El afamado físico británico Brian Cox ha hablado claro sobre su visión del universo y su conexión con los humanos. Para Cox, “nuestra civilización podría ser la única fuente de significado en el cosmos”.

En un nuevo podcast de Joe Rogan, el físico británico Brian Cox argumentó que “tenemos la gran responsabilidad de prolongar nuestra civilización porque podría ser la única fuente de sentido en el cosmos”.

Sin embargo, en el gran esquema del cosmos, la existencia futura de los humanos podría no importar, por la misma razón que la extinción de los dinosaurios no atrajo la atención cósmica. Los humanos llegaron a la escena cósmica sólo en el último porcentaje de un porcentaje de la historia cósmica y puede que a nadie a distancias cosmológicas le importe. Es posible que otros actores cósmicos no tengan ningún interés en darnos a conocer su presencia porque nuestra hoja de alarde terrestre no supone gran cosa en la escena de las citas cósmicas.

Dados los cien mil millones de planetas habitables más antiguos sólo en la Vía Láctea, es probable que seres como nosotros existieran en el pasado en exoplanetas. Sus señales electromagnéticas podrían haber desaparecido hace mucho tiempo, ya que sólo se tardan decenas de miles de años en cruzar la Vía Láctea a la velocidad de la luz, y eso son unas pocas millonésimas de la duración total de la historia cósmica.

La Nube de Oort es una gigantesca envoltura esférica que rodea nuestro sistema solar. Es como una gran burbuja de paredes gruesas formada por trozos helados de basura espacial. Crédito de imagen: NASA

Civilizaciones muertas

Que haya quedado algo de las civilizaciones muertas depende de la fuerza con la que se aventuraron en el espacio interestelar. Nuestras propias sondas interestelares: Voyager 1 y 2, Pioneer 10 y 11 y New Horizons, saldrán de la nube de Oort del Sistema Solar dentro de veinte mil años y constituirán en ese momento una cuatrillonésima parte de la población de objetos interestelares con la misma masa. Sabemos muy poco sobre la basura espacial de otras civilizaciones porque los astrónomos no detectaron los primeros objetos interestelares hasta la pasada década.

Cox no se dedica a buscar pruebas científicas de la existencia de sondas espaciales interestelares. Sus opiniones sobre la posible existencia de extraterrestres no están mejor informadas que las de un profano.

Cox dijo:

“La única manera de que la ciencia marque la diferencia es buscando nuevas pruebas sobre la existencia de los extraterrestres. Este es mi trabajo diario como astrofísico en ejercicio”.

Proyecto Galileo

El Proyecto Galileo tiene como objetivo recoger datos de observación sobre objetos extraterrestres anómalos cerca de la Tierra. Sigue el método científico de basarse en pruebas y no en prejuicios. Además del análisis de los materiales recuperados en el Océano Pacífico en el lugar del primer meteoro interestelar, el equipo de investigación del Proyecto Galileo dará a conocer el mes próximo nuevos datos sobre medio millón de objetos cercanos a la Tierra vigilados por su nuevo observatorio de la Universidad de Harvard.

Una cuestión fundamental es qué debemos adoptar como hipótesis por defecto. Brian defiende la opción tradicional de que estamos solos hasta que se demuestre lo contrario. Obviamente, esto nos da una sensación de autoimportancia y elimina la urgencia de invertir fondos en la búsqueda de pruebas.

Ilustración del modelo geocéntrico en el que la Tierra se sitúa en el centro del cosmos, dibujada en 1568 por el cosmógrafo portugués Bartolomeu Velho. Crédito de imagen: Wikimedia

Pero los físicos como Brian no insisten en que la materia oscura no existe hasta que se descubre. Puesto que hasta ahora no habíamos detectado partículas de materia oscura, la opinión más conservadora debería haber sido suponer que la materia y la radiación conocidas son los únicos constituyentes cósmicos. En lugar de ello, los físicos invirtieron miles de millones de dólares en la búsqueda de tipos específicos de partículas de materia oscura.

Esto fue motivado por pruebas indirectas de la existencia de la materia oscura, basadas en su influencia gravitatoria sobre la dinámica de la materia visible y la radiación. Sin embargo, si resulta que la gravedad se modifica a bajas aceleraciones, esta evidencia indirecta se interpreta incorrectamente.

