Hombres de Negro y su vínculo con la “Tierra Hueca”
Publicado el 23 Feb 2023
© Imagen: Twitter / archivo

Una de las primeras menciones de los Hombres de Negro se remonta a 1956, cuando el escritor norteamericano Gray Barker develó al público They Knew Too Much About Flying Saucers (Ellos Sabían Demasiado sobre Platillos Voladores).

De alto impacto en su tiempo, el trabajo de Gray abrió las puertas a una serie de extraños reportes sobre estas presencias desconocidas. Aunque muchas de estas historias parecen rozar el campo paranormal, su narrativa desconcertante sigue provocando profundas divergencias en el campo de los investigadores, especialmente en cuanto a dilucidar la real procedencia de tan enigmáticas apariciones.

Tras esta breve presentación propongo lector me acompañe en la exploración de una pista personal sobre los esquivos silenciadores, y donde algunos vínculos parecen orientarse hacia el mundo subterráneo.

Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.

Albert K. Bender.  Hombres de Negro tienen bases subterráneas en la Tierra

“Parecía como si algún ser sobrehumano hubiera tallado esta enorme caverna. Seguramente se había utilizado una tremenda cantidad de calor para crear tal escondite. Tuve la notable sensación de que todavía estaba en la Tierra, pero en un lugar remoto donde el hombre probablemente nunca pondría un pie durante muchos años”. Albert K. Bender relatando a Gray Barker como fue transportado por los hombres de negro hacia una caverna subterránea, 1952.

Albert K. Bender nació en Duryea, Pensilvania, un 16 de junio de 1925. Hijo de padre divorciados, su infancia transcurrió en el poblado de West Pisttown, donde realizara sus estudios secundarios. Durante esta época temprana Bender pareció fascinado por el beisbol llevándolo a fundar la American Youth League. Entrada su juventud se enroló al ejército durante los eventos de la Segunda Guerra Mundial.

Transcurrido un tiempo en la milicia Bender retoma su vida civil, mudándose a vivir a Brigeport una pujante ciudad de Connecticut, donde acabaría residiendo junto a su madre Ellen, y su padrasto Michael Ardolino. Antes de proseguir unos apuntes sobre Brigeport.

Según narran algunos estudiosos el poblado Brigeport fue el hogar de algunas tribus indias, los Pequonnock, pertenecientes a la nación Paugussett, quienes padecieron un destino trágico marcado por el desplazamiento territorial, y más tarde maldecidos por un brote de viruela.

En Brigeport también se sucedieron juicios contra la brujería mucho antes que Salem. Feroces piratas, y sus pobres esclavos formaron parte del paisaje, así como prisiones de temer. Eso no impidió que más tarde el movimiento espiritista hiciera de Brigeport un bastión central donde practicar esta creencia.

La experiencia de Albert K. Bender difundida en 1956, propició la fiebre por el misterio de los hombres de negro

La experiencia de Albert K. Bender difundida en 1956, propició la fiebre por el misterio de los hombres de negro. Cortesía: marcianitosverdes.haaan.com

Se ignora si Bender estaba al tanto de estos informes, lo cierto es que como todos los jóvenes de su época, se sintió atraído por la naciente ciencia ficción, comenzando a coleccionar revistas sobre el tema.

Otra afición era su adoración por el género del terror, misterio y ocultismo. Tal era su pasión que convirtió su ático en una verdadera cámara de los horrores, alcanzando con sus peculiares hábitos cierta fama local. Cuando los avistamientos de 1947 invadieron Norteamérica, Bender creyó encontrar su verdadera misión, y se convirtió en un paladín de la naciente ufología.

Con esta idea en marcha dio rienda suelta a la creación del International Flying Saucer Bureau (IFSB), 1952, catalogado como el primer club de ovnis. El naciente grupo contó con un comienzo auspicioso, recibiendo colaboración de más de seiscientos miembros, y todo el mundo deseaba unírsele, llegando incluso a contar con filiales en todo el mundo. Como corolario nació un órgano difusor, el Space Review.

