Un cometa fue reconocido como probablemente el más grande visto hasta ahora, y más cercano en tamaño a un planeta menor que a un cometa común. Debido a eso se le llama “megacometa” y su impresionante tamaño es de 137 kilómetros, la distancia aproximada entre New York y Filadelfia.
El Dr. Emmanuel Lellouch del Paris Observatory dijo a New Scientist:
“Hemos confirmado la estimación. Es el cometa más grande de la Nube de Oort jamás encontrado”.
Las primeras imágenes tomadas del cometa 2014 UN271/(Bernardinelli-Bernstein) fueron de 2014 cuando estaba tan distante como Neptuno, aunque no se reconoció su importancia hasta siete años después. En ese momento se pensaba que tenía entre 100 y 370 kilómetros de ancho, e incluso la cifra más baja coincidía aproximadamente con el cometa Sarabat, que se estimó retrospectivamente en 100 kilómetros de ancho después de haber sido visto en 1729.
Las estimaciones posteriores de 150 kilómetros todavía venían con amplias barras de error. Aunque Bernardinelli-Bernstein se está acercando, nunca cruzará la órbita de Saturno, lo que hace que buscar sea seguro pero que las medidas de tamaño sean complicadas.
C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein), o 2014 UN271, o cometa Bernardinelli–Bernstein, es un cometa potencialmente grande de la nube de Oort descubierto por los astrónomos Pedro Bernardelli y Gary Bernstein. Cortesía: Wikimedia Commons
Lellouch y sus coautores utilizaron radiación de microondas para buscar una precisión que no estaba disponible en la luz visible. Su artículo ha sido aceptado para su publicación en Astronomy and Astrophysics Letters, con una preimpresión en ArXiv.org. En lugar de intentar medir cuánto del cielo ocupa 2014 UN271, Lellouch observó la cantidad de calor que emite y lo usó para calcular el área de superficie del cometa.
Medir el tamaño de un objeto de 100 a 200 kilómetros de ancho cuando está a más de 3 mil millones de kilómetros de distancia es intrínsecamente difícil. Se vuelve aún más difícil cuando libera gas y polvo a medida que su hielo se calienta, creando una cubierta cometaria alrededor del objeto sólido.
Utilizando el Atacama Large Millimeter Array, Lellouch y sus coautores estudiaron C/2014 UN271 en cuatro longitudes de onda entre 1 y 2 milímetros, omitiendo aquellas en las que el polvo es más brillante. Esto les permite concluir que la contribución que estaban viendo del polvo emitido por el cometa era casi con certeza insignificante: casi todo procedía del núcleo mismo.
Diagrama de la órbita de C/2014 UN271. (WIkimedia Commons)
El brillo comparativo en las diferentes bandas de longitud de onda indica una composición bastante típica de los cometas que reflejan el 5 por ciento de la luz que incide sobre ellos. Esto permitió a Lellouch y a los coautores estimar que Bernardinelli-Bernstein tendría que tener 137 ± 17 kilómetros de ancho para producir tanta radiación.
A modo de comparación, Hale-Bopp, el cometa más grande que hemos podido medir previamente con una precisión razonable, mide 74 ± 6 kilómetros.
Los autores señalan que esta es, con mucho, la medida más distante del albedo (reflectividad) de un cometa, lo que brinda a los astrónomos una oportunidad sin precedentes para observar cómo cambia a medida que Bernardinelli-Bernstein reduce casi a la mitad su distancia actual del Sol. Esto ayudará a resolver la cuestión de si la liberación de material volátil cambia el albedo de un cometa.
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