Pachacútec fue uno de los grandes monarcas incas, y a quién la historia colonial atribuye algunas de las edificaciones más impresionantes del llamado Tahuantinsuyo. Su figura, sin embargo, despierta polémica entre los actuales estudiosos, algunos de los cuáles claman que Pachacútec jamás existió, siendo tan sólo un mito legendario nacido al calor de crónicas equívocas. Ahondemos en sus misterios.
Cusi Yupanqui – Biografía del Príncipe Dichoso
“Conforme al refrán el Inca Huiracocha se debía llamar Pachacútec porque tuvo en pie su imperio y lo trocó de mal en bien, que por la rebelión de los Chancas y por la huida de su padre se trocaba de bien en mal. Empero porque no le fue posible llamarse así –porque todos sus reinos lo llamaron Huiracocha desde que se le apareció el fantasma– por esto dio al príncipe, su heredero, el nombre de Pachacútec, que él había de tener, para que se conserve en el hijo la memoria de la hazaña del padre”. Martínez Sagredo, Paula; Ojalvo Pressac, Álvaro; Díaz Durán, Carla. La construcción de la figura de Pachacuti Inca Yupanqui en textos coloniales (1534-1615), 2011.
Quién fuera referido como el noveno gobernante inca, data su nacimiento en algún punto del año 1400 d. C. Hijo de Huiracocha Inca y de Mama Runto, su nombre real fue Cusi Yupanqui (Príncipe Dichoso), nacido en Cuzco, palacio Cusicancha (Casa del Regocijo).
Se dice que desde niño Cusi Yupanqui mostró capacidad especial en cuanto inteligencia, alimentada por la excelente instrucción recibida a manos de Micuymana, que lo educara en historia, lengua, leyes, y lectura de quipus. Quiénes comenzaron a tratarlo hablaban de su valentía y coraje, así como actitudes para el liderazgo.
Sobreviven algunas descripciones acerca de Cusi Yupanqui, como la entregada por Juan de Betanzos en Suma y narración de los Incas (1551), dando cuenta de algunas internas familiares.
“Virtuoso y afable en su conversación”, aunque de pocas palabras, y que “no se reía en demasiada manera sino con mucho tiento”, casto y valeroso, a quien su padre, Viracocha, odiaba “porque quisiera que un hijo mayor suyo que se decía Inca Urco tuviera este ser de Inca Yupanqui y como él viese que esta virtud reinase en Inca Yupanqui, no consentía que se pusiese delante de él”.
Otra semblanza es la entregada por Felipe Guamán Poma de Ayala quién en Nueva Crónica y Buen Gobierno (1615), revela:
“Fue un gentil hombre, alto de cuerpo, redondo de rostro, alocado, tronado, unos ojos de león. Amigo de la guerra y quién siempre obtenía la victoria, el que hizo comenzar templos de dioses ídolos, huacas, y edificó casas de vírgenes acllaconas (escogidas), así de mujeres como de los hombres”.
Contrastando este temperante tenemos a su hermano Urco Inca, nombrado sucesor de su padre para el manejo del futuro imperio inca, y cuyo comportamiento volátil y reñido con la holgazanería, alarmaba a sus subordinados. En su posterior ascensión al poder, estos temores se tornarían luego realidad. Pero un giro del destino está a punto de desatarse.
Sucede en 1438 cuando tiene lugar la invasión Chanca al Cuzco, acorralando a sus eternos rivales, los incas, en un asalto sin precedentes. Todo conspira para una derrota nunca vista, cuando el milagro se produce a través de Cusi Yupanqui, quién va a liderar una resistencia formidable, terminando por vencer al enemigo opresor.
Producida esa defensa aguerrida Cusi Yupanqui asume formalmente como gobernante, contrariando los deseos de su propio padre en consentir a Urco como su real sucesor, y que llevarán a un enfrentamiento entre hermanos. La dolorosa contienda dará vencedor a Cusi Yupanqui, que finalmente se hará con el control del imperio.
