Gran sorpresa se ha llevado un equipo de investigadores al descubrir un componente del ARN en una muestra de polvo extraída de un asteroide alejado de la Tierra.
El análisis del polvo transportado a casa desde el asteroide Ryugu ha revelado que contiene uracilo -una de las cuatro nucleobases que componen el ARN- además de niacina, una forma de la vitamina B3, que desempeña un papel importante en el metabolismo.
Este hallazgo se suma al creciente número de pruebas de que los componentes básicos de la vida se forman en el espacio y pueden haber llegado a la Tierra, al menos en parte, por el bombardeo de asteroides en los albores de la historia de nuestro planeta.
Yasuhiro Oba, astroquímico de la Hokkaido University, dijo en un comunicado:
“Los científicos ya habían encontrado nucleobases y vitaminas en algunos meteoritos ricos en carbono, pero siempre existía la duda de si estaban contaminados por la exposición al medio ambiente terrestre.
Dado que la nave Hayabusa2 recogió dos muestras directamente del asteroide Ryugu y las entregó a la Tierra en cápsulas selladas, se puede descartar la contaminación”.
¿Llegó la vida desde el espacio?
Cómo surgió la vida, y cuán común podría ser ese surgimiento en toda la Vía Láctea, son dos preguntas cuya respuesta a la humanidad le encantaría conocer. Una forma de responderlas es buscar los componentes básicos de la vida en el espacio y explorar posibles mecanismos para transportarlos desde allí hasta aquí.
Como estamos descubriendo cada vez más, los componentes básicos de la vida en el espacio son abundantes. Se han encontrado en el polvo de formación planetaria y en las nubes de polvo de formación estelar que cubren el corazón de nuestra galaxia. Y se han encontrado en múltiples meteoritos que han penetrado en la atmósfera terrestre y han caído al suelo.
En conjunto, las pruebas sugieren que los componentes básicos de la vida pueden haber sido alienígenas… pero la certeza siguió siendo difícil hasta que los científicos pudieron descartar la penetración de material terrestre en las rocas espaciales después de su llegada aquí.
Para averiguar qué había en las muestras prístinas que Hayabusa2 trajo de Ryugu, Oba y sus colegas emplearon una nueva técnica que desarrollaron para la detección e identificación a pequeña escala de nucleobases en cantidades minúsculas.
¿Cómo se determinó la presencia de ARN?
El equipo tomó las dos muestras, obtenidas en distintos puntos del asteroide, las sumergió en agua caliente y las sometió a cromatografía líquida de alto rendimiento acoplada a electrospray ionization high-resolution mass spectrometry (espectrometría de masas de alta resolución por ionización de electrospray). Esta técnica, empleada en el meteorito Murchison que cayó en la Tierra en 1969, permitió obtener las cinco nucleobases canónicas.
Los investigadores creen que la variedad de biomoléculas halladas en Ryugu era menor, pero aun así significativa.
Oba expica:
“Encontramos uracilo en las muestras en pequeñas cantidades, entre 6 y 32 partes por billón (ppb), mientras que la vitamina B3 era más abundante, entre 49 y 99 ppb. También se encontraron otras moléculas biológicas en la muestra, incluida una selección de aminoácidos, aminas y ácidos carboxílicos, que se encuentran en las proteínas y el metabolismo, respectivamente”.
Los compuestos identificados, que se unen a una veintena de aminoácidos hallados previamente en muestras de Ryugu, difieren de los encontrados en otros meteoritos ricos en carbono que han caído en la Tierra, pero son similares en líneas generales. Esto sugiere que las biomoléculas pueden ser bastante comunes en los meteoritos carbonosos y que podrían haber llegado a la Tierra durante los periodos de bombardeo.
¿Cómo llegó el ARN al asteroide?
En cuanto a cómo llegaron a los asteroides, los científicos creen que los compuestos que contienen nitrógeno pueden haberse formado a partir de moléculas más simples, como el formaldehído, el amoníaco y el cianuro de hidrógeno.
No se han encontrado en las muestras de Ryugu, pero es probable que estuvieran presentes si, al principio de su historia, el asteroide o su cuerpo progenitor hubiera sido un cometa, recubierto de hielos ricos en estas moléculas.
Sin embargo, Ryugu es sólo el principio. La NASA ha recogido una muestra de otro asteroide, Bennu, y la está transportando a la Tierra para su análisis. Los primeros estudios indican que también contiene materiales orgánicos compatibles con los componentes básicos de la vida.
Oba afirma:
“El descubrimiento de uracilo en las muestras de Ryugu refuerza las teorías actuales sobre el origen de las nucleobases en la Tierra primitiva.
La misión OSIRIS-REx de la NASA devolverá muestras del asteroide Bennu este año, y un estudio comparativo de la composición de estos asteroides proporcionará más datos para fundamentar estas teorías”.
Parece que la materia estelar de la que estamos hechos se desvió por el camino de los asteroides.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Nature Communications.
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