¿Será capaz el ser humano de llegar a obtener la inmortalidad? ¿De hacer que su existencia sea infinita? ¿Es esto posible? Tal vez sí, o tal vez no pero ya se están proponiendo algunos métodos o caminos a seguir por los que se conseguiría realizar este objetivo final en algún momento de un distante futuro y siempre y cuando la humanidad no acabe por destruirse a sí misma antes de alcanzar este punto.
Puede, que dentro de miles o incluso millones de años, la existencia humana se experimente de una forma completamente diferente a como hacemos ahora y es que una de las vías que se contemplan es la de obtener la inmortalidad digital ¿en qué consiste?
Digitalizar al ser humano
¿Podríamos llegar a tener una existencia enteramente digital? ¿Se podría llegar a subir o cargar una mente en un medio de este tipo? Para ello, tendremos que resolver una serie de problemas técnicos y realizar algunos descubrimientos, pero existe la posibilidad de que pudiera llegar a realizarse en un futuro lejano teniendo en cuenta que ya se están realizando estudios en este sentido pero… ¿qué es una mente?
¿Qué eres?
Se contemplan dos proposiciones en este sentido. Una que indica que podría copiarse exactamente un cerebro humano en un medio digital, con todas sus conexiones sinápticas, recuerdos y vivencias y que desde ese momento, esa copia digital comenzara su vida en esa otra realidad.
Sin embargo… ¿somos simplemente eso? ¿Lo que alberga nuestro cerebro? O… ¿hay algo más? Si fuera así, podría considerarse que la primera opción simplemente estaría creando un doble, un clon digital pero no estaría transfiriendo al individuo en sí mismo a este medio.
Pero vamos a contemplar la alternativa de que en algún momento llegara a conseguirse y que fuera realizable el que una persona dejara su existencia biológica atrás para digitalizarse completamente.
Inmortales
¿Qué sucedería en este caso? Lo primero en lo que podríamos pensar es en que el individuo digitalizado ya no estaría ligado a un soporte biológico y por tanto, ya no estaría sujeto al envejecimiento ni a morir a causa de un accidente, en definitiva, su existencia dependería en este caso de la perdurabilidad de este nuevo soporte, de la que podemos presumir, sería mucho más extensa que el cuerpo humano.
De hecho, realizando un buen mantenimiento de este nuevo soporte, eventualmente, la extensión de la vida quedaría sujeta al acceso a la energía necesaria para que todo funcionara y siendo esto así, una persona podría vivir el tiempo correspondiente a millones o incluso billones de vidas e incluso, existiría la posibilidad de que tuviera una existencia infinita.
Mentes digitales
Los sujetos digitales tampoco estarían constreñidos por otras limitaciones físicas por lo que, no teniendo ya un cerebro biológico, podría suceder que la velocidad de computación de estos individuos aumentara a niveles inimaginables.
Esto cambiaría la forma de existir de manera radical pues cada ser digital podría elegir experimentar el tiempo de manera subjetiva, a la velocidad elegida en su mundo digital.
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Cada uno podría crear su propio mundo y adecuarlo a sus preferencias, haciendo que el tiempo pasara a diferentes velocidades, grabar momentos y revivir los recuerdos e incluso realizar una copia de seguridad de uno mismo… por si acaso.
Desde luego, las vidas serían muy diferentes a lo que entendemos y experimentamos. No sabemos si esto sería algo bueno o malo para la humanidad… como todo, dependería de cómo se utilizara pero siempre es interesante adentrarse a imaginar este tipo de cuestiones.
Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma, aborda este tema en mayor detalle en el siguiente video:
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Es absurda la creación digital. Podrá haber hologramas, pero el contenido del cerebro es un cableado para que el alma se manifieste. Y el alma es eterna e individual sea encarnada o en el plano espiritual.