Nos han narrado una historia repleta de lagunas y que no explica varios aspectos de la línea temporal. Uno de los agujeros en la crónica se relaciona a la llegada de seres no humanos al antiguo Egipto, que por desconocimiento de los ancestros fueron catalogados como deidades o entidades con características celestiales o divinas. Pero, ¿quiénes eran realmente estos seres no humanos?
El rico tapiz de la mitología del antiguo Egipto sigue cautivando e intrigando a historiadores, arqueólogos y aficionados por igual. Entre jeroglíficos y pirámides se esconde un aspecto fascinante que conecta a los antiguos egipcios con reinos celestiales y seres misteriosos. En este artículo, nos adentramos en las intrigantes historias de Ra, el dios que descendió de las estrellas, y los enigmáticos Neteru, criaturas aladas que se cree que proceden de los cielos.
Ra, el dios del antiguo Egipto
Ra: el visitante celestial En el centro de la mitología egipcia se encuentra Ra, una deidad a menudo asociada con el sol. Los antiguos egipcios creían que Ra no sólo representaba al propio sol, sino que tenía un origen celestial. Según sus creencias, Ra descendió a la Tierra desde las estrellas, encarnando la fuerza vital que sostenía su civilización.
El viaje de Ra desde los cielos se consideraba un elemento esencial del ciclo de creación y renovación. Cada amanecer simbolizaba su renacimiento, aportando luz y vitalidad al mundo. Los antiguos egipcios rendían homenaje a Ra a través de elaborados rituales y templos dedicados a su culto, enfatizando su conexión con el cosmos.
Los Neteru, criatura aladas del antiguo Egipto
Los Neteru: Mensajeros alados Aunque Ra sea una de las figuras celestiales más destacadas de la mitología egipcia, los Neteru, o seres divinos, también ocupan un lugar único en su cosmología. Estas enigmáticas entidades se representaban a veces con alas, simbolizando su conexión con los cielos. A diferencia de los dioses y diosas tradicionales, los neteru no eran meras deidades, sino seres venidos del cielo.
Los neteru desempeñaban múltiples funciones en la mitología egipcia, desde protectores hasta mensajeros e intermediarios entre dioses y humanos. Sus alas representaban su origen celestial, sugiriendo un vínculo directo entre la Tierra y el cosmos.
La conexión cósmica
Los relatos entrelazados de Ra y los Neteru revelan una profunda fascinación por los reinos celestes en la antigua cultura egipcia. Estas historias eran algo más que mitos; representaban una creencia profundamente arraigada en la conexión entre lo terrenal y lo divino, lo mundano y lo celestial.
El concepto de seres que descienden de las estrellas y entidades con alas refleja el deseo de los egipcios de tender un puente entre el reino terrenal y los misterios del cosmos. Ilustra su veneración por las fuerzas de la naturaleza y su anhelo de comprender el intrincado funcionamiento del universo.
En conclusión, aunque el atractivo de estas historias del antiguo Egipto no consista en desvelar grandes conspiraciones o revelaciones impactantes, ofrecen una visión de un mundo en el que la línea entre lo terrenal y lo celestial era difusa. Ra, el dios de las estrellas, y los Neteru, mensajeros alados, nos recuerdan la perdurable fascinación humana por el cosmos y nuestra eterna búsqueda por comprender los misterios del universo.
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