Y aquí surge el primer misterio, donde la historia de Cusi Yupanqui se conocerá desde entonces como la de Pachacútec, nombre que una vez decodificado, alude a “cataclismo, reformación o cambio”. Para quién escribe, se trata de otra señal de alta importancia esotérica, y como siempre enmarañada tras pistas confusas.
Tales contradicciones son expuestas por cronista jesuita Giovanni Anello Oliva, S. J., tantas veces citado en nuestros informes, que en Historia del Reyno y provincias del Perú y varones insignes en santidad de la Compañía de Jesús (1634), refiere a Pachacútec en su crónica, denominado al gobernante inca como Pachakuti, según le fuera revelado por los propios indígenas.
Y atención, porque uno de esos misteriosos significados sugiere Pachakuti, expresión del antiguo Diluvio General. Anello Oliva ve también Pachakuti, un antiguo transformador del mundo, debido a su faceta guerrera.
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En cambio, José Imbelloni, uno de los padres de la Paleo- Antropología Sudamericana, escribe en Pachakuti IX. El Incario Crítico, (1946):
“Pachakuti es un término normalmente interpretado como reconstrucción que sobreviene a un caos, supone la destrucción del mundo anterior”-
Pero será el cronista español Inca Garcilaso de la Vega que aporte en sus Comentarios Reales (1609), una pista no menos significativa al declarar:
“Conforme al refrán el Inca Huiracocha se debía llamar Pachacútec porque tuvo en pie su imperio y lo trocó de mal en bien, que por la rebelión de los Chancas y por la huida de su padre se trocaba de bien en mal. Empero porque no le fue posible llamarse así –porque todos sus reinos lo llamaron Huiracocha desde que se le apareció el fantasma– por esto dio al príncipe, su heredero, el nombre de Pachacútec, que él había de tener, para que se conserve en el hijo la memoria de la hazaña del padre”.
La Misteriosa visión de Susurpuquio
“Le apareció en el aire una persona como Sol, consolándole y animándole a la batalla. Y le mostró un espejo, en que le señaló las provincias que había de sujetar; y que él había de ser el mayor de todos sus antepasados; y que no dudase, tornase al pueblo, porque vencería a los Chancas que venían sobre el Cuzco”. Sarmiento de Gamboa. Historia de los Incas, 1572.
Uno de los capítulos quizás más misteriosos sobre Pachacútec, es que refiere a un encuentro protagonizado por el futuro gobernante inca, en los manantiales de Susurpuquio, sitio localizado en algún punto del Cuzco. La historia es apuntada por varios cronistas, siendo la de Cristóbal de Molina (el Cuzqueño), una de las narrativas más detalladas, volcada en Relación de las Fábulas y Ritos de los Incas, 1575-1576.
“Dicen, que antes que [Pachakuti] fuese señor, yendo a visitar a su padre Viracocha Inca que estaba en Sacsahuana, cinco leguas del Cuzco, al tiempo que llegó a una fuente llamada Susurpuquio, vio caer una tabla de cristal en la misma fuente, dentro de la cual vio una figura de indio en la forma siguiente: en la cabeza del colodrillo desde lo alto le salían tres rayos muy resplandecientes a manera de rayos del Sol los unos y los otros; y en los encuentros de los brazos unas culebras enroscadas; en la cabeza un llauto como Inca, y las orejas horadadas, y en ellas puestas unas orejeras como Inca. Salíale la cabeza de un león por entre las piernas, y en las espaldas, otro león, los brazos del cual parecían abrazar a un hombro y otro, y una manera de culebra que le tomaba de lo alto de las espaldas abajo. Y que, así visto el dicho bulto y figura, echó a huir lnca Yupanqui, y el bulto de la estatua le llamó por su nombre de dentro de la fuente, diciéndole: ‘Vení acá hijo, no tengáis temor, que yo soy el Sol vuestro padre, y sé que habéis de sujetar muchas naciones; tened muy gran cuenta conmigo de me reverenciar y acordaos en vuestros sacrificios de mi’, y así desapareció el bulto y quedó el espejo de cristal en la fuente, y el Inca le tomó y guardó; en el cual dicen después veía todas las cosas que quería. Y respecto de esto mandó hacer, en siendo señor y teniendo posible, una estatua con figura del Sol, ni más ni menos de la que en el espejo había visto”.