Iniciaba así un etapa brillante en cuanto aporte de información sobre el fenómeno ovni por parte de Bender y su grupo, siendo precursores en alentar el contacto con los misteriosos platillos. Un suceso clave parece marcar hechos posteriores, señalando a Bender le fueron entregados restos de un supuesto metal ovni, hallados tras reportarse un avistamiento en New Haven, Connecticut, y que se dice hiciera analizar, aunque nunca trascendieron los resultados. Sin embargo, y aunque todo parecía ir viento en popa, un año después en octubre de 1953 Bender decide abandonar el mundo ovni alegando ser objeto de amenazas.

Flying Saucers and the Three Men publicado en 1962 por Albert K. Bender revela fuera transportado a una caverna subterránea, donde los hombres de negro le mostraron una de sus bases

Flying Saucers and the Three Men publicado en 1962 por Albert K. Bender revela fuera transportado a una caverna subterránea, donde los hombres de negro le mostraron una de sus bases. Cortesía: etsy.com

En el último número de Space Review escribirá:

“El misterio de los platillos voladores ya no es un misterio. La fuente ya se conoce, pero cualquier información al respecto está siendo retenida por órdenes de una fuente superior. Nos gustaría publicar la historia completa en Space Review, pero debido a la naturaleza de la información, se nos informó negativamente. Aconsejamos a los que trabajan con platillos que sean muy cautelosos”.

Tras su misterioso mensaje Albert K. Bender desaparece de escena, y recién en 1956 irrumpe nuevamente su nombre tras la publicación del sorprendente They Knew Too Much About Flying Saucers (Ellos Sabían Demasiado sobre Platillos Voladores), continuado en 1962 por Flying Saucers and the Three Men (Platillos Voladores y los Tres Hombres). Allí y por primera vez Bender relataría su sorprendente experiencia.

Todo se inicia con una llamada telefónica, que al querer responder se encontró con un interlocutor silencioso cuya primera interacción le provocara un intenso dolor de cabeza. Pronto una voz que describió como telepática le sugirió se apartara del estudio ovni. Tras la arenga, un potente zumbido se hizo presente, y luego la llamada volvió a su normalidad. Días después mientras caminaba por un oscuro callejón fue abordado por un intenso dolor de cabeza, y experimentó sus oídos como tapados. Al mirar al cielo un destello azulado pareció emerger, y sintió sus pies elevarse. Nuevamente tuvo la sensación de que algo buscaba desmoralizarlo en sus estudios OVNI. Tras arribar a su hogar y penetrar en su terrorífico ático, advirtió en su habitación flotaba un objeto brillante, que al encender la luz desapareció. Pronto Bender percibió un intenso olor similar al azufre quemado, que de inmediato le irritó los ojos, seguido por una presencia amenazante. Otras experiencias se fueron sucediendo hasta que nuevamente una noche tres hombres atravesaron la pared de su ático, materializándose en su presencia.

Albert K. Bender se retiró de la escena ovni luego de denunciar una interferencia de tipo demoníaca en su interacción con los hombres de negro

Albert K. Bender se retiró de la escena ovni luego de denunciar una interferencia de tipo demoníaca en su interacción con los hombres de negro. Cortesía: globalbizarre.com

Según narra el investigador británico Nick Redfern al describir los pormenores del caso:

“Eran monstruos pálidos, flacos y de ojos resplandecientes. Su modo de vestir eran trajes negros, sombreros negros, corbatas negras delgadas, zapatos negros y camisas blancas impecables”.

Ahondaría Bender:

“Parecían clérigos, pero usaban sombreros similares al estilo Homburg. Los rostros no se distinguían claramente, porque los sombreros los ocultaban en parte y les daban sombra. Los sentimientos de miedo me abandonaron, como si algún remedio peculiar hubiera hecho que todo mi cuerpo fuera inmune al miedo”.

El incidente de la Isla Maury uno de los clásicos de la ufología, y que tuviera lugar a 1947 poco antes de Roswell, fue el primer expediente en constatar la presencia de hombres de negro

El incidente de la Isla Maury uno de los clásicos de la ufología, y que tuviera lugar a 1947 poco antes de Roswell, fue el primer expediente en constatar la presencia de hombres de negro.

