Hoy esta escritora entrega pistas sobre el continente americano, y un misterio de alta iniciación, acerca de una antigua raza de inmortales aún en actividad. Aunque muchos consideran esta idea, como fruto de leyendas fantásticas, existe cierta evidencia sugiriendo la existencia de esta realidad, a todas luces imposible. Levantemos el velo de Isis. ¡Atienda el lector!
Amáraka – La Tierra de los Inmortales
“América es pues la tierra en donde reina Indra, Señor del Cielo, o Sol, figurado también como un dragón resplandeciente. Ambas palabras, India y América, tienen el mismo origen y se refieren a lo mismo. América fue la verdadera India”. América Mundo Sin Tiempo. Héctor Burgos Stone.
En 2009 tuve oportunidad de entrevistar al gran estudioso ecuatoriano ya fallecido, Héctor Burgos Stone. Me había topado con su trabajo, mientras investigaba sobre el misterio de Tayos.
Su visión sobre un continente americano, no inserto en la historia tradicional, venía captando la atención pública desde hacía décadas, y que reflejara con maestría en varios libros de su autoría. Burgos Stone entendía América, como una antigua tierra primordial, y donde la matriz civilizadora habría dado inicio.
Era una hipótesis fascinante, y también arriesgada, que el mundo académico no hacía más que rechazar, al no encajar con la cronología establecida.
En varios artículos abordamos la espinosa cuestión, y siempre me interrogué, porque tanto alboroto ante ésta posibilidad. La herejía de Burgos Stone, seguía los postulados de otros rebeldes, como es el caso de Juan Móricz, quién había adherido a una tesis similar.
Ambos se habían conocido, y compartido el mismo sentir. Uno de los puntos controversiales sugería el término América, vinculaba hacia el viejo hermetismo oculto, y que según me confesara Burgos Stone, fuera intencionalmente alterado.
Señaló:
“Américo Vespucci nunca existió. Albérico o Alberick era su nombre, así que es imposible haya sido en honor a éste personaje, y de así serlo es más lógico que el toponímico estuviera relacionado con su apellido, y no con su nombre de pila. Buscando equivalentes en un diccionario sánscrito, A English -Sanskrit Dictionary de Sir Monier Monier Williams, encontré Amáraka, que podemos descomponerla en A-partícula privativa. Mara-Mortal, Ka-Tierra, es decir Tierra de los Inmortales o Tierra sin tiempo, o de los dioses; lo cuál tiene relación con el griego Amarantha, tierra del Amaranto, o flor de la inmortalidad de los dioses. Homero llama Etíopes (Ante los Ojos del Sol), a los americanos antiguos. Aquí venían los dioses a crear, a celebrar sus banquetes”.
En su libro Amáraka. Mundo Sin Tiempo, 2006, Héctor Burgos Stone, desarrolla toda esta hipótesis en forma más detallada, siendo a mi entender uno de sus legados más fascinantes.
Pero América como tierra de inmortales, cuenta con otros antecedentes. Examinemos uno de esos informes.
Rumores de un paraíso perdido con sede en América
“Se trata de la creencia de una tierra encantada donde habitan seres sobrenaturales, y en la cuál son admitidos los mortales que merecen vivir eternamente, entre el placer y las delicias. Ese paraíso terrenal se ha situado tan pronto en Oriente como en Occidente, según fuera considerado la cuna o el lugar de reposo del género humano”. Las Civilizaciones Desconocidas. Serge Hutin, 1980.
El 11 de octubre de 1492, horas antes de un descubrimiento que va revolucionar la geografía mundial, una bitácora de viaje informa lo siguiente:
“Después del sol puesto, navegó a su primer camino al Oeste. Andarían doce millas cada hora, y hasta dos horas después de medianoche andarían noventa millas, que son veintidós leguas y media. A las diez de la noche, estando Colón en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue como cosa cerrada, llamó a Pedro Gutiérrez, repostero de estrados del rey, diciéndolo que parecía lumbre, que mirase él. Sorprendido ante lo desconocido así lo asentó Colón en su bitácora: ‘Se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual pareciera ser indicio de tierra'”.
