Existen muchas reliquias pertenecientes al antiguo Egipto, que no son tan conocidas por el público en general. Una de ellas es la mítica Piedra Benben, el lugar donde descendió el dios Atum.
Conocida como el lugar donde descendió el dios egipcio Atum, la piedra Benben estuvo resguardada durante miles de años en un complejo de templos en Heliópolis, donde se adoraba al mencionado dios.
A esta reliquia también se le ha asociado por ser la cúspide de una pirámide o de algún obelisco. De esta forma, podríamos estar hablando del piramidión de alguna de las pirámides.
El dios Atum y la mitología del antiguo Egipto
Para los antiguos egipcios, hay varios relatos que tratan lo relacionado a la creación del mundo. Entre ellos, resalta el dios Atum.
Esta versión menciona como el dios le entregó esencia a todo el universo. Esto se debe a que, al igual que en otros relatos, en un comienzo solo existía oscuridad y caos.
De las oscuras aguas nació la «colina principal», también conocida como Piedra Benben. En su cima yacía Atum.
De acuerdo a ciertos historiadores, esta palabra podría estar relacionada con el verbo «weben», el jeroglífico egipcio que significa «alzarse».
Sin embargo, existen otras interpretaciones de la Piedra Benben. Una de ellas menciona que Atum, una vez descendió, miró a su alrededor, dándose cuenta que solo había oscuridad y caos. Estaba totalmente solo. Harto de esto, decidió comenzar con la creación.
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Otras versiones mencionan que creó a los otros dioses; así nacieron Shu, el dios del aire y Tefnut, la diosa de la humanidad. Aunque también se cree que su nacimiento vino después de que Atum copuló con su propia sombra.
Después de su nacimiento, Shu y Tefnut fueron los encargados de crear al resto del mundo, mientras Atum yacía en la Piedra Benben.
Con el pasar del tiempo, el dios se preocupó por sus hijos, por lo que decidió enviar uno de sus ojos a buscarlos. Ambos volvieron junto al ojo y, haciendo que Atum derramara lágrimas de felicidad sobre la piedra. Así nacieron los primeros humanos.
Una pieza arquitectónica sagrada
Durante muchos años, la Piedra Benben fue considerada un objeto sagrado. Fue protegida en un santuario conocido como Hut Benben, o «La Casa del Benben», según su traducción.
Esta reliquia estaba protegida en el lugar más recóndito del templo de Heliópolis, donde Atum regía como dios principal.
Se cree que la reliquia original se extravió en algún momento de la historia. Sin embargo, según sus representaciones, investigadores han sugerido que esta era la piedra vertical cuya cima era redondeada.
Otras teorías señalan que con el pasar de los años, otros templos solares tuvieron su versión de piedras Benben. Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en antiguos registros del templo Atón de El-Amarna/Akenatón. Construido por el propio Akenatón en el siglo XIV a. C.
Por esta razón, además de ser un objeto de adoración religioso, también era una pieza arquitectónica única, usada en el antiguo Egipto.
En el idioma egipcio, este objeto era llamado «benbenet», el femenino de benben. En la actualidad, dicha pieza es conocida por su nombre griego; piramidión.
Este término es usado para la piedra, que se encuentra en la cima de una pirámide u obelisco. Se cree en primera instancia, que el piramidión estaba recubierto de una aleación de oro y plata conocido como «electrum», u oro convencional.
Existen varios piramidiones que sobrevivieron hasta la fecha, los cuales se encuentran resguardados en los principales museos del mundo. Esto podría indicar que, efectivamente, en el Antiguo Egipto, los diferentes templos crearon su propia versión de La Piedra Benben, posiblemente para adorar al dios Atum.
Escrito por: Erick Sumoza, redactor de CodigoOculto.com
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