Le narraron que tenían bases ocultas en la tierra, (dando a entender que no eran de la Tierra) y lo previnieron que su dedicación al tema OVNI, aunque sincera, podría acarrearle futuros problemas,

Durante esas primeras interacciones a Bender se le entregó un extraño trozo de metal brillante, similar a una moneda, y que le iba a servir para futuras comunicaciones. También le sugirieron tener su radio encendida, y aplicar la repetición de la palabra Kazik, como especie de mantra. Dos días después Bender se encontró realizando su contacto con los misteriosos hombres de negro. A decir de Bender tuvo la sensación de salirse de su cuerpo, flotando por el espacio, siendo transportado a un lugar desconocido. Y atención con esta revelación.

“Estaba en una enorme sala circular con una cúpula de cristal. Las paredes me dieron la impresión de acero inoxidable, pero parecían despedir luz, lo que explica su brillo inusual. Estaba sentado en una silla hecha del mismo metal, mientras que directamente frente a mí noté una especie de estrado donde un gran objeto tubular de unos dos metros y medio de diámetro estaba montado en la pared. Otras sillas similares me rodearon, recordándome un teatro o una sala de conferencias. Busqué una puerta, pero las paredes parecían lisas e intactas alrededor. El techo estaba hecho de vidrio o de alguna sustancia transparente, porque pude ver lo que parecía un cielo nocturno con estrellas titilantes arriba. Mi primera impresión fue la de estar dentro de un platillo volador que había aterrizado en algún lugar apartado. La silla era de diseño sencillo, modernista con líneas rectas. Estaba hecho enteramente del metal brillante”.

Nuevamente oleadas de mensajes telepáticos llegaron a su mente, develando una curiosa historia, sobre una raza llegada de más allá de nuestro sistema solar, creada millones de años antes que nuestro planeta. Mencionaron a Tierra era objeto de vigilancia, así como el armamento nuclear desarrollado suponía una amenaza debido a nuestros pocos avances como raza, y que no se toleraría cualquier intromisión en cuanto a sus visitas e intenciones, pudiendo destruirnos sino los dejábamos tranquilos (y me viene a la memoria János Móricz, y sus encuentros con los moradores de Tayos).

También mencionaron estar tomando químico valioso extraído de nuestros océanos que les servía para sobrevivir. Tales algunos de los conceptos entregados. Bender volvería a ser objeto de una segunda experiencia aún más intrigante ya que fue conducido a una enorme caverna terrestre poblado por túneles donde funcionaba un inmenso laboratorio y cuya geografía actualmente es muy conocida, se trata de la Antártida.

Allí Bender tuvo una entrevista con el comandante de aquella base secreta quién le entregó algunas informaciones. Al ser interrogado, el ser mencionó que su cultura había llegado a la tierra en 1945 (curiosamente cuando las pruebas atómicas estaban en marcha), y que  su principal propósito era tener acceso a nuestro océanos y recursos. También señalaron una antigua guerra en Marte, y que el hombre llegaría a la Luna (aunque se decepcionaría).

En fin una serie de datos intrigantes. Luego Bender retomó su vida y ya jamás los volvió a ver. Más tarde el joven ufólogo se retiró para siempre de su actividad, y su mundo se normalizó por completo. Aunque muchos ven estas experiencias como fuentes de malos rollos paranormales muy conocidos, debido a la obsesión de Bender por lo oculto, otros creen en realidad la historia se inventó debido a problemas de financiamiento que hicieron imposible pudiera continuar su organización. En lo personal su versión no me resulta para nada ajena, hallando cierta repitencia de factores que me indican, algo verdaderamente subterráneo se infiltró en el camino de Albert K. Bender. A continuación, veremos un caso aún más explícito. Atendamos.

August C. Robert, y el OVNI de Shambhala

Esta historia que ahora voy a presentar me llegó gracias al ufólogo alemán ya desaparecido, Peter Krassa que la retrató en su fascinante libro Hombres de Negro. Los fantasmas del espanto, publicado en 1982, e incluida en el capítulo Ovnis. Materia Ultrasecreta, con el agregado de algunos ajustes personales.

El avistamiento ovni tuvo lugar el 27 de julio de 1952, y fue registrado por varios testigos cerca de uno de los rascacielos más famosos de New York, el Empire State Building. Quiso el destino ese día memorable se encontrara como observador privilegiado August C. Roberts, uno de los primeros pioneros en materia ovni además de fotógrafo profesional, quién se había iniciado en la escena tras los eventos de 1947, acompañando a Albert K Bender en su proyecto ya relatado.