Para algunos estudiosos esta visión sobrenatural protagonizada por Pachacútec corresponde a un rito iniciático de carácter solar. De echo algunos aluden a Viracocha como la entidad parlante, y otros al enigmático Punchao (sol resplandeciente). Susurpuquio también se venera como una huaca astronómica, aunque actualmente se discute su real emplazamiento.
Pachacútec – El Reformador del Mundo
La historia registra tras el ascenso de Pachacútec al poder en 1438, convertido en el noveno gobernante del imperio inca, aquel período será ensalzado como uno de los más poderosos y fructíferos que se tenga memoria. Con Pachacútec se inicia la expansión del Tahuantinsuyo, experimentando un nuevo renacimiento en cuanto a actividad, y era de inusitado esplendor.
Pachacútec también destaca por su amor al mantenimiento del importante legado de sus antepasados, derivado en la remodelación de ancestrales templos, como es el consagrado al Sol, a partir de entonces bautizado como Koricancha.
Allí Pachacútec mandó colocar dos ídolos de oro, como bien relata Sarmiento de Gamboa en su Historia de los Incas, 1572:
“En aquel templo del Sol, Pachacuti mandó hacer dos ídolos de oro (Viracocha Pachayachachi ‘que representase su creador que ellos dicen, y púsole a la diestra del ídolo del Sol’ y Chuqui-Ylla ‘que representase el relámpago; y púsole a la siniestra del bulto del Sol; al cual ídolo veneraban sumamente todos'”.
Su reinado también verá florecer Sacsayhuamán, aunque Pachacútec no verá terminada la imponente fortaleza. En cuanto a la Ollantaytambo quizás una de las obras arquitectónicas más enigmáticas de ese antiguo pasado inexplicable, sufriría la furia de Pachacútec quién liderará su destrucción y posterior reintegro a su imperio. Dentro de este torbellino expansivo, sobresale la mención de Machu Picchu como una de las obras de ingenierías atribuidas a Pachacútec.
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Otra cuestión no menos importante, es la imposición del quechua como lengua dominante. Sin embargo, como declararan algunos estudiosos, la nobleza inca hacía uso de un idioma secreto y diferencial, oculta a sus súbditos.
El fabuloso Pachacútec falleció de causas naturales alrededor de 1471. En 1590 el sacerdote jesuita español José de Acosta narró en su Historia Natural y Moral de las Indias, su increíble encuentro con los restos de Pachacútec.
Él dijo:
“El cuerpo se encuentra tan bien conservado, y con una cierta resina, que parecía vivo. Los ojos se hicieron de pan de oro tan bien colocado que no había necesidad de los naturales. […]. Tenía el cabello gris y nada de eso había desaparecido, como si hubiera muerto ese mismo día, aunque en realidad su muerte se había producido más de sesenta y ochenta años antes”.
Actualmente se desconoce el lugar de enterramiento de Pachacútec, aunque algunas sospechas dirigen las pistas hacia nada menos que Machu Picchu, sitio donde según rumores, se encontraría el perdido mausoleo.
Pachacútec ¿Una mala interpretación europea?
“Aquí, en esencia, la tesis fundamental, que lo que hemos creído que eran monarcas incas, desde Manco Cápac hasta antes de Túpac Inca Yupanqui, es que se creía que eran personajes históricos, de los cuales podíamos hacer biografías, como se hace con los reyes europeos, pero no es así. Incluso María Rostworowski tiene todo un libro muy grueso sobre Pachacútec, tratándole como si realmente fuera un monarca que existió”. Extracto de una entrevista realizada a Juan Ossio Acuña por el diario La República, 2021.
