La famosa «Bóveda del Fin del Mundo» conocida oficialmente como «Svalbard Global Seed Vault» (SGSV), o «Bóveda Global de Semillas de Svalbard» (en español), recibirá algunas actualizaciones, incluido un nuevo túnel de acceso.
Este misterioso lugar guarda muchas variedades de semillas del mundo entero, y fue construido con el objetivo de servir como un «arca» que pueda resguardar muchas especies vegetales, en caso ocurra un gran desastre que aniquile la vegetación o como sustento para las futuras generaciones.
Se encuentra construida en el permafrost ártico, y mantiene normalmente una temperatura de -18 grados centígrados. Las mejoras a implementar tendrán un costo de aproximadamente $ 13 millones, que dista mucho del costo original de construcción de la bóveda, que fue en 2008, con un valor aproximado de $ 9 millones.
El motivo por el que se deben realizar estas mejoras tiene que ver con el cambiante clima de la zona, lo que ha afectado a las semillas. El año pasado se informó que el permafrost del cual se construyó la bóveda había empezado a descongelarse, ocurriendo algunas inundaciones en su interior. Los cambios tienen como fin evitar que los cambios en el clima puedan afectar a la bóveda nuevamente.
Además, se tiene planificado construir un nuevo túnel de acceso, según un comunicado gubernamental de Noruega:
El proyecto incluye la construcción de un nuevo túnel de acceso construido con hormigón, así como un edificio de servicios para albergar unidades de refrigeración y energía de emergencia y otros equipos eléctricos que emiten calor a través del túnel”.
Por su parte, el ministro de agricultura, Jon Georg Dale, dijo en un comunicado:
Esto demuestra que la bóveda de semillas es un seguro mundial para el suministro de alimentos para las generaciones futuras”.
El SGSV sirve como un banco para las plantas. Las semillas de todos los países del mundo son almacenadas para permitir la recuperación de la vida vegetal, incluidos los cultivos en caso de una catástrofe mundial. La enfermedad, el calentamiento global o la guerra nuclear podrían arrasar grandes extensiones de tierra y, con ella, las plantas que vivían allí.
La Bóveda del Fin del Mundo fue inaugurada en 2008. En ella existen más de 850,000 muestras de semillas, y cada país proporciona sus propios paquetes con semillas para su custodia. Países que no esperaríamos, como Corea del Norte también tiene su reserva almacenada allí. Además, el SGSV también sirve como respaldo para otras bóvedas de semillas en todo el mundo.
Este banco de semillas ha sido muy útil en el pasado. Luego de la guerra civil en Siria, el país realizó un retiro de semillas en 2015. Las semillas se utilizaron para volver a cultivar, y el año pasado se devolvieron semillas frescas del mismo cultivo a Svalbard.
0 comentarios