los registros clasificados del gobierno sobre ovnis.

Esa enmienda, que contenía un lenguaje que se hacía eco de las afirmaciones de Grusch, ha sido aprobada por el Senado.

Sin embargo, los críticos se han apresurado a señalar una declaración realizada por el bufete de abogados de McCullough en junio, que parecía distanciar drásticamente a la empresa de algunos aspectos de la información de los medios de comunicación sobre Grusch y las extraordinarias afirmaciones de su cliente.

Aunque los críticos especularon con la posibilidad de que McCullough se arrepintiera de su relación con Grusch, el antiguo funcionario se mantuvo al lado de su cliente, literalmente, mientras asistía a la audiencia sobre OVNIs del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes la semana pasada.

Marik von Rennenkampff, ex funcionario del Departamento de Defensa, escribió en The Hill esta semana:

“Es poco probable que Grusch, hablando ante el Congreso bajo juramento, cometiera perjurio tan descaradamente sobre hechos tan específicos y falsificables.

Especialmente con su abogado de alto perfil sentado justo detrás de él”.

Si Grusch proporcionó a sabiendas material falso al ICIG en su denuncia formal, el denunciante de OVNIs podría enfrentarse a una multa de hasta 10.000 dólares por el delito penal, en virtud del Título 18 § 1001 del código penal de EE. UU., o peor aún, hasta cinco años de prisión, o ambas cosas.

Tales penas plantean cuestiones intrigantes y no resueltas tanto sobre Grusch como sobre los testigos de primera mano a los que dice haber remitido al actual Inspector General de la Comunidad de Inteligencia estadounidense.

von Rennenkampff escribió:

“Dadas las importantes penas por hacer declaraciones falsas a un inspector general, es extremadamente improbable que múltiples funcionarios de alto nivel y altamente cualificados afirmen falsamente tener conocimiento de primera mano de mitos y rumores”.

David Grush dijo que EE. UU. está usando naves no humanas recuperadas para fabricar armas de alta tecnología. Crédito de imagen: Bing IA

Grusch le dijo a BBC porque reveló lo que sabe

Grusch se puso filosófico cuando Radio 4 de la BBC le preguntó por qué había decidido presentar sus extraordinarias acusaciones de prevaricación del gobierno federal en el tema de los OVNIs.

Grusch dijo a la BBC:

“Creo que el Gobierno de EE. UU. debe rendir cuentas por la posible clasificación excesiva o errónea de la ciencia básica.

Creo que eso es muy importante para que el público en general entienda su lugar en el cosmos, su lugar en el universo.

Se reduce a un sentido del deber, un acto de la verdad al poder”.

Grusch señaló que el programa OVNI clasificado ha existido de una forma u otra durante más de 89 años y que aprovechó los protocolos de confidencialidad establecidos por primera vez para el Proyecto Manhattan: el esfuerzo militar estadounidense de alto secreto que construyó la primera bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial.

Grusch explica:

“No estaban seguros de lo ontológicamente impactante que iba a ser para la población mundial. Así que decidieron mantenerlo en secreto durante muchos años”.

Ojo al piojo:

David Grusch sigue lanzando bomba tras bomba, y algo es casi seguro: tiene un gran arsenal pendiente de ser lanzado aún, pero está evaluando el terreno en el que se está moviendo, y de paso muy bien asesorado por un abogado experto y que tiene importantes enlaces con el gobierno. ¿Qué gana Grusch con todo esto? Bueno, podría ganar fama, nuevos y jugosos contratos para escribir libros o colaborar en la grabación de una película, entre otras cosas. Entiendo que Grusch quiere que el mundo sepa la verdad, pero nada es gratis en esta vida. 

Destapes como este tienen otro objetivo: preparar el camino para una revelación a gran escala. Como ya les he dicho antes: “algo grande viene en camino”. Que no los coja desprevenidos. Fernando T. 

[H/T: DM | BBC]

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