Según un reciente estudio la tormenta geomagnética que azotó la Tierra la semana pasada podría desencadenar una ola de huracanes.

El equipo de investigadores utilizó un modelo que analizaba la actividad de los ciclones tropicales en los últimos 5.500 años y descubrió 11 periodos de tiempo en los que hubo un 40% más de tormentas de lo habitual.

¿Por qué ocurre esto?

Durante periodos hubo algo en común: el Sol rebosaba de actividad.

La teoría es que cuando el sol está más activo, envía más energía a la Tierra que calienta los océanos y proporciona combustible para las tormentas tropicales.

La noticia llega cuando Estados Unidos se encuentra ya en plena temporada de huracanes, que está a punto de batir récords: al menos 20 tormentas con nombre azotarán el país.

Cuando el Sol está activo, lanza llamaradas de partículas energizadas que atraviesan el espacio. Al chocar con la Tierra, las partículas traen consigo la energía del sol, que calienta nuestros océanos y alimenta las tormentas tropicales.

La teoría es que cuando el sol está más activo, envía más energía a la Tierra que calienta los océanos y proporciona combustible para las tormentas tropicales.

Crédito de imagen: NASA

Afecta la magnetósfera terrestre

Una tormenta solar o geomagnética es una perturbación importante de la magnetósfera terrestre, la zona alrededor de la Tierra controlada por el campo magnético del planeta.

Y la tormenta del pasado viernes ha sido calificada como “G4″ (en una escala del uno al cinco), lo que la convierte en una tormenta ‘severa'”.

“Las tormentas geomagnéticas pueden afectar a las infraestructuras en órbita cercana a la Tierra y en la superficie terrestre”, declaró el pasado jueves la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en un comunicado, en el que afirmaba que la tormenta podría “perturbar las comunicaciones, la red eléctrica, la navegación, la radio y el funcionamiento de los satélites”.

La autora principal del estudio, Yang Wang, de la Universidad Estatal de Florida, declaró que no podía predecir si la intensa actividad solar reciente provocaría más ciclones tropicales este año.

La actividad solar, o irradiancia solar total (IST), utilizada en el estudio se determinó utilizando el carbono de los anillos de los árboles.

Cuando la actividad solar se debilita, un tipo de carbono llamado carbono-14 aumenta en la atmósfera, y estos cambios pueden verse en los anillos de los árboles, que absorben el carbono del aire.

Wang dijo en un comunicado:

“El papel de la actividad solar en la modulación de la actividad de los ciclones tropicales es complejo.

El aumento de la irradiancia solar [la potencia de la radiación solar por unidad de superficie que incide] contribuye al calentamiento de los océanos.

A medida que los océanos se calientan, disponen de más energía para convertirla en vientos ciclónicos tropicales, lo que puede proporcionar condiciones más favorables para el desarrollo de tormentas más fuertes”.

Existe una relación entre la tormenta solar que azotó la Tierra y la formación de una nueva ola de huracanes. Crédito de imagen: DALL-E – Bing IA

Registro de tormentas

El equipo reconstruyó un registro de tormentas de 5.500 años de duración para la región nororiental del Golfo de México, y comparó la simulación con el carbono captado por los anillos de los árboles para determinar los eventos solares a lo largo de los años.

La actividad solar, o irradiancia solar total (IST), se determinó utilizando el carbono de los anillos de los árboles.

Cuando la actividad solar se debilita, aumenta en la atmósfera un tipo de carbono llamado carbono-14, y estos cambios pueden observarse en los anillos de los árboles, que absorben el carbono del aire.

La profesora Wang y su equipo descubrieron que se produjeron 19 huracanes en la región del Golfo desde hace 14.10 hasta hace 820 años y 16 desde hace 60 años hasta 2016, cuando el equipo comenzó a estudiar la región del Golfo.

Los investigadores escribieron en su artículo:

“Esta coherencia estadísticamente sólida del aumento de la actividad de los ciclones tropicales con una mayor irradiancia solar apoya el concepto de que la actividad solar puede ser un motor importante de la variabilidad climática y la actividad de los ciclones tropicales a través de su influencia en la circulación atmosférica, las corrientes oceánicas y las temperaturas de la superficie del mar”.

Sin embargo, el profesor Wang también señaló que la energía solar también puede calentar la atmósfera superior, lo que reduce la diferencia de temperatura entre la superficie y la atmósfera superior.

Esto no sólo debilita el movimiento vertical dentro de un ciclón tropical en desarrollo, sino que también provoca cambios en la circulación atmosférica”, prosiguió.

Nuestros resultados sugieren que una combinación de alta irradiación solar y otros factores, como el aumento de El Niño/Oscilación del Sur, las temperaturas más cálidas de la superficie del mar en el Golfo de México y las fases positivas de la Oscilación Multidecenal del Atlántico, crean condiciones favorables para la formación de ciclones tropicales”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Quaternary Science Reviews.

Fuente: arabiaweather.com

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