Los antiguos egipcios disponían de juegos de mesa para su entretenimiento. Uno de los más populares fue el senet, que además de un divertido juego de mesa tuvo un innegable sentido ritual relacionado con la vida eterna.
El senet está considerado como uno de los juegos de mesa más antiguos del mundo. Las primeras referencias datan del año 2650 a. C. para, posteriormente, haberse encontrado en escritos e incluso en tumbas de grandes personalidades. Pero es probable que no sólo sea un juego de divertimento, sino que su verdadero sentido en el Antiguo Egipto era ser considerado como un símbolo religioso.
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En 1906, el arqueólogo italiano Ernesto Schiaparelli descubrió la tumba intacta de Kha y Merit, una pareja de la élite del antiguo Egipto. Entre el conservado ajuar funerario se encontró un tablero de senet (cuyo nombre significa pasaje o tránsito) colocado sobre una mesa de caña, lo que evidenciaría el aprecio que la pareja tuvo a este juego. Sin embargo, no ha sido el único tablero de senet que se ha encontrado en Egipto. Existen tableros grabados en el piso de algunos templos como el que se encuentra en el primer patio del templo de Medinet Habu o en la terraza del templo de Khonsu en Karnak. También se han hallado tableros completos en la tumba de Tutankhamón, que tenía cuatro tableros de senet, así como iconografías del juego en sepulturas y en papiros como en el Libro de los Muertos del escriba Ani.
Los diagramas de senet que fueron encontrados en tumbas y templos muestran que los oráculos, sacerdotes, y trabajadores que los construyen entretenían su ocio con él. Los campesinos lo jugaban en la arena, con piedras o piezas de cerámica improvisadas. Pero los faraones lo jugaban en unos valiosos tableros hechos con maderas preciosas, marfil y cerámica.
Jugando con el Destino
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Las representaciones pintadas en los murales de numerosas tumbas muestran al difunto en medio de una cena festiva, amenizada por bailarinas y músicos y jugando al senet con su mujer o cualquier otro miembro de la familia. Los escritos religiosos egipcios describen que el senet es practicado en el más allá por los espíritus de los que han partido. De hecho, los movimientos de las piezas sobre el tablero representan las vicisitudes del alma humana en su viaje al más allá. El futuro del difunto en la otra vida estaría conectado a su manera de jugar al Senet; incluso tendría que jugar una partida contra el Destino, en presencia de Osiris. En el mismo Libro de los Muertos Egipcio se sugiere que la resurrección del difunto depende del resultado de una partida de Senet. Esto demuestra la importancia funeraria de este juego y el motivo por el que se han encontrado tantos ejemplares en tumbas.
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A pesar de que este juego está bastante documentado, existe un pequeño vacío en un periodo de unos 400 años entre el 2613 y el 2181 a.C, en los que se desconoce qué pasó para que cambiara la orientación del juego. Pero un tablero conservado en el Museo Egipcio de San José (California, EEUU) podría confirmar cómo cambió de simbolismo para convertirse en un objeto religioso. Se trata de una de las representaciones más famosas de un senet encontrada en la tumba de Nefertari, la Gran Esposa Real de Ramsés II, en el Valle de las Reinas, donde se muestra a la soberana sentada frente un tablero a punto de mover una ficha. En el dibujo se observa no solo cómo cambiaron los objetos decorativos, sino que también se demuestra que cambia la orientación del juego: de hecho, en lugar de jugarse de arriba a abajo y de derecha a izquierda, pasó a ser utilizado de abajo a arriba y de izquierda a derecha. Según explica Walter Crist en un estudio publicado en el Journal of Egyptian Archaeology, podría ser la confirmación de cómo el humano ‘jugaba’ contra las deidades para saber lo que le esperaba en la otra vida.
La reina egipcia Nefertari jugando al senet. Pintura en su tumba (siglo XIII a. C.). (Wikimedia Commons)
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¿Cómo se jugaba al Senet?
Ninguno de los documentos egipcios descubiertos hasta la fecha describe exactamente las instrucciones del juego. Posiblemente, era tan popular que todo el mundo sabía perfectamente cómo hacerlo por lo que nunca se consideró necesario poner las reglas por escrito, pero el arqueólogo suizo Gustave Jéquier elaboró unas reglas basándose en indicios fehacientes. Los principales puntos de su sistema de juego fueron corroborados por el egiptólogo Edgar B. Push, que se dedicó exhaustivamente al estudio del Senet.
El Senet es un juego de carreras entre dos personas. Cada jugador tiene cinco fichas, blancas o negras. Las fichas se mueven según la trayectoria de un arado de bueyes (es decir en forma de S invertida). Al parecer, el objetivo del senet era conseguir mover y sacar las piezas del tablero antes que el adversario. Un tablero de senet, que podía servir al mismo tiempo de caja para guardar las fichas, se compone de tres hileras formadas por diez casillas cuadriculadas cada una. Los jugadores, que solo podían ser dos, disponían de entre 5 y 10 fichas cada uno. Normalmente las piezas de cada jugador tenían una forma determinada, cónica o cilíndrica, que las distinguía de las del contrario. Los jugadores usaban una especie de bastoncillos planos o huesos de astrágalo que llevaban alguna marca en uno de sus lados para diferenciarlos.
