Puede sonar sobrenatural, pero existe un objeto en la Tierra, muy real y tan mortífero que incluso permanecer cerca de él podría matarte en cinco minutos. Sólo 300 segundos en la habitación con la llamada “Pata de Elefante” le dejarán con sólo dos días de vida. ¡Así de macabro!

Pata de elefante, el objeto más mortífero de la Tierra

Este misterio mortal es un trozo de lava solidificada de 2 metros de ancho formado a partir del núcleo fundido del reactor nuclear de Chernóbil.

Debido a la intensa radiación, sólo se han tomado unas pocas fotos de la pata de elefante.

Incluso ahora, casi 40 años después de la fusión, entrar en la habitación con este objeto podría ser mortal y la amenaza puede persistir durante siglos.

En esta foto, tomada por el Departamento de Energía de EE. UU. una década después de la catástrofe, la Pata de Elefante aún podría suministrar una dosis mortal de radiación en una hora. Crédito de imagen: Departamento de Energía de EE. UU.

Cómo nació la “Pata de Elefante”

El 26 de abril de 1986, el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) experimentó una inesperada subida de tensión.

Al fallar los procedimientos de parada de emergencia, la temperatura del núcleo aumentó aún más.

Cuando se insertaron las barras de control que ralentizan la reacción, ya era demasiado tarde y las intensas temperaturas agrietaron las barras.

Pronto el agua de refrigeración se evaporó, aumentando la presión hasta que el reactor explotó en el peor desastre nuclear de la historia de la humanidad.

Aquel otoño, mientras los equipos de emergencia luchaban por contener la radiación, descubrieron que una cámara situada bajo el reactor se había convertido en uno de los lugares más peligrosos del planeta.

El reactor se calentó tanto que el acero y el hormigón utilizados para proteger el núcleo se fundieron en lava radiactiva.

A pesar de lo que creían los equipos de limpieza iniciales, este material no era en realidad combustible nuclear del reactor.

A medida que el núcleo se volvía crítico, simplemente fundía los materiales utilizados para albergarlo, que caían lentamente por el suelo del reactor.

Al abrirse paso a través de las tuberías y el hormigón del reactor 4, el material recogió más componentes, cambiando y transformándose en un complejo amasijo de sustancias químicas radiactivas.

Zona de exclusión de Chernóbil, cerca de la central nuclear. Crédito de imagen: depositphotos.com

Corium, nace un nuevo material

Cuando esta mezcla de arena, hormigón y combustible nuclear finalmente se enfrió, se solidificó en un nuevo material llamado corium.

Una masa de corium, que cayó al pasillo de vapor bajo el reactor, se conoció como la Pata de Elefante debido a su característica forma.

En 1986, la pata de elefante emitía 10.000 roentgens (una medida de la radiación) por hora, unas 1.000 veces la dosis necesaria para provocar cáncer.

Para contextualizar, una hora de radiación a ese nivel equivaldría a recibir cuatro millones y medio de radiografías de tórax.

Con 30 segundos de exposición, sufrirías mareos y fatiga en una semana.

A los dos minutos, tus células empezarían a sangrar y a los cuatro minutos aparecerían vómitos, diarrea y fiebre.

Por último, tras sólo cinco minutos, es casi seguro que morirás dos días después.

Cuando llegó el equipo de limpieza, los llamados “liquidadores”, descubrieron que la Pata de Elefante seguía siendo demasiado radiactiva para acercarse a ella.

Utilizando una cámara sobre ruedas montada a toda prisa, el equipo pudo tomar una foto de la pata.

Diez años después sigue siendo peligrosa

Diez años más tarde, el Departamento de Energía de EE. UU., que documentó Chernóbil exhaustivamente, consiguió obtener algunas fotos de la Pata de Elefante.

En algunas de las fotos de la Pata de Elefante se puede ver a un hombre con un abrigo naranja, que se cree que es Artur Korneyev, el subdirector de Shelter Object.

Artur se hizo esta foto utilizando una cámara con temporizador para limitar su exposición a la radiación.

Cuando la Pata de Elefante se formó por primera vez, sólo cinco minutos en la habitación con ella podían causar un envenenamiento mortal por radiación. En esta foto tomada 10 años después, la radiación sigue siendo tan alta que ha interferido con la película de la cámara. Crédito de imagen: Artur Korneyev

En ese momento, la mancha de corium emitía una décima parte de la radiación que había emitido originalmente.

Artur sobrevivió a la experiencia, hizo cientos de viajes para visitar el lugar de la catástrofe y vio más de la Pata de Elefante que ninguna otra persona.

En 2021 seguía viviendo en Ucrania, según un periódico local, pero no se sabe si sigue vivo.

Sin embargo, incluso 500 segundos de exposición inducirían una leve enfermedad por radiación, mientras que una hora sería mortal.

Los niveles de radiación cerca de la Pata de Elefante se mantuvieron tan altos que interfirieron con la película utilizada para fotografiarla.

En 2016 se colocó un refugio de hormigón y acero llamado Nuevo Confinamiento Seguro sobre los reactores para evitar más fugas. Este se reforzó con una estructura de acero para garantizar que el polvo de uranio no se dispersara en caso de otra explosión.

Dado que el corium es tan raro, pues sólo se ha producido cinco veces en la historia, nadie sabe a ciencia cierta cómo cambiará la pata del elefante con el paso del tiempo.

Aunque el material nuclear se está enfriando lentamente, es probable que siga siendo peligroso durante muchos años más.

La Pata de Elefante tiene un mensaje para la humanidad: “no te acerques a mí, si quieres vivir”. 

[H/T: dailystar]

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