De seguro todos hemos oído hablar de los nazis como un régimen extremadamente violento y caracterizado por su crueldad. Pero ¿qué hay de sus experimentos? Debido a la cantidad de pruebas que realizaron demostraron a todo el mundo que tenían gran abundancia de conocimiento, aunque para ello vulneren todo tipo de ética.
¿Qué tipo de experimentos hacían los nazis?
Para nadie es un secreto que este grupo de personas se encontraban altamente interesados en probar muchos de sus análisis experimentales en humanos. No les importaba si se trataba de una dama o un niño. A lo largo del tiempo, llevaron a cabo diferentes tipos de pruebas en personas de todas las edades.
De lo que se sabe, los nazis “jugaron” con el cuerpo de las personas por así decirlo. Implementaron pruebas de armas biológicas, la reacción del humano ante las temperaturas extremas, e incontables experimentos que siempre dejaban al sujeto, deformado, discapacitado o muerto. Era realmente perturbador todo lo que hacían.
El experimento de inmortalidad nazi
En el año 1999 se encontraron unas cajas que contenían documentos de diferentes tipos de experimentos muy extraños. Estos se basaban en la ideología de que el cuerpo humano envejece y muere porque nuestro cerebro así se lo indica.
Por lo tanto, si el cerebro es quien tiene el control de todo el proceso biológico, y trabaja como un temporizador ¿Por qué no eliminarlo? Esto era lo que ellos pensaban hacer, simplemente conseguir en que parte del cerebro se encontraba este temporizador y desactivarlo.
Inician las primeras pruebas en un orfanato
Luego de llegar a la conclusión de que el trabajo que ejecuta la mente es una enfermedad, decidieron trabajar en un proyecto muy perturbador. Lo llamaron: “El interruptor de la muerte”. Las pruebas empezaron a realizarse en 1942, su aliado en este experimento fue Japón.
Aparentemente a las afueras de Hiroshima, se encontraba un orfanato, y este fue el lugar que escogieron para llevar a cabo su proyecto. ¿Por qué decidieron empezar a experimentar con los niños? Al parecer los nazis pensaban que el interruptor de la muerte no se había activado aún en los pequeños.
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El comienzo de un aterrador experimento
Primero, empezaron por diseccionar cerebros de adultos y niños, para realizar comparaciones y tratar de conseguir el interruptor de la muerte. Aparentemente pudieron encontrarlo en el cerebelo, la parte del cerebro que controla cualquier actividad del subconsciente.
Experimentación humana nazi
Una vez que pensaron haber hallado el interruptor en el cerebelo, los científicos alemanes decidieron empezar a operar a todos los niños del orfanato. Su finalidad era ver los resultados si conseguían desactivar la función de esta zona cerebral.
Al inicio de las pruebas, los niños morían, y sus pequeños cuerpos eran enterrados en el bosque, en tumbas que no tenían mucha profundidad. Los huérfanos, eran ideales para los nazis en este tipo de experimentos, porque nadie los extrañaría, ni pondrían denuncias de su desaparición.
La primera operación “Exitosa”
Luego de haber fracasado en el intento muchas veces, por fin lograron tener éxito en una de las operaciones realizadas. Se trataba de una niña, aunque entró en coma luego de la intervención más tarde revivió milagrosamente. Uno de los efectos adversos que vivió es que perdió la capacidad de sudoración.
Por otro lado, la historia relata que esta niña entraba en un estado de coma cada noche. Las funciones de su cuerpo cesaban y aparte, su corazón extrañamente se detenía, pero por las mañanas volvía a despertar de su profundo coma.
Los niños empiezan a tener extrañas actitudes
Una vez que la mayoría de los niños se habían sometido exitosamente a este procedimiento, empezaron a tener un comportamiento muy raro. Algunos científicos alarmados, dijeron que cuando se encontraban solos estos pequeños los seguían, además tenían una mirada aterradora.
Por otro lado, se dice que cuando hablaban con ellos, parecían bastante olvidadizos, es como si les hubieran borrado sus recuerdos. Aunque a veces, también parecían saber cosas que nunca se imaginaron que estos niños sabrían. Estos dos extremos los había dejado bastante inquietados.
¿Qué pasó con aquellos niños?
Según cuenta la historia, una vez que Alemania perdió la guerra los nazis abandonaron el orfanato. Dejaron que estos niños resolvieran sus vidas por su cuenta, pero las leyendas urbanas dicen que actualmente los pequeños siguen viviendo y que disfrutan de la inmortalidad.
Muchas personas dicen que esto no es más que un cuento de terror ficticio. De lo único que podemos estar seguros, es que los nazis demostraron una gran falta de respeto por la vida de muchos con sus perturbadores experimentos.
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