Nuevamente, un raro pez ha quedado varado, esta vez en una playa de Australia. El pez era tan grande, que algunos pescadores creyeron que se trataba de un naufragio.
Se trata de un pez luna gigante (Mola mola), un pez esquivo, lo que hace que ocurran pocos avistamientos. Uno de estos especímenes ha sido encontrado en la desembocadura del río Murray en el Parque Nacional de Coorong, a 80 kilómetros al sur de Adelaide, Australia del Sur.
El pez fue hallado por un grupo de pescadores mientras se desplazaban a lo largo de la arena. Linette Grzelak, cuyo compañero Steven Jones fue uno de los pescadores involucrados, publicó fotos del pez luna en Facebook.
Linette Grzelak dijo en una declaración:
Mi compañero estaba fuera con su equipo de trabajo y al principio pensó que era un naufragio”.
Grzelak dijo a BBC News:
No pensé que fuera real hasta que busqué en Google. El pez estaba extremadamente pesado con la piel áspera y coriácea como un rinoceronte”.
Pez luna
Los peces luna son el pez óseo más grande del mundo y se pueden encontrar en los océanos templados y tropicales de todo el mundo. Sin embargo, de acuerdo con Ralph Foster, el gerente de la colección de peces en el National Maritime Museum, es raro ver peces de mar en estas partes.
A pesar de su gran tamaño, Foster dice que este ejemplar es un individuo de tamaño mediano, y se sabe que el pez luna puede llegar a medir hasta 3.3. metros, casi lo mismo que un Volkswagon Beetle. También pueden alcanzar un peso de hasta 2.250 kilogramos, más pesados que el rinoceronte promedio.
El pez luna es un singular animal con un record que lo diferencia del resto: es capaz de producir más huevos en una sola sesión, hasta 300 millones aproximadamente. Pero sin duda, su característica más llamativa es su apariencia.
A pesar de su aspecto extraño, este pez no es dañino para los humanos, por el contrario, es bastante tímido y suele escapar y evitar el contacto.
Esta especie es la primera en aparecer en titulares recientemente. En otra parte del mundo, otra especie de pez luna (Mola tecta) apareció en un lugar inesperado: en la costa de California, causando extrañeza entre investigadores y residentes.
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