Augie, tal el apodo con el cuál se lo conocía a Roberts, captó su primer ovni en 1949, y lo hizo muy cerca donde años después documentaria otro fascinante ovni. Ya para entonces Augie contaba con material excepcional, siendo reclamado por los más afamados ufólogos. Pero regresemos a ese evento de 1952, tenido lugar a la medianoche.

Imágenes del ovni recogido por ufólogo y fotógrafo August C. Roberts en 1952 que derivó en extrañas pistas, y fue motivo de discordia oficial

Imágenes del ovni recogido por ufólogo y fotógrafo August C. Roberts en 1952 que derivó en extrañas pistas, y fue motivo de discordia oficial. Cortesía: saturdaynightuforia.com

Según refiere Krassa, Augie, quien se desempeñaba como parte del Cuerpo de Observadores Terrestres, se encontraba junto a su amigo George Conger en la plataforma de un aeropuerto cercano, contemplando un brillante ovni de tono marrón rojizo, gracias al uso de unos prismáticos. Al parecer el objeto había sido captado por el radar de dos bases militares la de Plainfield y Taryton e incluso fotografiado. A Augie le fue confiado este material para su revelado, aunque en otros sitios se dice fuera él quién hiciera las tomas luego conocidas. Lo cierto es que las muestras, aunque algo afectadas en el momento de los disparos no dejaban de asombrar. Poco después Augie una vez arribado a su hogar, recibió una llamada telefónica donde se le comunicaba dos oficiales de la fuerza aérea se encontraban camino a visitarlo.

Confrontado por los oficiales, Augie fue conducido con el reciente material revelado hacia una base de la zona con el objetivo de interrogarlo. Los militares buscaban saber si Augie había divulgado u hablado sobre este avistamiento con alguien. También se le dijo que la película revelada era una falsificación, y que iban a revisar todo de nuevo.

Augie ya con cierta experiencia en lidiar con este excesivo interés por parte de militares en cuanto a material ovni, comenzó a pensar se había topado con algo grande. Como una forma de presionarlos disparó, un reportero del Jersey Journal ya estaba al tanto del caso y planeaba dar una entrevista. Aquello pareció funcionar, y los militares se comprometieron a enviar al periodista una de las tomas. Augie quedó libre. Una pequeña foto vio la luz en el Jersey Journal, aunque los militares volvieron a confiscar el material.

El libro de Peter Krassa es un estudio muy bien documentado sobre los Hombres de Negro

El libro de Peter Krassa es un estudio muy bien documentado sobre los Hombres de Negro. Archivo Personal / Débora Goldstern

Sin embargo, Augie tenía un as en la manga, ciertas tomas que habían quedado en su poder, no declaradas a sus codiciosos superiores habían quedado a salvo. Una nueva llamada telefónica, esta vez por parte de su hermana, lo puso en alerta de una nueva visita. Se trataba de un hombre perteneciente al célebre Massachusetts Institute of Technology, más conocido por sus siglas, el MIT.

Una vez en su presencia aquel hombre se reveló como musculoso, vistiendo un traje claro de estilo deportivo, y con un porte muy militar. La curiosidad de Augie no hacía más que crecer. En un principio el atribulado fotógrafo trató de distraer al supuesto científico, quién finalmente suplicó por el material revelado. Solicitó, aunque sea una foto, y hasta ofertó un dinero. Finalmente, Augie cedió a su solicitud, y aceptó entregarle una toma. Una vez que consiguió su objetivo, el misterioso invitado alzó con mucho cuidado la fotografía, y pareció entrar en trance.

Nicolás Roerich el místico ruso que en 1927 declaró la observación de un ovni en Mongolia

Nicolás Roerich el místico ruso que en 1927 declaró la observación de un ovni en Mongolia. Cortesía: hypotheses.org

Luego se despidió, pero poco antes de partir le entregó al fotógrafo un misterio mensaje asegurando iba resultarle interesante. En la nota se leía:

“Altái-Himalaya. Nicolás Roerich, pág 361-362”.

