El amor que sienten las personas por los felinos viene desde hace muchos milenios atrás. Los gatos son una de las mejores opciones para adoptar una mascota, no solo por su habilidad para cazar roedores, sino también porque son animales independientes, cariñosos y brindan mucho entretenimiento. ¿Era por alguna de estas razones que los egipcios amaban a los “michis”?
Los animales para los egipcios
En todas las historias escritas sobre la cultura egipcia se ha dejado plasmada la importancia que tenían los animales para ellos. No solamente los amaban, también se les respetaba y en algunos casos, se les rendía homenaje como, por ejemplo, a los gatos.
Heródoto, escribió que los egipcios eran el único pueblo que criaba a sus animales dentro de las casas. Incluso, era el único lugar donde se intentó domesticar a cualquier clase de criatura. Si eran salvajes, se usaban diferentes técnicas para evitar que mordieran a quien le daba de comer.
Los mejores amigos de los egipcios
Aunque en el antiguo Egipto se apreciaba en gran manera a todos los animales, y se les cuidaba, los gatos eran sus mejores amigos. Eran tratados como un miembro de la familia, o mejor. Se dice que fueron domesticados alrededor del año 2.000 a. C.
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Uno de los rasgos de estas mascotas, que llamaba poderosamente la atención de cualquier persona era su extraño comportamiento. Además de la dulzura que normalmente los caracteriza y su encanto. Pero también es importante resaltar que en aquella época fueron de gran utilidad por su habilidad para cazar ratones.
Por diferentes historias, se ha conocido que en aquel momento existía la peste, una enfermedad bastante contagiosa que se transmitía por medio de los ratones. Diariamente, esta y otras enfermedades se cobraban innumerables vidas del pueblo egipcio, pero gracias a los gatos disminuyeron los contagios.
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Aportaban beneficios económicos
Por otro lado, cabe destacar que estas pequeñas mascotas ofrecían a sus amos estabilidad económica. ¿De qué manera? Los roedores permanecían en los campos de cereales que estaban en el Nilo, infectando las cosechas, por ende, las ventas disminuían.
Al eliminar gran parte de los ratones y serpientes por medio de la caza, poco a poco se fueron limpiando todos los rincones de la ciudad. De esta forma, los mininos empezaron a ser una mascota muy importante para cualquier egipcio.
¿Por qué los felinos llegaron a ser tan importantes?
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Estas mascotas también tuvieron un papel fundamental en el ámbito religioso, y esto se debe a que son pertenecientes a la misma familia del león. A su vez, para los adoradores del dios Ra, el león era importantísimo por diversos motivos.
Uno de ellos, es que en los ojos de este animal salvaje se reflejan los rayos del sol que acaban con la oscuridad. El parecido de los gatos y los leones es bastante notable, por este motivo empezó a ser sagrado.
La adoración a los gatos
El primer acto registrado en el que este pequeño felino se denominó como sagrado fue a través de un rito. En este, se vio a la diosa Bastet personificada con una cabeza de felino, como símbolo de belleza y fertilidad. También era adorada por representar el calor, la luz, y la energía solar.
Por sus características felinas simbolizaba la luna, la noche, así como también el misterio. Se creía que Bastet proporcionaba fertilidad a los hombres y animales, curaba enfermedades y cuidaba las almas de los muertos. Los gatos eran tan importantes, que en los templos se construían réplicas de estos para proteger a los dioses.
Diosa Bastet. Cortesía: perfil.com
Las costumbres de los egipcios tras la muerte de un gato
En el antiguo Egipto existían leyes que brindaban protección a los gatos, si alguien se atrevía a matarlos intencionalmente, se le condenaba a muerte. Pero si lo mataban de manera accidental, debían pagar una multa.
Cuando un felino moría la familia a la que pertenecía realizaba un funeral, e incluso se rasuraban las cejas como símbolo de luto y tristeza. Además, si era posible, el gato debía embalsamarse y ser enterrado en un sarcófago. Si la familia tenía altos ingresos, el sarcófago en el que se guardaban sus restos era extremadamente lujoso. En el interior se les colocaba pequeñas estatuillas con forma de gato, esto se hacía como un tipo de ofrenda a la diosa Bastet.
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