Bennu era un ave sagrada en el antiguo Egipto, algo así como el Ave Fénix, y representaba la muerte y el renacimiento. Es sin duda un nombre apropiado para un amenazante asteroide.
NASA lanzó hace casi dos años su nave OSIRIS-REx con el objetivo de llegar al asteroide Bennu, una roca espacial de 487 metros de ancho.
Luego de haber viajado por más de 107 millones de kilómetros, OSIRIS se encuentra a 1.9 millones de kilómetros del asteroide y ha iniciado su aproximación oficial. Durante su acercamiento la nave estudiará al asteroide.
Sabemos que Bennu es un asteroide que ha permanecido sin cambios desde que se formó hace aproximadamente 4.500 millones de años, casi la misma edad que nuestro planeta. Debido a eso resulta muy interesante para la NASA.
Según NASA, los asteroides son los restos del proceso de formación del sistema solar, y podrían brindar las respuestas a los enigmas de dónde venimos y hacia dónde vamos, además de ayudarnos a entender la historia del Sol y de los planetas.
Por ejemplo, el polvo y las rocas de Bennu podrían brindarnos información acerca de la evolución temprana del Sistema Solar, además de posiblemente contener las primeras moléculas que pueden haber dado inicio a la vida en la Tierra.
Un asteroide potencialmente peligroso
Bennu es considerado uno de los asteroides más «potencialmente peligrosos» debido a la probabilidad relativamente alta de que colisione con la Tierra a finales del siglo 22.
Otra de las misiones de OSIRIS será estudiar las propiedades físicas y químicas del asteroide en caso se requiera, a futuro, una misión para evitar un impacto.
También los científicos pretenden conocer si Bennu posee agua y metales preciosos. La minería espacial es una tendencia hoy en día, y plantea explotar los recursos de rocas que atraviesan nuestro Sistema Solar.
Se estima que OSIRIS llegará a Bennu el día 3 de diciembre de este año, cuando la sonda pasará a orbitar al asteroide. Durante su acercamiento realizará observaciones que van desde el mapeo y obtención de imágenes de la roca, hasta la medición de su movimiento a través del espacio.
OSIRIS incluso llegará a tocar la superficie de Bennu y recogerá muestras del material en su superficie en una maniobra que se ha denominado «Touch-And-Go (TAG)». Sin embargo, no será una hazaña fácil, porque se necesitarán una serie de delicados ejercicios de frenado que permitan a OSIRIS detenerse en el momento justo en Bennu, que se desplaza a una velocidad promedio de 101.000 kilómetros por hora.
«Tocando» el asteroide
OSIRIS desplegará un brazo robótico en la superficie de Bennu, y mediante el impulso de la trayectoria de la sonda se podrá recoger una muestra del suelo que será guardada de forma segura y totalmente sellada en una capsula especial.
Si todo resulta según lo planeado, OSIRIS se alejará lentamente de Bennu hasta que sus propulsores se enciendan en marzo de 2021 e inicie su retorno a la Tierra.
Cuando la nave regrese a Tierra, dejará caer la cápsula en la atmósfera y aterrizará en el desierto de Utah en septiembre de 2023 para que los científicos obtengan las muestras.
El análisis en detalle también permitirá evaluar de forma más precisa la probabilidad de colisión de Bennu con la Tierra. Hasta ahora, las mejores estimaciones sugieren que existe 1 en 2.700 posibilidades de que ocurra un impacto en la Tierra en el siglo 22; sin embargo es probable que estas posibilidades cambien para mejor o peor cuando los datos obtenidos directamente del asteroide sean procesados.
Si este asteroide llegara a golpear la Tierra produciría una explosión equivalente a decenas de miles de bombas atómicas. El gigantesco estallido inicial, producto del impacto, alteraría el clima global, para más tarde ocasionar una pérdida generalizada de los cultivos lo que podría amenazar la supervivencia de muchas especies, incluida la humana.
Es obvio que NASA incluye en sus planes analizar el asteroide Bennu de cerca para estimar mejor la probabilidad de un futuro impacto. Anteriormente NASA ya ha revelado sus estrategias para destruir o desviar asteroides por medio de ojivas nucleares.
Una publicación de CodigoOculto.com – Autor: Fernando T. – Todos los derechos reservados.
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