Luego de realizar un largo y exitoso viaje de regreso a casa, la nave espacial OSIRIS-REx de NASA está a punto de devolver a la Tierra su preciada carga: fragmentos del asteroide Bennu.

Hoy, 24 de septiembre, la misión dejará su contenedor de recogida, antes de volver al espacio en otra misión.

La carga que entregará consiste en muestras de polvo y escombros de un asteroide rico en carbono llamado Bennu, que se cree que se formó muy pronto en la historia del Sistema Solar, y que ha estado a la deriva relativamente sin cambios durante los aproximadamente 4.500 millones de años transcurridos desde entonces.

Material extraterrestre

OSIRIS-REx transporta en su contenedor unos 250 gramos de restos rocosos de Bennu. El contenedor se dejará caer en una elipse de 59 por 15 kilómetros dentro de una zona de pruebas y entrenamiento del Departamento de Defensa de los Estados Unidos en el desierto de Utah.

Los científicos de NASA calculan que la cápsula entrará en la atmósfera terrestre a las 10.41 EDT (ver equivalencia) y aterrizará unos 13 minutos más tarde.

Todo el proceso se retransmitirá en directo a partir de las 10.00 h EDT, y a las 11.00 h se celebrará una conferencia de prensa. Esta retransmisión en directo podrá verse en NASA Live, NASA TV y la aplicación de la NASA. (Pueden ver la transmisión en vivo al final del artículo).

La carga que se entregará es muy importante. Se trata del mayor cargamento de restos de asteroides nunca antes traído a la Tierra, aunque sólo es el tercero hasta la fecha. Las colecciones japonesas de los asteroides Itokawa y Ryugu llegaron en 2010 y 2020, respectivamente.

Modelo de entrenamiento de la cápsula de retorno de muestra OSIRIS-REx durante una prueba de caída el 30 de agosto de 2023, en el campo de entrenamiento y pruebas de Utah del Departamento de Defensa en preparación para la recuperación de la cápsula real el 24 de septiembre. Crédito de imagen: NASA / Keegan Barber

Bennu, el “asteroide la muerte”

Pero Bennu es un asteroide especialmente interesante. Está clasificado como de tipo B, lo que significa que se cree que contiene elementos volátiles además de su alto contenido en carbono. En esencia, se trata de una cápsula del tiempo de los inicios del Sistema Solar que podría ayudar a responder preguntas como si el agua de la Tierra y otros ingredientes para la vida llegaron a través de asteroides y meteoritos.

Jason Dworkin, astroquímico y científico del proyecto OSIRIS-REx en la NASA Goddard, dijo en un comunicado:

“Hay dos cosas omnipresentes en la Tierra: el agua y la biología. Ambas cosas pueden alterar gravemente los meteoritos cuando aterrizan en el suelo y enturbiar la historia que cuentan la química y la mineralogía de la muestra. Una muestra prístina podría proporcionar información sobre el desarrollo del Sistema Solar”.

Esta imagen muestra al asteroide Bennu expulsando partículas de su superficie. Se creó combinando dos imágenes tomadas a bordo de la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA. Crédito de imagen: NASA / Goddard / University of Arizona / Lockheed Martin

La misión de OSIRIS-REx ha sido muy cuidadosa. La nave espacial se lanzó desde la Tierra en septiembre de 2016, y pasó poco más de dos años viajando al asteroide, que tiene una órbita que lo acerca a la Tierra cada 6 años aproximadamente. En diciembre de 2018, OSIRIS-REx se estacionó en órbita alrededor de Bennu y pasó los dos años siguientes observando el asteroide y acercándose en picado para recoger muestras.

Partió para su viaje de regreso a la Tierra en mayo de 2021, y los científicos de la NASA han estado preparando su regreso desde entonces. Una vez recogida la cápsula, se llevará inmediatamente a una sala limpia portátil en el lugar para garantizar una contaminación terrestre mínima.

Además, los científicos tomarán muestras del suelo y del aire alrededor del lugar de aterrizaje de la cápsula. Esto podrá compararse con la muestra, una vez abierta y analizada, para identificar contaminantes locales. No conoceremos los resultados de los primeros análisis hasta el 11 de octubre, pero no hay que esperar tanto. Al fin y al cabo, se trata de grandes preguntas que los científicos esperan que una taza de polvo estelar responda.

Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx, dijo en 2020:

“Se trata de comprender nuestros orígenes abordando algunas de las preguntas más fundamentales que nos hacemos como seres humanos: ¿De dónde venimos? ¿Y estamos solos en el Universo?”.

Transmisión en vivo:

Ojo al piojo:

No cabe duda que se trata de un enorme logro, traer a la Tierra los fragmentos de un asteroide que contienen minerales del espacio interestelar, y por qué no, posiblemente compuestos orgánicos. Tendremos que esperar algunas semanas para conocer los resultados de los análisis a los restos de Bennu. Se supone que NASA tendrá extremo cuidado en el momento de manipular los fragmentos rocosos, ya que no queremos que algo “raro” escape. Fernando T.

[H/T: NASA]

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