Al parecer el almirante Cristóbal Colón es considerado en reportes ufológicos, como uno de los primeros testigos en presenciar OVNIs en tierras americanas, aunque el caso sea discutido. Pero como nos narra Pierre Carnac en su imprescindible, La Historia Empieza en Bimini, 1977, Colón, no solo fue un extraordinario navegante, sino un ocultista versado en la cabalística hebrea. Estos datos nos hacen entender Colón fue un iniciado, y, por lo tanto, nada de lo ocurrido con América obedeció al azar. Digo esto, porque cuando Colón reafirma su concepción de un Nuevo Mundo, territorio que denomina Indias, o mejor dicho «India», responde su aparente confusión, a un misterio esotérico muy elevado, y pista brindada, al comienzo de nuestro artículo.
Pero el viaje de Cristóbal Colón descubre otro misterio sobre América, acerca de una antigua tierra de buenaventura, región de los vivos, y afortunados. Un verdadero jardín de las delicias. En la Biblia es mencionada como el Edén, fuente de aguas sagradas, que otorga la eterna juventud. El elixir de la vida. Dentro de esta geografía sacra, de la cuál Colón estaba versado, América representa parte de una búsqueda secreta bien delineada, un visado para otra tierra, como alguna vez escribiera Jacques Begier.
Historia de Inmortales en los Andes
“Esta raza podía vivir con facilidad en el agua, aire o fuego, pues tenían un control ilimitado de los elementos. Eran los hijos de los dioses. Fueron ellos los que impartieron al hombre los más extraños secretos de la naturaleza, y le revelaron la palabra inefable y ahora perdida. Esta palabra ha recorrido el Globo, y aún permanece como un eco alejado y moribundo en los corazones de algunos hombres privilegiados”. El Mundo Perdido de Agharti. Alec Maclellan.1982.
Si el lector me siguió hasta aquí, está preparado para entender la historia que ahora voy a desarrollar, muy vinculante a todo lo expuesto. El asunto surgió mientras investigaba Cueva de los Tayos, el gran misterio ecuatoriano.
Resulta Julio Goyén Aguado mano derecha de Juan Móricz, reveló que dentro de Tayos tuvo un contacto inusual. Dijo, se topó con un ser de elevada estatura, verdadero gigante, alimentado a través de energía, y que podía manifestarse a voluntad. Goyén pensaba también, esta entidad señalaba los primigenios, que según dicta la tradición esotérica, remite a una de las primeras humanidades de naturaleza etérica, y, por ende, inmortal.
Una ampliación del tema, lo encontramos en un antiguo texto hindú, conocido como el Código del Manú, donde se alude a Swayambhouva, entendido como el ser, «que existe por sí mismo».
Otra pista sobre inmortales en América, lo encontramos En El Secreto de los Andes, 1960, mítico libro escrito por el contactado norteamericano George Hunt Williamson, bajo el seudónimo de Brother Philip, donde se relata la historia de cíclopes gigantes, conocidos como la raza «L o Eles». Estos seres, describe Williamson, habrían arribado a la tierra desde el espacio profundo, en eras remotas.
Narra:
“Antes de venir al planeta Tierra, atravesaron el espacio siguiendo todos los grandes ciclos del Tiempo. Eran Titanes que viajaban (por el camino de las estrellas), y lo siguen haciendo en otra Dimensión de Tiempo y Espacio), y que siempre buscaban las mejores pasturas del espacio, para su ganado. Fueron la primera vida sobre la Tierra, y son los Inmortales de nuestras Leyendas, la Raza de Dios o la Raza de los Mayores, que precedió al Hombre. Algunos de los Eles eran verdaderos Cíclopes, dotados de un ojo central en el medio de la frente.
Otros, tenían dos ojos como los seres humanos, y hasta había otros que habían desarrollado el tercer ojo psíquico. Tenían unos cuatro metros de estatura, y eran hombre y mujer, pero no de la manera como consideramos hoy la diferenciación sexual. Antes de llegar a la Tierra, habían colonizado gran parte de lo que hoy es conocido como Galaxia de la Vía Láctea; miles de soles y mundos cayeron bajo su influencia. Una vez que se establecían en un nuevo planeta, intentaban dejar tras de sí, lo que sólo podemos llamar grandes bibliotecas, en su hondo imperio subterráneo de enormes ciudades.
