La parte sur de la falla de San Andrés está «bloqueada, cargada y lista para rodar», según Thomas Jordan, director del Southern California Earthquake Center.

Thomas Jordan, hizo un anuncio recientemente que ha causado un enorme temor en los habitantes de California: la falla de San Andrés parece estar en un estado crítico y, como tal, podría generar un megaterremoto inminentemente. Por supuesto, la reiteración del peligro sísmico para los californianos no será sorprendente, pero lo que es nuevo es la advertencia de que la parte sur de la falla «parece estar bloqueada, cargada y lista para funcionar».

¿Por qué este eminente sismólogo hace estas afirmaciones alarmantes?

No ha habido una gran liberación de tensiones en la parte sur del sistema de fallas de San Andrés desde 1857. En términos simples, San Andrés es uno de los muchos sistemas de fallas que marcan la frontera entre el Pacífico y el Norte

En 1906, algunas de estas tensiones se desataron catastróficamente en el área de la Bahía de San Francisco en un evento de magnitud 7.8 y nuevamente, en el norte de California, durante el terremoto de Loma Prieta de 1989 de magnitud 6.9. Sin embargo, los eventos de estas magnitudes no se han producido a lo largo de la falla de San Andrés en el sur del estado (el evento de Northridge de 1994 se asoció con un sistema de fallas cercano pero separado), lo que lleva a la sugerencia de que uno es inminente y, dada la cantidad de estrés que realmente podría haberse acumulado, cuando llegue será el «Big One».

¿Qué tan grande es «Big One»?

Podría tratarse de un terremoto con una magnitud 8.0 o mayor. Si bien no son desconocidos a nivel mundial, los terremotos de esta magnitud generalmente se limitan a regiones de la tierra donde existe subducción, es decir donde una placa tectónica está siendo forzada debajo de otra. Esto está ocurriendo actualmente, por ejemplo, en Chile y Japón. Sin embargo, la situación tectónica en California es diferente. Aquí, dos placas se deslizan una sobre la otra.

Como tal, las predicciones recientes limitan la posible magnitud máxima del terremoto a lo largo del sistema de fallas de San Andrés a 8.0, aunque con un 7% de probabilidad estimada de que tal evento podría ocurrir en el sur de California en los próximos 30 años; durante el mismo período, hay un 75% de probabilidad de un evento de magnitud 7.0. Si bien las magnitudes de 7.0, 8.0 y 9.0 pueden sonar de manera insignificante, la energía que desencadenan tales eventos varía significativamente, con un evento de magnitud 9.0 que libera 32 veces más energía que una magnitud de 8.0 y 1.000 veces más energía que una magnitud de 7.0.

Escena de la película San Andreas. Crédito: New Line Cinema

Obviamente, sin embargo, ya sea un 7.0 o un 8.0, el daño es inevitable. Por ejemplo, la falla de San Andrés no está debajo del océano y, como tal, cualquier deslizamiento no podría desplazar el agua en la medida en que se generaría un tsunami.

La advertencia

Jordan emitió la advertencia durante un discurso de apertura en la Conferencia Nacional de Terremotos en Long Beach, California; según informa Fox News.

Jordan dijo:

La presión se ha ido acumulando en esa parte de la falla sin haber sido aliviada durante más de cien años”.

Las partes hacia el sureste de la falla de San Andrés no se han movido desde aproximadamente 1680, según el informe.

Mapa de la falla de San Andrés, que muestra movimiento relativo. Crédito: USGS PD

Jordan agregó:

Los manantiales del sistema de San Andrés se han enrollado mucho, y están muy comprimidos”, dijo Jordan.

Es probable que San Andrés genere un terremoto significativo en un futuro no muy lejano. Cuando llegue, el daño será bastante grande y el sur de California se verá enormemente afectado. Pero los californianos no son ajenos a estos eventos y la infraestructura del estado, en los últimos tiempos, ha sido diseñada teniendo en cuenta la protección contra terremotos.

Fuente: Fox News / IFL Science