En agosto de este año el antropólogo peruano Juan Ossio Acuña, publicó El Tahuantinsuyu de los Incas. Según se revela en su explosivo libro, la verdadera historia inca se encuentra alterada, debida a malas interpretaciones por parte de antiguos cronistas europeos. Dentro de este contexto Pachacútec habría funcionado tan sólo como una invención. Un mito legendario, pero no de carácter real. Hasta Aquí.
Conclusión
Nuevamente nos vemos en la disyuntiva de reafirmar ciertas lecturas sobre Pachacútec, aseverando su existencia como personaje histórico. Es claro tras su nombre vinculado al enigma del Pachakuti, se oculta una evidencia aún más profunda, y donde su rescate esotérico se torna fundamental.
Quizás desde esa perspectiva podamos adquirir una mayor trascendencia en cuanto a su real legado, centrado en sus funciones como ordenador y restaurador del mundo tras el caos. Desde esta perspectiva Pachacútec puede ser visto como un símbolo de resistencia ancestral. Continuará.
Bibliografía
Artículos:
- Engl, Liselotte. La Aparición del Sol al Joven Inca Pachacútec en la fuente de Susurpuquio.
https://revistas.ucm.es/index.php/REAA/article/download/REAA7070110123A/25535 - Martín Rubio, María del Carmen. EL Cuzco Incaico, según Juan de Betanzos.
https://ebuah.uah.es/xmlui/bitstream/handle/10017/5833/El%20Cuzco%20Incaico,%20seg%C3%BAn%20Juan%20de%20Betanzos.pdf?sequence=1 - Ziólkowski, MS. La Piedra del Cielo. Algunos Aspectos de la Educación e Iniciación de los Príncipes Incas.
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5042219.pdf
Libros:
- Rostworowski, María. Pachacutec. Inca Yupanqui, obras completas I.
Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 2001.
Sitios web:
- Confederación Nacional Agraria
Colectivo Hatun Ayllu Qorikancha pide al Papa Francisco la devolución del templo Qorikancha.
https://www.cna.org.pe/colectivo-hatun-ayllu-qorikancha-pide-al-papa-francisco-la-devolucion-del-templo-qorikancha/ - Gazeta de Antropología
García Escudero, María del Carmen. El arco iris en la cosmovisión prehispánica centroandina.
https://www.ugr.es/~pwlac/G23_15Carmen_Garcia_Escudero.html - Hablemos de Mitologías
Pachacútec, gobernante inca que convirtió un imperio.
https://hablemosdemitologias.com/c-mitologia-inca/pachacutec/ - Investigación y Ciencia
Schlott, Karin ¿Es algo más antiguo Machu Picchu de lo que se pensaba?
https://www.investigacionyciencia.es/noticias/es-algo-ms-antiguo-machu-picchu-de-lo-que-se-pensaba-20177 - IPerú
Leyenda de las misteriosas chincanas de Sacsayhuamán.
https://www.iperu.org/leyenda-misteriosas-chincanas-de-sacsayhuaman - La República
Escribano, Pedro. Juan Ossio Acuña: Juan Ossio Acuña. “La historia de los incas fue traducida al estilo europeo”.
https://larepublica.pe/cultural/2021/08/29/juan-ossio-acuna-la-historia-de-los-incas-fue-traducida-al-estilo-europeo/ - National Geographic
Mayans, Carmen. El Misterio de las Momias de los Reyes Incas.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/misterio-momias-reyes-incas_13468 - Library
Los túneles de los Andes y el Oro de los Incas.
https://1library.co/document/download/yr0wrepy?page=1 - Redalyc
Martínez Sagredo, Paula; Ojalvo Pressac, Álvaro; Díaz Durán, Carla. La construcción de la figura de Pachacuti Inca Yupanqui en textos coloniales (1534-1615).
https://www.redalyc.org/pdf/3713/371336247007.pdf
Roy, Helen. El Inca y su refugio mítico: espacio de regeneración y resistencia.
https://www.redalyc.org/journal/3713/371353686009/html/
Artículo escrito por: Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com
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