La existencia de gigantes en todo el mundo en un misterio. A pesar de que las civilizaciones antiguas dejaron registros de haber convividos con ellos, sumado a los hallazgos arqueológicos, los historiadores ortodoxos se niegan a aceptar su existencia.
Sin embargo, una investigación realizada por los exploradores y escritores, Hugh Newman y Jim Vieira, presentó evidencia de que, al menos en Gran Bretaña, la existencia de estos seres colosales es un hecho. Por ello, han presentado 10 hallazgos publicados en su libro “A la caza de los Gigantes de Gran Bretaña”.
Cadair Idris, Gales y los esqueletos de 2.13 metros
En esta región se encontraron 2 esqueletos de 2.13 metros de altura en un entierro. El hallazgo fue hecho por excavadores de tumbas en 1685.
Esta montaña es el hogar del mítico Idris Gawr, quien fue uno de los llamados “Astrónomos Sagrados de Gran Bretaña”. También fue el Rey que gobernó en el siglo VII.
Según la leyenda, este hombre era tan grande que podía sentarse en su silla de roca, en la cima de la montaña y contemplar su reino desde los cielos.
El pico de Cadair Idris tiene forma de asiento, y se cree que posee poderes mágicos. Aquellos que consiguieron sentarse en él se volvieron locos, o tuvieron visiones sobre las enseñanzas ocultas de los gigantes.
Los sitios megalíticos de todo Gales se atribuyen a Idris, algunos con nombres y leyendas notables. En la tradición bíblica, Idris es Enoc, por lo que también se investiga si guardan relación.
Restos de 2.43 metros de altura en el Monte San Miguel
El Monte San Miguel es uno de los monumentos más importantes de Inglaterra. Está frente la costa de Marazion, en el sur de Cornualles. Se trata de una montaña cónica de granito, con un monasterio en su cima y rodeada de hermosos jardines.
En este lugar se encontró un esqueleto de 2.43 metros de altura, a comienzos del siglo XIX. Estaba escondido en una mazmorra estrecha, excavada en la roca sólida, la cual ahora funge de cripta bajo la capilla.
Los mitos antiguos hablan de Cormoran el Gigante, que fue asesinado por Jack, el asesino de gigantes. En la historia, este ser tenía 6 dedos en las manos y pies, también que era un cíclope tuerto que luchó contra magos blancos por el poder de la Tierra.
Isla Lundy y los restos de 2.65 metros
En 1865, se descubrieron 2 esqueletos que sobrepasaban los 2.60 metros de altura. Fueron enterrados en tumbas revestidas de piedra y otros esqueletos de tamaño común.
La isla de Lundy es mencionada en la literatura histórica durante milenios y a los romanos se les dijo que sus habitantes eran de “una raza de hombres sagrados que rechazaba el comercio y tenía visiones del futuro”.
Antiguas leyendas mencionan a gigantes que empuñaban rocas y eran maestros de la hechicería enterrados en ese lugar. Estos seres fueron expulsados de Cornualles y como venganza, arrojaron piedras gigantes al continente.
Lundy también forma parte del Triángulo de Lunación, que conecta Stonehenge con la cantera de Preseli Bluestone, al sur de Gales.
Gigante de 2.70 metros de Glastonbury
En el año 1191, los monjes de la abadía de Glastonbury encontraron al supuesto esqueleto del Rey Arturo.
Estos restos medían 2.70 metros de alto y, junto a él, había un esqueleto femenino con una trenza de cabello rubio, que se dice, era Ginebra. También había una cruz de plomo con inscripciones en latín que decía que, efectivamente, eran la tumba del Rey Arturo.
El historiador Giraldus Cambrensis, examinó los huesos y la tumba 4 años más tarde, declarando que el hallazgo era real. En 1278 y en presencia del Rey Eduardo I y la reina Leonor, los restos se trasladaron a un sarcófago de mármol en la Abadía.
A pesar de que otros registros históricos no mencionan que se trata específicamente de los restos del Rey Arturo, si se hace mención al tamaño descomunal del esqueleto.