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Según los resultados de las investigaciones, se intuye que el senet pudo jugarse así: los bastoncillos se tiraban y luego se sumaban los puntos que resultaban del valor obtenido. Las piezas se movían de izquierda a derecha en las diez primeras casillas; en cambio, en las diez casillas del centro se invertía la dirección, de derecha a izquierda, y en la hilera siguiente, también de diez casillas, se volvía a invertir la dirección, de izquierda a derecha, como en la primera hilera. Había seis casillas especiales: la 15, en medio de la hilera central, y las últimas de la tercera hilera (de la 26 a la 30), que habitualmente se marcaban con dibujos o jeroglíficos para distinguirlas (sobre todo a partir del reinado de la reina Hatshepsut). Si se caía en la casilla 27 se volvía a la casilla 15, de modo muy parecido a lo que ocurre en el juego de la oca o en Monopoly. Las casillas 26, 28, 29 y 30 tenían un sentido protector de las fichas que evitaban ser “capturadas”, pero tenían unas reglas especiales: se tenía que pasar obligatoriamente por la casilla 26 y, una vez allí, se tenía que acabar en dos tiradas y con el número exacto de puntos, sino la ficha debía quedarse en la posición inicial de antes de la jugada.
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Cuando dos fichas de un jugador iban seguidas, se protegían entre sí y el jugador contrario no las podía capturar. Si eran tres las fichas que iban seguidas formaban una barrera y el jugador contrario no la podía sobrepasar. Cuando no se podía avanzar, se tenía que retroceder siempre que fuera posible. Cuando se “mataba” una ficha del jugador contrario, la ficha capturada se situaba en la casilla donde estaba la ficha que había sido “matada”, y se colocaba en la casilla donde estaba la ficha que la había capturado antes de empezar la jugada.
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El Derecho a la Eternidad
Con respecto a su significado ritual vinculado al concepto de inmortalidad, resulta curioso que en las representaciones de las tumbas, como en el caso de la reina Nefertari; aparece delante del juego solo, sin contrincante aparente. Sobre este detalle se han barajado diversas teorías sobre la posible identidad de este adversario invisible: tal vez fuera la serpiente Mehen, protectora del Sol y ligada a la eternidad, o tal vez podría tratarse de las fuerzas oscuras del inframundo o simplemente el difunto jugaba solo.
Según algunos estudios sobre la cosmovisión egipcia, el ba era una de las partes que componían el alma, mediador entre el mundo divino y el terrenal, comúnmente representado como un pájaro con cabeza humana. El juego serviría para vencer a las energías negativas que podían impedir al ba del difunto moverse libremente, atravesar la necrópolis y unirse al cuerpo del fallecido, ya que, si no se aseguraba la libertad de movimiento del ba, el alma del difunto moriría definitivamente.
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El hallazgo del arqueólogo Ernesto Schiaparelli podría ayudarnos a imaginar la escena encontrada en aquella tumba. Hace más de dos mil años, el arquitecto Kha contempla por última vez a su esposa Merit que yace en su lecho. La ama tanto que sólo quiere que sea feliz. Luego dirige la mirada hacia su hermoso tablero senet, que había sido protagonista de muchas partidas con su esposa. Recuerda todos los momentos gratos que pasaron juntos mientras jugaban. Ahora Kha ha dispuesto que el tablero forme parte del ajuar funerario para seguir jugando eternamente cuando ambos se reencuentren en los campos de Osiris.
Bibliografía:
Sitios web:
- El Senet, un juego de mesa para alcanzar el inframundo
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/senet-juego-mesa-para-alcanzar-inframundo_16348 - Qué es y cómo se juega el Senet
https://egiptologia.com/que-como-juega-senet/ - Reglas del Juego Egipcio del Senet
http://www.egiptomania.com/jeroglificos/articulo/senet.htm - El antiguo juego egipcio que cobraría sentido gracias al Libro de los Muertos
https://www.elconfidencial.com/cultura/2020-02-19/egipto-libro-muertos-tablero-juego-antiguo-senet-religion_2461367/ - El Senet
https://www.cuartodejuegos.es/el-senet/ - Juegos de todo el mundo: el Senet
http://museodeljuego.org/wp-content/uploads/contenidos_0000001241_docu1.pdf - El Senet. La muerte sí es un juego
https://nachoares.com/articulos/el-senet-la-muerte-si-es-un-juego/ - El Senet Moderno y El Senet Del Antiguo Egipto: El Juego de Los Dioses.
https://es.scribd.com/document/30228680/El-Senet-Moderno-y-El-Senet-del-Antiguo-Egipto-El-Juego-de-los-Dioses
Artículo escrito por: Pedro Noguchi, colaborador de CodigoOculto.com
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