Semanas después Augie mientras merodeaba por una librería de Manhattan, preguntó por la existencia del libro que para su sorpresa tenían. Se trataba de una especie de diario personal realizado por el mítico explorador ruso Nicolás Roerich, rememorando su incursión por las montañas de Asia Central a inicios del siglo XX.

Mientras Augie revisaba el material, se topó con las páginas sugeridas, y ante su sorpresa se encontró con la denuncia realizada por Roerich el cinco de agosto de 1927 en su paso por Mongolia. (Esta escritora constató el informe del avistamiento se encuentra en la página 360).

Roerich narró:

“El cinco de agosto, ¡algo extraordinario! estábamos en nuestro campamento en el distrito de Kukunor, no lejos de la cadena de Humboldt. Por la mañana sobre las nueve y media, algunos de nuestros caravaneros vimos un águila negra notablemente grande que volaba sobre nosotros, siete de nosotros, y comencé a observar esta inusual ave. En este mismo momento otro de nuestros caravaneros comentó: “Hay algo muy por encima del pájaro.” Y gritó en su asombro. Todos vimos, en dirección de norte a sur, algo grande y brillante reflejando el sol, como un enorme óvalo moviéndose a gran velocidad. Cruzando nuestro campamento esta cosa cambió en su dirección de sur a suroeste. Y vimos como desaparecía en el cielo azul intenso. Nosotros, incluso, tuvimos tiempo de tomar nuestros prismáticos, y observar claramente un óvalo”.

Secretos subterráneos de los hombres de negro, y la pista en Argentina

“Este mi inédito testimonio enlaza de alguna manera la relación entre el inframundo, los avistamientos ovnis muy frecuentes en la zona, y los hombres de negro”. Carlos Deich comentando a Julio Vidal su alucinante experiencia en el norte argentino.

En su libro Portal 66./33. El código secreto entre el mago John Dee y la Argentina, 2008, mi colega y amigo ya desaparecido, nativo de la provincia argentina de Córdoba, Julio Alejandro Vidal, que adoptara en vida el apodo de Axund Thamor, presenta un inquietante aporte sobre el enigma de los hombres de negro en sus incursiones por Argentina.

Se trata de un descubrimiento realizado en la región de Schaqui, norte argentino provincia de La Rioja, sucedido a fines de la década de los ochenta, y donde Vidal informa sobre la experiencia de Carlos Deich junto a Ramón G. El asunto se desencadenó tras el hallazgo fortuito de unas extrañas piedras en las inmediaciones de la residencia de su amigo, despertando la atención por su peculiar amalgama de cuarzo y mica.

Según revelaran, tras acercarse a observar aquellas piedras singulares nada en número de tres, aparecían dispuestas retratando un triángulo casi equilátero. Debido a la composición de sus materiales, Ramón G sugirió a su amigo las piedras pudieran funcionar como antenas de comunicación. Su confirmación se hizo realidad cuando al examinar una de ellas notaron que la misma llevaba insertado extensos filamentos de cobre, que parecían colgar hacia las profundidades de la tierra.  Las dos piedras restantes estaban unidas por la misma fibra.

Julio Vidal y una investigación que llevó siete años. Libro único y no reeditado que informa sobre extrañas interacciones de hombres de negro en Argentina

Julio Vidal y una investigación que llevó siete años. Libro único y no reeditado que informa sobre extrañas interacciones de hombres de negro en Argentina. Archivo Personal / Débora Goldstern

Poco después de producido el descubrimiento, un hombre de aspecto raro comenzó a merodear por la zona donde ambos residían. Descrito como de estatura elevada, calculada su altura en casi 1.90 a 2 metros, llevaba puesto un traje negro, teniendo en cuenta era temporada de verano, portando pelo rubio y de piel blanquecina, estimada su edad en no más de treinta años. Vidal y Ramón G. se decidieron a confrontar al extraño, pero el hombre al ser advertido huyó en frenética caminata sin poder ser alcanzado.