La existencia de planetas habitables del tamaño de la Tierra alrededor de otras estrellas es una prueba circunstancial de que las condiciones para la vida podrían ser comunes. Sin embargo, el folclore dominante prefiere adoptar la suposición por defecto de que los extraterrestres podrían no existir. Uno de los argumentos esgrimidos por Brian es que, si existieran, ya los habríamos detectado.

Cox dijo:

“Como he explicado hoy en un podcast con Deepak Chopra, nuestras propias firmas tecnológicas, como las luces de las ciudades, la contaminación industrial o los cohetes espaciales, son difíciles de percibir a través de la vasta extensión del espacio interestelar. También debemos tener en cuenta que la búsqueda de firmas tecnológicas extraterrestres se financió a menos del uno por ciento de la búsqueda de materia oscura. Si es así, ¿por qué insistir en que la materia oscura existe y la gravedad no se modifica mientras se argumenta que los extraterrestres podrían no existir sin emprender un elaborado intento de detectar sus sondas espaciales?”.

Los mayores avances llegaron de sorpresa

La ciencia es apasionante porque ofrece la oportunidad de buscar pruebas. Expresar una opinión sobre una cuestión científica sin invertir tiempo ni esfuerzo en responderla, no es científico.

Los mayores avances en nuestro conocimiento científico fueron sorpresas. Esto incluye el descubrimiento experimental de la mecánica cuántica hace un siglo, que ningún teórico esperaba. También incluye ideas teóricas pioneras, como la constatación de Stephen Hawking de que los agujeros negros se evaporan, inspirada por las ideas de Jacob Bekenstein sobre la entropía de los agujeros negros -que Hawking inició intentando refutar- y por las ideas de Yacov Zel’dovich sobre las fluctuaciones del vacío -que Hawking conoció durante un viaje a Moscú-.

Esta última inspiración fue mencionada por Kip Thorne en una conferencia pública que pronunció la semana pasada en la Black Hole Initiative de Harvard, de la que fui director fundador y donde se obtuvieron las primeras imágenes de los agujeros negros.

Thorne dijo:

“Stephen Hawking estaba muy interesado en la posible existencia de extraterrestres cuando visitó mi casa para la inauguración de la Iniciativa Agujero Negro en 2016. Stephen estaba particularmente preocupado por el riesgo existencial de los depredadores alienígenas. También en este caso, mi opinión difiere de la de los británicos: es probable que los extraterrestres no se preocupen por nosotros”.

¿Por qué buscar a los extraterrestres?

Cox dijo:

“Dado que la mayoría de las estrellas se formaron miles de millones de años antes que el Sol, los alienígenas pueden haberse embarcado en viajes interestelares mucho antes de que los humanos se distinguieran de la naturaleza gracias a la ciencia y la tecnología modernas. Deberíamos buscar a los alienígenas no por miedo, sino porque sus conocimientos científicos podrían dotarnos de un salto cuántico en nuestro conocimiento científico. La inspiración que podemos extraer de los científicos alienígenas avanzados podría ser un eco de la inspiración de Hawking en Bekenstein y Zel’dovich con esteroides”.

Cox agregó:

“En lugar de quedarnos atrapados en una cámara de eco que amplifica nuestros prejuicios sobre nuestro privilegiado estatus cósmico, tendría más sentido asumir que somos alumnos típicos en la clase de las civilizaciones inteligentes. Después de todo, el Principio de Copérnico demostró ser más sensato que la alternativa en el pasado. Ofrece una suposición por defecto más modesta que la noción de que somos privilegiados”.

Esperemos que nuestros observatorios acaben conectándonos con nuestros vecinos cósmicos. Copérnico y Galileo utilizaron datos observacionales para argumentar en contra del modelo geocéntrico del cosmos y el Vaticano finalmente admitió que tenían razón en 1992. Ahora, un nuevo tipo de clero aboga por un modelo egocéntrico del cosmos sin buscar pruebas científicas.

A largo plazo, a todos nos irá mucho mejor con una mentalidad curiosa sobre el cosmos. Lo mejor de la ciencia es una experiencia de aprendizaje, impulsada por la curiosidad y la humildad de admitir que no somos tan importantes en el escenario cósmico como estamos tentados a pensar.

Pueden ver el podcast a continuación:

Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.

¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. Síguenos en nuestra Página de Facebook, para recibir a diario nuestras noticias. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram.