Investigadores alemanes, utilizando un método de detección de vanguardia y sin químicos, han confirmado la presencia de compuestos orgánicos en el meteorito de Winchcombe, incluidos nitrógeno y aminoácidos. Los nuevos hallazgos confirman resultados similares de un análisis anterior de la conocida roca espacial, aunque esta es la primera vez que se realiza una detección de este tipo sin tratamientos químicos.
Un comunicado de prensa que explica los hallazgos, indica:
“El equipo de investigadores es ahora el primero en demostrar, con un alto grado de precisión, la existencia de algunos compuestos nitrogenados importantes en este meteorito con aminoácidos e hidrocarburos heterocíclicos, sin aplicar ningún tratamiento químico y utilizando un nuevo tipo de detector”.
Meteorito de Winchcombe cayó sobre Inglaterra en 2021 ante decenas de testigos
El meteorito de Winchcombe ganó cierto nivel de atención de los medios después de que una red de cámaras lo presenciara cayendo del cielo sobre Winchcombe, Inglaterra, en febrero de 2021. Esto permitió a los investigadores localizarlo en cuestión de días, ofreciendo a quienes estudian las rocas espaciales uno de los especímenes más prístinos nunca antes recolectados.
El Dr. Christian Vollmer del Institute of Mineralogy en la Münster University, dijo en un comunicado:
“Normalmente, los meteoritos se localizan en los desiertos fríos y cálidos de la Tierra, donde debido al clima seco no se desgastan muy rápidamente, pero sí cambian debido a la humedad. Si poco después se observa la caída de un meteorito y éste se recoge rápidamente, como en Winchcombe, para nosotros son ‘testigos’ importantes sobre el nacimiento de nuestro sistema solar, lo que los hace especialmente interesantes para fines de investigación”.
El estudio de meteoritos, trozos de material que se remontan al nacimiento de nuestro sistema solar, puede ofrecer a los investigadores una ventana única a nuestro pasado. Esto incluye revelar pistas potenciales sobre el origen de la vida en la Tierra, algo que sigue siendo un misterio, y pistas sobre una posible vida fuera de la Tierra.
Inicialmente se encontró agua en su interior
En el caso del meteorito Winchcombe, la investigación inicial encontró agua en su interior. Los investigadores también detectaron signos de aminoácidos y otros compuestos orgánicos encerrados en lo profundo de su interior. Los compuestos orgánicos forman los componentes básicos de la vida, incluidas las proteínas y los aminoácidos que forman el ADN de todos los seres vivos.
Esto significa que encontrar estos compuestos en un meteorito que ha estado en el espacio desde el inicio del sistema solar sin entrar en contacto directo con la Tierra puede ofrecer pistas únicas de que la vida en la Tierra pudo haber sido sembrada, al menos químicamente, hace más de 4 mil millones de años. También insinúa la posibilidad de que también pueda haber vida en otras partes de nuestro sistema solar.
Aún así, el proceso original utilizado para detectar los compuestos orgánicos dentro del meteorito de Winchcombe implicó tratamientos químicos para enriquecer las bajas concentraciones de esos compuestos con fines analíticos, lo que podría afectar la precisión de los resultados. Este nuevo método elimina cualquier tratamiento químico o enriquecimiento, lo que aumenta la confianza en que los componentes básicos de la vida dentro de este meteorito provienen de la formación del sistema solar.
Microscopio electrónico de alta resolución detecta compuestos orgánicos sin químicos
Como se detalla en la revista Nature Communications, el avance se logró gracias a que los investigadores tienen acceso a un microscopio electrónico de alta resolución. Ubicado en el laboratorio SuperSTEM en Daresbury, Inglaterra, este “supermicroscopio” puede representar simultáneamente compuestos con alto contenido de carbono a nivel atómico y analizar su estructura química utilizando un detector especializado. Ambos métodos confirmaron la presencia de compuestos orgánicos dentro del meteorito de Winchcombe.
Vollmer dijo:
“Demostrar la existencia de estos compuestos orgánicos biológicamente relevantes en un meteorito no tratado es un logro importante para la investigación. Esto demuestra que estos componentes básicos de la vida pueden caracterizarse en estos sedimentos cósmicos incluso sin extracción química”.
Por supuesto, estos hallazgos no resuelven el misterio de la vida en la Tierra ni el potencial de vida en otros planetas. Sin embargo, los investigadores detrás del estudio dicen que esta moderna técnica también puede resultar valiosa para quienes estudian especímenes orgánicos traídos a la Tierra desde misiones espaciales “como las partículas de polvo de asteroides traídas recientemente por la Agencia Espacial Japonesa (Hayabusa2) y la NASA (OSIRIS-REx)”.
Los hallazgos del estudio han sido publicados en Nature Communications.
Fuente: uni-muenster.de
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