Poco después una terrorífica escena tuvo lugar. Atendamos a Julio Vidal comentando la impresión de Deich:

“Emocionalmente se me hace difícil definir lo que sentí en esos momentos, mejor dicho, lo que sentimos al ver que nuestro perseguido hombre de negro detuvo su marcha a la orilla del río, junto sus brazos en posición de firme y se hundió lentamente en la arena de espaldas a nosotros, como si se lo hubiera tragado la tierra”.

Los hombres de Negro y la hipótesis de la tierra hueca según un informe de 1973

Los Hombres de Negro y la hipótesis de la Tierra Hueca según un informe de 1973. Cortesía: Twitter / @HumanoidHistory

Al acercarse al sitio de la desaparición, ambos amigos notaron un agujero de dimensiones pequeñas, donde tan solo podría caber una persona, calculando su profundidad en 25 metros. Al otro día toda evidencia apareció borrada. Julio Vidal comenta también en su extraordinaria investigación la existencia de un portal al que llama meridiano 66 oeste, paralelo 33 sur, localizado según testimonia, en la provincia argentina de San Luis, y donde en 1978 se produjera uno de los avistamientos ovnis más importantes del país, el del Dique La Florida, incidente protagonizado por tres pescadores que además del ovni, contaron fueron abordados por un humanoide tras descender del vehículo. Aquí también aparecen vinculados los hombres de negro. Por cierto, en el paralelo 33 tuvo lugar el avistamiento de Roswell. Hasta Aquí.

Conclusión

Como siempre digo este informe propone una aproximación distinta al clásico misterio de los hombres de negro, que, aunque muchas veces se intenta descartar en el puzle ovni debido a la alta extrañeza de las historias, merece seguir ahondarse, especialmente en lo respectivo a la pista subterránea presentada, que espero sirva para disparar nuevos estudios. Continuará.

Bibliografía

Libros:

  • Bender, Albert K; Barker, Gray. (1962). Flying Saucers and the Three Men. New York: Saucerian Book.
  • Gray, Barker. (1956). They Knew Too Much about Flying Saucers. New York: University Books.
  • Krassa, Peter. (1982). Hombres de Negro. Los Fantasmas del Espanto. Barcelona: Martínez Roca.
  • Redfern, Nick. (2015). MIB. Os Verdaderiros Homens de Preto. Curitiba: Mona.
  • Thamor, Axund. (2008). Portal 66./33. El Código Secreto entre el Mago Inglés John Dee y la Argentina. Córdoba: Nueve (9).
  • Zerpa, Fabio. (1979). Los Hombres de Negro y los Ovnis. Barcelona: Plaza & Janés.

Sitios web:

  • Bridgeport Library
    Bielawa, Michael J. El legado ovni de Bridgeport: Hombres de negro y la historia de Albert K. Bender.
    ‘https://bportlibrary.org/hc/authors/bridgeports-ufo-legacy-men-in-black-and-the-albert-k-bender-story/
  • Journal News
    Redfern, Nick. Investigadores de ovnis, cuidado con el lado oscuro del fenómeno: puede destruir vidas.
    ‘https://journalnews.com.ph/ufo-researchers-beware-of-the-dark-side-of-the-phenomenon-it-can-destroy-lives/
  • Rivista Waste
    Moggia, Vicenzo. Those Strange and Wonderful Times.
    ‘https://www.rivistawaste.com/articoli/those-strange-and-wonderful-times-3-vincenzo-moggia-rivista-waste/
  • Saturday Night Uforia
    The Tale of the Men in Black.
    ‘https://www.saturdaynightuforia.com/html/articles/articlehtml/thetaleofthemeninblack.html

Un artículo escrito por Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com

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Débora Goldstern

Débora Goldstern

Autor

Bibliotecaria de Profesión, natural de Buenos Aires, Argentina. Presta servicios en la Universidad Abierta Interamericana desde hace 16 años. Además es escritora e investigadora, dedicándose al estudio de las civilizaciones andinas desaparecidas por más de 20 años. Ha participado como consultora de la revista Ufo Brasil, ha sido expositora en diversos congresos y es regularmente convocada por programas de radio, tv, documentales, films y canales de Internet. Ha publicado dos libros: «Secretos subterráneos de los mundos olvidados - Cueva de los Tayos» y «Tierra Hueca». Débora es colabora permanente en CodigoOculto.com desde Diciembre de 2018.

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