La tumba megalítica de Maeshowe
Ubicada en la parte continental de Orkney, Escocia, la cual data del 2.800 a. C. Esta región forma parte de un complejo megalítico enorme y en 1861, el anticuario James Farrer, excavó el sitio.
Rápidamente notificó el hallazgo de un esqueleto de 3 metros de alto y 2 momias. El Decriptio Insuluarum Orchadiarum de Jo Ben, informó en 1529 que también se desenterró un esqueleto de más de 14 metros de altura en la zona. Aunque se cree que ambos se tratan del mismo descubrimiento.
Glenelg Broch, Escocia, restos de 3.35 metros de altura
Dun Telve Broch es una construcción megalítica de 2.000 años de antigüedad, ubicada en Glenelg, Escocia. Ahí se descubrió un esqueleto de 2.60 metros y otro que de 3.35 metros.
Ambos fueron descritos con huesos robustos y fuertes. De hecho, la mandíbula era tan grande que el hombre más alto de la excavación lo comparó con la suya, habiendo gran diferencia.
Sin embargo, se dice que al instante se desató una tormenta, provocada por los espíritus de los gigantes. Esto llevó a que se les llamara “Los sembradores de truenos“.
Duchuil, Co. Mayo, Irlanda, gigante 3.65 metros
San Patricio, mientras excavaba unas tumbas antiguas, descubrió un esqueleto de más de 3.65 metros de largo. Se trataba de un antiguo guerrero enterrado en un túmulo inmenso, en Irlanda.
En la tumba también había un hacha y una espada de gran tamaño. San Patricio dispersó los huesos y el armamento en un intento de “salvar el alma” del gigante pagano, bautizando el esqueleto.
St. Bee, Cumbria y el gigante de más de 4 metros
A comienzos del siglo XIX, se desenterró un gigante que alcanzaba los 4.26 metros de altura en un campo de maíz, en la localidad de St Bee, Cumbria. El esqueleto aún tenía su armadura completa, una espada enorme y un hacha que medía más de 1.80 metros.
Se afirmó que los dientes del esqueleto medían 15 centímetros de largo y 5 centímetros de ancho. Los restos del esqueleto se distribuyeron entre los aldeanos y nunca más volvieron a ser vistos.
El gigante de Stonehenge
A comienzos del siglo XVI, Sir Thomas Elyot, un diplomático, erudito y escritor, informó sobre un descubrimiento en las cercanías del Stonehenge. Se trataba de un esqueleto de 4.52 metros dentro de un enorme ataúd de roble, junto un libro antiguo con inscripciones misteriosas.
Esta historia también fue contada por William Camden y John Leland, historiadores muy respetados para la época. En las cercanías también se encontró una tabla de plomo con inscripciones extrañas.
En 1719, también se encontró un esqueleto de más de 2.80 metros en un montículo cercano al monumento. Esto llevó a que, el primer nombre conocido para el Stonehenge fuera “la danza del gigante”. La leyenda cuenta que el círculo de piedra se construyó por una tribu de gigantes llamada Cangick.
Desde 1447, una efigie gigante desfila por Salisbury hasta tiempos recientes. Este era llamado San Cristóbal, un gigante cananeo de las Tierras Bíblicas.
El esqueleto de 6.40 metros de altura de Corbridge
En 1660, se encontró un misterioso esqueleto en Corbridge, Northumberland, muy cerca del Muro de Adriano. Los restos medían 6.40 metros de largo y se resguardó en el museo Keswik de Cumbria, junto a otros cráneos y huesos de gigantes.
A comienzos de 1800, se encontró otro cráneo de gran tamaño en el mismo lugar. Se dice que la costilla el primer gigante se mantuvo expuesta en Old George Inn, Newcastle.
A pesar de que muchos de estos hallazgos han sido tomados como leyendas, muchos historiadores y exploradores independientes creen que estas son evidencias inequívocas de que existieron los gigantes en la antigüedad.
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