Una maravilla se ha mantenido oculta en la cima del Monte Lico, al norte de Mozambique. Se trata de una selva tropical que pocos han tenido el privilegio de presenciar, la razón: se encuentra protegida por altísimos acantilados de rocas.
A pesar de que la montaña ya era conocida por los lugareños, el bosque permaneció intacto y en secreto hasta hace seis años, en que el profesor Julian Bayliss lo encontró en una serie de fotos satelitales. Y el año pasado su descubrimiento fue hecho público en el Oxford Nature Festival.
Desde que esta selva tropical fue descubierta, ha estado en los ojos de prácticamente todo el mundo. Y es que el lugar se pinta como un oasis, un paraíso en medio de las rocas y de un terreno árido, de difícil acceso; como si naturaleza lo hubiera querido resguardar de la presencia humana hasta ahora.
Esto hace que nos preguntemos si es realmente bueno que este tipo de sitios sean dados a conocer. Sabemos que el turismo, el lucro y otros intereses se verán reflejados en Lico. ¿Es justo que expongamos de esta manera uno de los últimos bastiones de la naturaleza no pisoteada por los humanos?
Esto, indudablemente dependerá de qué tipo de expediciones se organicen al lugar. Y es algo que será inevitable, conociendo el espíritu aventurero de todos nosotros.
Las estadísticas dicen que cada segundo, la Tierra pierde aproximadamente el tamaño de un campo de fútbol de bosque natural, lo que no solo deja un terreno árido y el cambio del clima, también conduce a muchas especies animales a la extinción.
Una cápsula del tiempo
Bayliss cree que Lico podría ser uno de los bosques más prístinos de la Tierra. Bayliss junto a su colega, el Dr. Phil Platts cavaron durante dos días para llegar al lecho rocoso del bosque y leer las capas del suelo como un libro de historia del pasado de Lico. Cada fuego que alguna vez haya ardido aquí, muchas de las plantas que crecieron, incluso millones de excrementos de orugas, todo está registrado en el suelo; según informa The Guardian.
Platts dijo:
Este bosque proporciona una visión única de los efectos del cambio climático en los bosques a lo largo del tiempo”.
En Lico existen plantas y animales que han permanecido protegidos por los mismos acantilados (más de 125 metros de altura). A pesar de estar situado en una fortaleza de roca, el bosque de Lico es vulnerable al cambio climático, como cualquier otro ecosistema en el planeta .
Los investigadores obtuvieron muestras del suelo, teniendo el mayor cuidado posible. Las muestras obtenidas contienen información sobre las plantas que crecieron, los fuegos que quemaron y el agua que fluyó, datos que se compartirán en archivos de acceso abierto, permitiendo a las personas de todo el mundo investigar este sitio único sin la necesidad de más disturbios.
Lo que aprendamos de Lico ayudará al mundo a comprender cómo los bosques podrían verse afectados por los cambios climáticos futuros.
Pero, ¿fueron los investigadores los primeros humanos en llegar a Lico? Bueno, no del todo.
Los investigadores hallaron ollas antiguas, colocadas de forma ceremonial cerca de un arroyo que termina en una cascada al lado del acantilado. La razón por la cuál fueron colocadas allí es aún desconocida.
Sin embargo, una cosa es segura: los humanos son capaces de llegar a todos los rincones del planeta.
Esto hace que reflexione en lo siguiente: Quizá, permanecer oculto, hubiera sido lo mejor para este lugar. Espero equivocarme
Una publicación de CodigoOculto.com – Autor: Fernando T. – Todos los derechos reservados.
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