El científico planetario Dante Lauretta estaba de lo más nervioso cuando la nave espacial OSIRIS-REx descendía para tocar tierra en el asteroide Bennu. Se trata del mismo asteroide que es el más peligroso de nuestro sistema solar y que tiene una probabilidad de 1 entre 2.700 de chocar con la Tierra en 2182, según estimaciones de NASA.

Descubierto en 1999, Bennu se convirtió en objeto de exploración para la NASA por su composición rica en carbono, su velocidad de giro y también su proximidad a la Tierra. Lauretta es catedrático de Ciencias Planetarias y Cosmoquímica en el Lunar and Planetary Laboratory de la University of Arizona y fue el investigador principal de la misión OSIRIS-REx.

Para los no iniciados, la misión se lanzó el 8 de septiembre de 2016 y finalizó el 24 de septiembre del año pasado con la entrega de las muestras de Bennu. OSIRIS-REx recibió entonces una prórroga de la misión, se rebautizó como OSIRIS-APEX y se ha reorientado para estudiar el asteroide Apofis.

Lauretta recuerda el emocionante momento del touchdown

En sus escritos en Daily Mail, Lauretta recordó las escenas en el interior de la sala de control de la misión de Lockheed Martin y dijo que su “corazón latía con fuerza” a medida que el momento se acercaba. La historia se remonta a octubre de 2020, cuando OSIRIS-REx estaba a punto de aterrizar en la superficie de Bennu y recoger muestras que ahora están siendo examinadas por la NASA aquí en la Tierra.

El momento llegó cuando la nave logró aterrizar y los vítores resonaron en toda la sala de control.

Lauretta escribió:

“Pensé en el largo y tortuoso camino recorrido hasta llegar a este momento, empezando por mi solitaria infancia contemplando un oscuro cielo desértico, y en los miles de personas que habían trabajado en todo el planeta para hacer posible esta misión”.

Se cree que el asteroide Bennu, que mide unos 500 metros, se formó hace entre 700 millones y 2.000 millones de años. Y dado que sus materiales son tan antiguos, los científicos creen que puede contener moléculas orgánicas similares a las que podrían haber intervenido en el inicio de la vida en la Tierra.

Asteroide Bennu. Crédito de imagen: NAS

En su informe, Lauretta también habló de las consecuencias del impacto de Bennu sobre la Tierra. Según el científico, el impacto de Bennu liberará una energía equivalente a 1.450 megatones de TNT, lo que equivale a tres veces la energía liberada durante todas las pruebas nucleares realizadas hasta ahora.

Además, creará un cráter de más de seis kilómetros de ancho y provocará un terremoto de magnitud 6,7 en el momento del impacto. Aunque la posibilidad de que Bennu colisione con la Tierra es remota, es importante que los científicos y las agencias espaciales sigan vigilando y estudiando los asteroides potencialmente peligrosos como Bennu para comprender mejor sus órbitas, características y riesgos potenciales de impacto, y desarrollar estrategias para proteger nuestro planeta de la amenaza de impactos de asteroides.

Dante Lauretta se sincera sobre la detención de un “Armagedón

Lauretta se sinceró sobre la misión espacial en su libro “The Asteroid Hunter“. Según él, recibió una enorme cantidad de la NASA para evitar que el asteroide Bennu, una enorme roca espacial de la altura del Empire State Building, se estrellara contra nuestro planeta.

La enorme roca espacial podría chocar contra la Tierra el 24 de septiembre de 2182, con una velocidad de Mach 36, o 43.452 km por hora, y sería comparable a un “tren de carga estrellándose contra el planeta.”

Lauretta escribió:

“En 2011, la NASA me concedió mil millones de dólares para lograr precisamente eso. La misión vendría a suponer no solo enviar una nave espacial al asteroide, sino traer un trozo de él de vuelta a la Tierra. Es una historia que lleva gestándose cuatro mil quinientos millones de años”.

El 11 de septiembre de 1999, un equipo de investigadores del Laboratorio Lincoln del MIT, encargado de vigilar el cielo en busca de posibles peligros procedentes de países extranjeros y del espacio interestelar, descubrió Bennu. Su superficie oscura indicaba una composición rica en carbono, lo que lo convertía en un tipo único de asteroide que podría revelar muchos conocimientos sobre los elementos necesarios para la vida y los componentes básicos de un planeta habitable, lo que despertó enseguida la curiosidad de los científicos. Otros como éste podrían haber transportado hace miles de millones de años las sustancias químicas que componen las biomoléculas de nuestras células, el agua que bebemos y el aire que respiramos.

NASA pagó 1.000 millones de dólares a un profesor de ciencias planetarias para evitar el “Armagedón” en la Tierra. Crédito de imagen: Wikimedia Commons / Embajada de los Estados Unidos en Uruguay

Amenaza para el planeta

Sin embargo, los expertos estaban más interesados en Bennu porque amenaza seriamente al planeta. Si se estrella contra la Tierra, su trayectoria atravesará la atmósfera con una luminosidad varias veces superior a la del sol de mediodía. Dante Lauretta se sinceró sobre cómo detener un momento de “Armagedón”.

En el momento del impacto, se liberará una explosión de energía equivalente a 1.450 megatones de TNT. Para ponerlo en perspectiva, se cree que se han utilizado 510 megatones de energía en todas las pruebas nucleares realizadas a lo largo de la historia. En un momento, el aterrizaje forzoso de Bennu triplicaría esa cifra.

La Tierra pasaría por alto tal catástrofe en ciertos aspectos porque su eje y su órbita seguirían funcionando con normalidad. Las repercusiones serían desastrosas en otros aspectos, posiblemente más importantes.

El impacto de Bennu dejaría un cráter de 1.6 km de profundidad y 6.4 km de ancho, lo que provocaría un terremoto de magnitud 6.7.

Éxito de la misión de retorno del asteroide Bennu

La misión de retorno de muestras tuvo éxito en septiembre de 2023. El paracaídas que transportaba la cápsula OSIRIS-REx con la muestra de roca del asteroide Bennu aterrizó con seguridad en Utah. El equipo de OSIRIS-REx la esperó y recuperó la muestra.

Sara Russell, profesora del Natural History Museum de Londres y subdirectora de mineralogía y petrología de la misión, fue una de las testigos de la recogida de la muestra. Según ella, el incidente la emocionó y quedó muy impresionada por la forma en que el equipo consiguió traer la roca del espacio. Se emocionaron al examinar la roca.

Russell dijo:

“Toda la misión ha funcionado de maravilla”.

OSIRIS-REx fue la primera misión estadounidense en recoger una muestra de un asteroide. En lugar de aterrizar, la nave prosiguió con su siguiente misión, OSIRIS-APEX, para investigar el asteroide Apofis.

El libro “The Asteroid Hunter” de Dante Lauretta se encuentra disponible en Amazon.

Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.

Fuente: mashable

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