El astrofísico Avi Loeb ha publicado un análisis sobre el próximo paso del objeto interestelar 3I/ATLAS cerca del Sol, advirtiendo que su conjunción solar el 21 de octubre de 2025 podría ofrecer una oportunidad única para observar fenómenos inusuales y posibles comportamientos no naturales. En su artículo, Loeb detalla ocho características que hacen de este objeto uno de los más intrigantes jamás detectados en el sistema solar.
La conjunción solar y el momento crítico
El 3I/ATLAS, tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa el sistema solar, alcanzará su conjunción solar el 21 de octubre de 2025. En ese punto, estará situado directamente detrás del Sol desde la perspectiva de la Tierra, lo que impedirá su observación durante varios días. Ocho días después, el 29 de octubre, alcanzará su perihelio, es decir, su punto más cercano al Sol, a unos 203 millones de kilómetros de distancia. Loeb señala que este intervalo, aunque breve, representa un periodo de gran interés para los astrónomos, ya que cualquier actividad inusual ocurriría fuera de la visibilidad directa de los telescopios terrestres.
El astrofísico explica que durante un perihelio, la velocidad de un objeto alcanza su máximo, lo que podría ser aprovechado —en un escenario hipotético— para realizar una maniobra propulsiva mediante el llamado efecto Oberth. Este principio, utilizado en misiones espaciales humanas, consiste en obtener una mayor ganancia de energía al encender motores cuando el objeto se mueve más rápido en su órbita. Loeb aclara que la posibilidad de que 3I/ATLAS sea una nave artificial es remota, pero científicamente no debería descartarse sin una observación exhaustiva.
Un objeto con características fuera de lo común
El artículo de Loeb destaca ocho anomalías que diferencian a 3I/ATLAS de otros cuerpos conocidos.
Anomalías:
1. La trayectoria de 3I/ATLAS está alineada con un margen de 5 grados con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol (véase aquí).
2. 3I/ATLAS mostró un chorro hacia el sol (anti-cola) que no es una ilusión óptica desde una perspectiva geométrica, a diferencia de los cometas conocidos (véase aquí).
3. 3I/ATLAS es aproximadamente un millón de veces más masivo que 1I/’Oumuamua y mil veces más masivo que 2I/Borisov, mientras que se mueve más rápido que ambos (véase aquí y aquí).
4. La hora de llegada de 3I/ATLAS le permite pasar a decenas de millones de kilómetros de Marte, Venus y Júpiter y ser inobservable desde la Tierra en el perihelio (véase aquí). .
5. La columna de gas alrededor de 3I/ATLAS contiene mucho más níquel que hierro (como el que se encuentra en las aleaciones de níquel producidas industrialmente) y una proporción de níquel y cianuro que es órdenes de magnitud mayor que la de todos los cometas conocidos, incluido 2I/Borisov (véase aquí).
6. La columna de gas de 3I/ATLAS contiene solo un 4 % de agua en masa, un componente principal de los cometas conocidos (véase aquí).
7. 3I/ATLAS mostró una polarización negativa extrema, sin precedentes en todos los cometas conocidos, incluido 2I/Borisov (véase aquí).
8. 3I/ATLAS llegó desde una dirección coincidente con la señal de radio “Wow!” con una precisión de 9 grados (véase aquí).
Las fechas clave para la observación
De acuerdo con los cálculos orbitales, 3I/ATLAS reaparecerá tras la conjunción solar a comienzos de noviembre de 2025. Loeb sugiere que el 4 de noviembre será una fecha estratégica para su monitoreo, ya que la sonda Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE), de la Agencia Espacial Europea, se encontrará a tan solo 64 millones de kilómetros del objeto. El 19 de diciembre de 2025, el cuerpo pasará a unos 269 millones de kilómetros de la Tierra, su máxima aproximación registrada. Posteriormente, el 16 de marzo de 2026, se acercará a 54 millones de kilómetros de Júpiter, lo que permitirá su observación por parte de la sonda Juno.
El científico recomienda que las agencias espaciales y observatorios mantengan vigilancia continua durante este periodo, ya que cualquier cambio en su brillo, trayectoria o emisión podría revelar procesos físicos desconocidos, o incluso algún tipo de actividad no natural.
Ciencia y posibilidad remota
Avi Loeb, conocido por su disposición a considerar hipótesis no convencionales dentro del marco del método científico, aclara que su propuesta no implica que 3I/ATLAS sea una nave extraterrestre. El propósito, según él, es recordar que los descubrimientos significativos suelen surgir de la observación atenta de lo improbable. Un suceso de baja probabilidad pero de alta consecuencia —como la detección de tecnología no humana— justifica mantener la mente abierta y los instrumentos listos para registrar cada detalle.
El artículo también enfatiza la importancia de estudiar los objetos interestelares desde una perspectiva multidisciplinaria, combinando espectroscopia, fotometría y análisis de dinámica orbital. Las diferencias en composición, reflectividad y polarización podrían ofrecer claves sobre la formación de sistemas planetarios fuera del nuestro, sin necesidad de recurrir a explicaciones tecnológicas.
Llegan nuevas imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS obtenidas por la sonda ExoMars Trace Gas Orbiter (TGO) de la ESA ubicada en la órbita de Marte.#3IATLAS #marte #exomars #interestelar pic.twitter.com/YCoVUSvN5z
— Exploración OVNI (@exploracionovni) October 7, 2025
Vigilancia y método científico
Loeb concluye que, más allá de cualquier especulación, 3I/ATLAS representa una oportunidad científica sin precedentes. Cada objeto interestelar detectado ofrece una instantánea de los materiales y procesos que existen más allá de nuestra estrella. En este caso, la combinación de anomalías físicas y coincidencias astronómicas exige una campaña de observación rigurosa, especialmente durante las semanas posteriores al perihelio.
La recomendación final del autor es clara: observar, medir y contrastar. Si el comportamiento del objeto se ajusta a modelos naturales, se habrá ampliado el conocimiento sobre las condiciones del medio interestelar. Pero si algo no encaja en esos modelos, la comunidad científica deberá estar preparada para considerar alternativas más amplias, sin prejuicios ni conclusiones apresuradas.
Conclusión
El paso de 3I/ATLAS marca un nuevo capítulo en el estudio de visitantes interestelares. Su conjunción solar, su composición anómala y su trayectoria alineada con la eclíptica lo convierten en un objeto digno de atención sostenida. Para Avi Loeb, la ciencia debe actuar como una ventana abierta a lo inesperado: observar con precisión, mantener el escepticismo y al mismo tiempo no cerrar la puerta a las posibilidades que el universo pueda ofrecer.
Referencias: “The Imminent Solar Conjunction of 3I/ATLAS”, Avi Loeb (Fuente)
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Por: CodigoOculto.com
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