Existen muchos casos de personas que narran haber sido abducidos por extraños seres que incluso realizaron experimentos con ellos. Sin embargo, una de estas personas no solo afirma haber sido secuestrada, también dijo que le comunicaron la forma en cómo terminará el mundo.

Un hombre de Irlanda ha contado la aterradora historia de su secuestro por parte de alienígenas, y cómo predijeron el fin del mundo, según informa el sitio web Irish Mirror.

El carpintero jubilado Gerry Battles, de 61 años, de Pallaskenry, Condado de Limerick, afirma que caminaba a casa después de dos bebidas navideñas con un amigo cuando unos extraños seres lo atacaron.

Encuentro cercano

Durante la experiencia, mientras estaba paralizado, dice que se encontró cara a cara con un extraterrestre «con cabeza de cono» y que fue trasladado al Polo Norte en un abrir y cerrar de ojos.

También recordó haber sido advertido de la inminente fatalidad de la Tierra durante el encuentro cercano ocurrido 26 de diciembre de 2001, mientras caminaba luego de una reunión social.

Battles dijo:

“Estaba a solo unos minutos de mi casa. Era una noche clara y seca. Podrías haber leído un libro con la luz del cielo nocturno, pero no me atrajo la luz de las estrellas o la luna, sino una luz blanca brillante y quirúrgica que venía del otro extremo del pozo”.

Luego de ser atraído por la luz blanca, Gerry recuerda encontrarse a sí mismo a bordo de una nave espacial con unas 40 personas más, todos en un estado inmóvil, como estatuas.

Battles dijo en declaraciones a The Limerick Post:

“Todos eran hombres, de diferentes grupos de edad, todos de pie hombro con hombro como maniquíes. Recuerdo a un hombre a mi lado que llevaba un abrigo y un sombrero estilo Colombo. Todos estábamos en un estado de parálisis, solo podía mover los ojos, por lo que no podía ver mucho. Lo siguiente que recuerdo es flotar en otra cámara más grande con una plataforma de observación de 360 ​​grados. Fue entonces cuando vi al extraterrestre. No podía decir qué tan grande era o incluso si tenía brazos o piernas, todo lo que recuerdo es su gran cabeza cónica y sus hermosos y descomunales ojos”.

Comunicación con el alienígena

Battles continúa narrando su experiencia:

“Los ojos del extraterrestre eran de color negro azabache, casi como espejos. Me habló por telepatía y me dijo: ‘no estás aterrorizado como los demás’. Le dije: ‘No, no lo estoy. ¿Debería estarlo?'”.

Luego, el extraterrestre interrogó a Battles y le preguntó si había algo que le gustaría ver.

Battles respondió inmediatamente:

“El Polo Norte”.

En un abrir y cerrar de ojos, fueron transportados al Polo Norte, que según Battles fue «como conducir a través de una tormenta de nieve a cientos de kilómetros por hora».

Admite que cualquiera a quien le haya revelado esta fantástica historia piensa que está loco y se ríe cuando se le pregunta si tiene antecedentes de enfermedad mental.

«No, en absoluto», responde.

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¿Fin del mundo anunciado?

Battles también dijo que el extraterrestre le advirtió que la humanidad seguirá el mismo camino que los dinosaurios cuando un asteroide gigante se estrelle contra la Tierra.

Battles dice que el extraterrestre le dijo que la humanidad ha recorrido un largo camino, pero que se le acaba el tiempo.

Battles dijo:

“En 850 años a partir de ahora, un asteroide gigante del tamaño de Munster (provincia de Irlanda) destruirá su planeta. El asteroide se acercará a su planeta desde el cuadrante 35″.

Según Battles, el extraterrestre le dijo:

“Estamos cuatro millones de años luz más avanzados que tú. Los hemos estado observando durante milenios. En todo ese tiempo, solo se han destacado en dos cosas: la guerra global y la mentira a su propia especie”.

Gerry dijo que el extraño ser también le advirtió que no confiáramos en los gobiernos o los bancos, ya que nos han estado «mintiendo desde el primer día».

No recuerda cuánto duró el secuestro y no lo recordaba hasta que el abrigo que llevaba esa noche apareció en el techo del Hospital Regional.

“No tengo idea de cómo llegó allí. Fue solo después de que me devolvieron el abrigo que los hechos del 26 de diciembre de 2001 empezaron a volver a mi memoria”.

Gerry tiene la esperanza de que su historia llegue a la comunidad científica mundial y dijo: «La verdad definitivamente está ahí fuera».