Una especie tecnológica indígena anterior podría haber surgido en la antigua Tierra o en otro planeta, como un Venus pre-invernadero o un antiguo Marte. Un científico señala que, en la Tierra, la erosión y las placas tectónicas pueden haber borrado cualquier prueba de que tales especies alienígenas vivieran en nuestro planeta hace millones o quizá miles de millones de años. Es de esperar que las technosignatures o tecnofirmas extraterrestres sean extremadamente antiguas, lo que limita los lugares en los que podrían encontrarse a las superficies de Marte y la Luna, o en el Sistema Solar exterior.

Una de las preguntas más formuladas en el planeta Tierra es, sin duda: ¿Somos los únicos ahí fuera? ¿Es nuestra especie la primera y única del universo? ¿O existe la posibilidad de que la vida haya existido -o siga existiendo- en algún otro lugar del universo, tal vez en algún punto de nuestro propio sistema solar?

Un científico cree que por fin puede tener una respuesta.

Civilizaciones tecnológicas antiguas

Las misiones espaciales actuales tratan de encontrar indicios de vida en nuestro sistema solar, pero ¿pueden estas misiones encontrar también rastros de la existencia de civilizaciones tecnológicas que pudieran haber existido en nuestro sistema solar antes que la nuestra? Según Jason Wright, profesor adjunto de astrofísica y astronomía de la Universidad Estatal de Pensilvania, la respuesta es sí.

Jason Wright, profesor adjunto de astrofísica y astronomía de la Universidad Estatal de Pensilvania. Crédito de imagen: PennState

El profesor Wright afirma que civilizaciones extraterrestres “tecnológicas” podrían haber vivido alguna vez en uno de los planetas de nuestro sistema solar y, finalmente, haber desaparecido sin dejar rastro.

En un estudio titulado “Prior indigenous technological species” o “Especies tecnológicas indígenas anteriores”, el profesor Wright propone que los antiguos alienígenas podrían incluso haber vivido en Marte, Venus o la Tierra.

El artículo científico -que se ha publicado en arXiv– afirma: Una especie tecnológica indígena anterior podría haber surgido en la antigua Tierra o en otro cuerpo, como un Venus pre-invernadero o un Marte húmedo.

Sin embargo, si estas civilizaciones alienígenas avanzadas existieron en nuestro sistema solar -quizá incluso en la Tierra-, la mayoría de las pruebas de su existencia probablemente ya hayan desaparecido.

Antiguos alienígenas en la Tierra

Si los antiguos alienígenas habitaron la Tierra en un pasado lejano, la pregunta sería ¿HACE CUÁNTO TIEMPO? ¿Cuánto tiempo hace que pudo existir una especie así? La vida compleja ha sido común en la Tierra desde la “explosión” del Cámbrico, hace unos 540 millones de años; antes de esto, el registro fósil sólo contiene organismos mucho más simples, como especies unicelulares y sus colonias. Por tanto, cabría esperar que cualquier especie inteligente anterior no fuera más antigua que este acontecimiento.

Como señala el experto, si existieron alienígenas en un pasado lejano en Venus, las pruebas de su civilización pueden haber sido borradas por completo.

El profesor Wright escribe:

“Una de las principales cuestiones abiertas de la astrobiología es si hay vida existente o extinta en otros lugares del Sistema Solar. Gran parte de este trabajo lleva implícito que buscamos vida microbiana o, en el mejor de los casos, no inteligente, aunque los artefactos tecnológicos sean mucho más fáciles de encontrar. Pero si alguna vez surgió en el Sistema Solar una especie tecnológica anterior, tal vez espacial, podría haber producido artefactos u otras tecnosignaturas que han sobrevivido hasta nuestros días, lo que significa que SETI de artefactos del Sistema Solar ofrece una vía potencial para resolver la cuestión de la astrobiología”.

Además, el profesor Wright señala que en la Tierra, la erosión y las placas tectónicas también pueden haber borrado cualquier prueba de que tales especies vivieran alguna vez en nuestro planeta hace millones de años.

Es posible que hayan existido antiguos alienígenas en la Tierra, sugiere el profesor Jason Wright. Crédito de imagen: DALL-E

El profesor Wright agregó:

“Es de esperar que las technosignatures indígenas que queden sean extremadamente antiguas, lo que limitaría los lugares en los que aún podrían encontrarse a las superficies de Marte y la Luna, o al Sistema Solar exterior.

Si hay rastros de civilizaciones alienígenas avanzadas en la Tierra, lo más probable es que las pruebas de su existencia se encuentren bajo tierra”.

El profesor Wright señala en el estudio:

“Las estructuras enterradas bajo las superficies podrían sobrevivir y ser descubiertas siempre que no sufran una colisión tan grave que anule su naturaleza artificial. Su mera destrucción las convertiría en no funcionales, pero podrían seguir siendo tecnológicamente reconocibles.

Podríamos conjeturar que los asentamientos o bases de estos objetos se habrían construido bajo la superficie por diversas razones, y por ello aún podrían descubrirse hoy en día.”

Marte, también como probable lugar para encontrar antiguos alienígenas

El profesor Wright, que ha sacudido un tema muy controvertido, cree que en nuestra era actual, el creciente campo de la arqueología espacial puede ayudar algún día a revelar pruebas de “antiguos alienígenas”.

El antiguo Marte, un lugar probable para encontrar antiguos alienígenas.

Como señala el profesor Wright, es probable que el antiguo Marte tuviera agua líquida en la superficie y que fuera habitable. Por ello, a menudo se considera el lugar más probable para encontrar pruebas de vida extraterrestre en el Sistema Solar. Después de la Tierra, quizá también sea el lugar más probable para una especie tecnológica indígena anterior.

El profesor Wright concluye:

“Tales descubrimientos podrían producirse utilizando las herramientas del floreciente campo de la arqueología del espacio, que incluye la búsqueda, el hallazgo y la interpretación de artefactos humanos en el espacio. Tal vez sea más probable que las imágenes y el radar del subsuelo utilizados para estudiar la geología de las superficies planetarias revelen rastros de estructuras enterradas u otros artefactos”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en International Journal of Astrobiology.

Fuente: Cambridge University

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