El Libro de la Selva, de Rudyard Kipling, nos cuenta la historia de Mowgli, un niño criado por lobos que nunca aprendió a vivir con otros humanos. La historia fue tan famosa que Disney y otras compañías la adaptaron a películas y series. Sin embargo, son muy pocas personas que saben que la novela está inspirada en un trágico hecho real.
¿Qué nos define como seres humanos? ¿Nuestra anatomía, nuestro comportamiento o nuestro instinto? Se podría decir que cada una de estas cosas nos hace ser humanos y la sociedad es la que nos convierte en personas racionales.
Sin embargo ¿Qué pasa cuando se elimina todo rastro social e interacción humana y se sustituyen por una animal? Eso fue lo que vivió Dina Sanichar, una niña que creció totalmente aislada de la sociedad, y fue criada por lobos.
Dina Saichar, ¿humano criado por lobos?
Dina Sanichar no sabía comportarse como un humano. (Imagen representativa)
En febrero de 1867, unos cazadores se encontraban en la jungla de Bulandshahr, en la India, cuando se toparon con unos lobos entrando a una cueva.
Como la región estaba sufriendo el ataque constante de lobos, decidieron cazarlos. Colocaron palos y posteriormente prendieron en fuego para que el humo sacara a los feroces lobos de la cueva.
Al instante, los lobos salieron y los cazadores hicieron su trabajo. Sin embargo, algo inesperado sucedió; una última figura emergió del humo, tosiendo y gruñendo, pero no era un lobo, se trataba de una pequeño niña de aproximadamente 6 años, caminando en 4 patas.
A pesar de que a todas luces, era un niño humano, este mordía, aruñaba y gruñía como un animal; los cazadores la describieron como alguien sumamente inquieto, con dientes prominentes y era muy peludo.
Los hombres ni siquiera pudieron acercarse a la niña y sólo pudieron capturarla cuando se quedó sin fuerzas para seguir luchando. Como curiosidad, dijeron que con sus últimas energías, se acercó a uno de los lobos muertos y se acurrucó en su pelaje, como si llorara su partida.
Sin saber qué hacer con la quizá mal llamada “niña salvaje”, decidieron llevarlo al Orfanato de la Misión Sikandra, donde la bautizaron y llamaron Dina «Sanichar», que significa «sábado», día en el que la llevaron.
El intento de adaptarse a la sociedad
Se cree que la historia de Dina inspiró al “Libro de la Selva“. Cortesía: Walt Disney Pictures
El orfanato hizo todo lo que pudo para que la pequeña se adaptara a la vida en la sociedad. Sin embargo, todo era muy complicado.
No permitía que se le vistiera, y si lo hacían, inmediatamente se arrancaba las ropas. Además solo comía carne cruda y rechazaba cualquier otro tipo de alimentos. Tenía por costumbre afilarse los dientes ruñendo huesos y, lo peor, no mostraba ninguna emoción humana. Ni siquiera sonría.
Los misioneros jamás pudieron hacer que Sanichar hablara, pues no entendía ni las palabras más sencillas. Aun así, mostraba más inteligencia que la de un lobo ya que sí aprendió ciertas cosas, como ponerse de pie o beber de una taza.
Con el pasar de los años, la niña se volvió más dócil, pero seguía sin mostrar ningún tipo de vínculo con otra persona. Con el único ser que mostró algún signo de «amistad» fue con otro niño salvaje que llevaron al orfanato.
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Los niños rápidamente se volvieron inseparables, retozaban en 4 patas, se acurrucaban juntos en la noche, incluso le enseñó a beber de su taza.
Se dice que cuando el otro niño falleció por causas desconocidas, Sanichar estuvo aullando durante días. Fue el primero y único signo de tristeza que mostró.
Con el pasar de los años, y mientras más tiempo duraba en el orfanato, la infante aprendió más comportamientos humanos; ya no se quitaba su vestimenta, podía ponerse de pie, no mostraba miedo. Aunque nunca aprendió a hablar y seguía sin entender muy bien las señas. Curiosamente, el único hábito humano que desarrolló, fue fumar.
¿Otros niños salvajes?
Han habido diversos casos de niños criados por animales, y transmitidos de generación en generación. Se han convertido en inspiración de libros.
Los misioneros aseguran que Dina Sanichar no fue el único niño salvaje que vivió en el Orfanato de la Misión Sikandra. Además de su «amigo», el superintendente, Erhardt Lewis, declaró que se le unieron 2 niños y 1 niña que también habían sido criados por lobos.
También se dice que el orfanato acogió a tantos niños salvajes, que se volvió algo normal. De hecho, durante el siglo 20 aparecieron varias historias de niños criados por lobos en toda India.
La mayoría de los casos, estos niños eran cuidados por los misioneros y éstos se convertían en la única fuente de los hechos, por lo que el debate si esto era verdad o no continúa.
Algunos historiadores creen que los misioneros inventaron estas historias, para llamar la atención de los medios y así obtener más recursos. Otros sugieren que estos niños no fueron criados por animales y que solo tenían alguna discapacidad intelectual o física.
En ese caso, las historias pudieron ser contadas por personas que sacaron conclusiones apresuradas cuando visitaron el orfanato.
Cualquiera que sea el caso, se cree que Dina Sinachar falleció entre los 29 y 30 años debido a una tuberculosis. Algunos dicen que fue por su adicción al tabaco.
La historia de la niña criada por lobos no se puede verificar, pero ha sido tan conocida que se convirtió en una leyenda que se sigue debatiendo en la actualidad si realmente fue verdad o no. Y de ella, han nacido muchas otras historias icónicas de la cultura popular.
* Muchos sitios web catalogan a Dina Sinachar como un niño (masculino), sin embargo otras fuentes indican que se trataba de una niña. También se muestran imágenes que supuestamente corresponderían al personaje en cuestión; pero no se tiene constancia de que realmente se trate de Dina Sinachar.
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