Durante aproximadamente 188 años una poderosa y colorida tormenta ha venido azotando a Júpiter. Los telescopios de la Tierra pueden observar una colosal nube con remolinos de colo rojo girando en sentido antihorario por el planeta. Se le conoce como la «Gran Mancha Roja» (GMR); sin embargo podría estar a punto de desaparecer para siempre.
Según diversos científicos, la Gran Mancha Roja ha venido reduciéndose con el paso de los años. Glenn Orton, miembro del equipo de la misión Juno y científico planetario del NASA’s Jet Propulsion Laboratory, dijo en un comunicado:
En verdad, la GMR se ha estado reduciendo durante mucho tiempo. La GMR se convertirá en una o dos décadas en el GCR (Gran Círculo Rojo)”.
Los científicos a cargo de la misión Juno han podido observar más de cerca a Júpiter y a su singular mancha, gracias a que la nave pasó cerca del planeta en abril de 2017, capturando las imágenes más cercanas de la tormenta, y revelando cuánto ha disminuido la mancha.
Según ha informado la NASA, anteriormente, en el siglo XIX, la tormenta tenía más del doble del ancho de la Tierra. Sin embargo, en 2017 ya se había reducido a solo 16.000 kilómetros, que viene a ser 1.3 veces el diámetro de la Tierra. Además, la Gran Mancha Roja ha disminuido un tercio de su ancho y un octavo de su altura desde las naves Voyager 1 y 2 pasaron junto a Júpiter en el año 1979.
Planetas como Júpiter pueden albergar este tipo de tormentas por cientos de años, a diferencia del nuestro donde pueden existir por varias semanas.
Orton agregó:
Piense en la Gran Mancha Roja como una rueda giratoria que sigue girando porque está atrapada entre dos cintas transportadoras que se mueven en direcciones opuestas. Es estable y duradera, porque está ‘encajada’ entre dos corrientes en chorro que están moviéndose en direcciones opuestas”.
Las altísimas velocidades de los chorros pueden generar una gran fuerza hacia las tormentas que giran en dirección opuesta al planeta. Esto permite que el vórtice continue alimentándose, dijo Orton.
En cambio, en nuestro planeta, las corrientes en chorro se ven influenciadas por la cercanía de la atmósfera cambiante entre la tierra y el mar, y por su rotación más lenta en comparación con Júpiter. Debido a esto nos hemos librado de monstruosas tormentas como la que existe en Júpiter, y que indudablemente hubieran podido acabar con la vida.
¿Más tiempo de lo pensado?
Ahora, los científicos creen que la tormenta de Júpiter podría haber existido por más tiempo de lo establecido. De acuerdo a las observaciones del año 1665, una tormenta similar podría haber estado ocurriendo. El astrónomo italiano Giovanni Cassini describió un «lugar permanente» en Júpiter, que fue observado hasta 1713. La escasez de grabaciones antes del año 1830 hace que sea difícil saber si esta es la famosa Gran Mancha Roja.
Caída inminente
Los investigadores están seguros que este gigante caerá algún día, pues a pesar de que se trata de la tormenta más grande del Sistema Solar, nada dura para siempre, como lo comentó Orton.
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