En estas bibliotecas pequeños archivos de cristal, contienen la historia del Universo, y están encerrados en un campo magnético, que a veces encuentra afinidad, con alguna persona sensitiva que vive hoy en la Tierra. Los Eles no eran seres tridimensionales, como somos hoy día, si bien eran definitivamente seres físicos en un mundo físico. Habían intentado, a lo largo de incontables edades, lograr como raza, una condición atemporal, llegar a un lugar donde pudieran no sólo crear por el mero pensamiento, sino escapar de las cadenas de la existencia física, para romper las ataduras que los mantenían sujetos a los planetas y sistemas físicos. Buscaban el gran secreto que haría de ellos Inmortales, los que le permitiría andar por el Tiempo y las Estrellas, sin atadura alguna”.
Se dice los Eles, lograron cumplir su ambición de inmortalidad una vez arribados a la Tierra, ya que se dice fue aquí donde aprendieron a crear a través del pensamiento, conquistando la materia física, rompiendo con las ataduras del Tiempo y Espacio. Los Eles quizás pudieran corresponderse con los míticos Elohim bíblicos, quién sabe. Los Eles también, habrían sido responsables de fundar un misterioso monasterio oculto en las montañas del Perú, cercano al Lago Titicaca, y conocido como La Hermandad de los Siete Rayos. Se cree en 1957 durante una expedición, George Hunt Williamnson, accedió a éste retiro andino. Hasta Aquí
Conclusión
América parece constituir un inmenso rompecabezas cuyos misterios, apenas comenzamos a rasgar. Un verdadero «Archivo X», que esta escritora, prosigue investigando. Continuará.
LEE MÁS:
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Bibliografía:
Libros:
- Angebert, J.M. Los Místicos del Sol. Barcelona: Plaza & Janes, 1971.
- Bayard, J.P. La Meta Secreta de los Rosacruces. Madrid: América Ibérica, 1995.
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- Carnac, P. La Historia Empieza en Bimini. Barcelona: Plaza & Janes, 1977.
- Charroux, R. El Libro de los Dueños del Mundo. Barcelona: Plaza & Janes, 1976.
- Charroux, R. El Libro de los Secretos Descubiertos. Barcelona: Plaza & Janes, 1976.
- Evola, J. El Misterio del Grial. Barcelona: Plaza & Janes, 1975.
- Gall, M. El Secreto de las Mil y Una Noches. Barcelona: Plaza & Janes, 1976.
- Goldstern, D. Cueva de los Tayos. Secretos Subterráneos de los Mundos Olvidados.
- Málaga: Corona Borealis, 2016.
- Haggard, H. Ella. Barcelona: Anaya, 1983.
- Hartman, F. Entre los Gnomos. Barcelona: España: Obelisco, 2005.
- Hutin, S. Las civilizaciones desconocidas. Barcelona: Plaza & Janes, 1980.
- Kolosimo, P. Odisea Estelar. Barcelona: Plaza & Janes, 1981.
- Maclellan, A. El Mundo Perdido de Agharti. Madrid: Edaf, 1982.
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- Philip, B. El Secreto de los Andes. Buenos Aires: Kier, 1973.
- Scott, E. El Pueblo del Secreto. Málaga: Sirio, 1983.
- Steiner, R. Christian Rosacruz. Barcelona: Obelisco, 2003.
Sitios web
- Crónica Subterránea
Goldstern; Palacios. Héctor Burgos Stone. La Otra América.
https://cronicasubterranea.blogspot.com/2009/09/hector-burgos-stone-la-otra-america.html
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Muy buena informacion, gracias por compartir, voy a profundizar mas en el tema.
Muy interesante y dada la sincronía les comento que nuestro espacio para Desarrollo Espiritual se llama AMARAKA. Espero la continuidad de éste artículo. Muchas gracias.