El Museo Nacional de Brasil, fundado en 1818 y que representa el corazón de los esfuerzos históricos, antropológicos y científicos de la nación, ya no existe. Poco después de que cerró al público el domingo por la noche, comenzó un incendio que desde entonces consumió gran parte de los 20 millones de artículos del instituto, incluido Luzia, un fósil humano de 11.500 años de antigüedad y el más antiguo encontrado en América.

Es el equivalente nacional de tener el Smithsonian National Museum of Natural History en Washington DC, o el Natural History Museum de Londres, convertido en nada más que cenizas en cuestión de horas.

Lejos de contener exhibiciones, por muy valiosas que sean, también fue una importante institución de investigación, con reconocidos expertos que transmitieron sus conocimientos a las futuras generaciones de aspirantes a académicos. La destrucción de este ícono cultural de Río de Janeiro, representa nada menos que un gran golpe para la ciencia, la cultura y la educación de la nación.

Brazil’s 200-year old National Museum is engulfed in a massive fire, possibly destroying up to 20 million artifacts #MuseuNacional pic.twitter.com/fbK1poCaR6

— TicToc by Bloomberg (@tictoc) 3 de septiembre de 2018

Según lo informado por The Guardian, Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente y candidata presidencial, dijo que el infierno era como «una lobotomía de la memoria brasileña». Otros han notado que su destrucción, que borra los 200 años de investigación archivada, lleva un gran mordisco de los 500 años de historia de Brasil.

Faces of despair.

Some people, probably scientists and students, trying to save what they can before the fire take over their part of the building.

Many life-times dedicated to build this place and its collections.

It hurts too much.

I do not own the pics.#MuseuNacional pic.twitter.com/Uxd4a9OJeo

— Marcus Guidoti (@marcusguidoti) 3 de septiembre de 2018

El sitio web del museo es un recordatorio melancólico de lo que alguna vez contuvo el edificio. Estaba lleno de artefactos que se remontaban a la Antigua Grecia y Roma, así como a muchos de las culturas indígenas de la región. También contenía muestras únicas geológicas, zoológicas y paleontológicas.

En preparación para sus celebraciones del bicentenario, el museo había impreso una serie de monedas de coleccionista. También acababa de abrir una nueva exposición centrada en los arrecifes de coral, y debía organizar un simposio sobre invertebrados antiguos este mes de octubre.

En esta etapa, no se han reportado lesiones, y la causa del incendio sigue siendo un misterio.

Las cuentas de redes sociales de museos de todo el mundo han twitteado sus condolencias a la luz del horrible incidente. El Louvre de París expresa su más profunda solidaridad con el museo y su equipo, y agregó que esta es una «gran pérdida para Brasil y el Patrimonio Mundial».

Mientras tanto, el personal de la Biblioteca Británica dijo que «sus corazones están con el personal y los usuarios del Museo Nacional de Brasil». Notaron que el incendio fue «un recordatorio de la fragilidad y preciosidad de nuestro patrimonio mundial compartido».

BBC News agrega que la tragedia adquiere un significado más profundo cuando se la ve a través del prisma de los problemas de toda la ciudad y del país. La corrupción política, los problemas financieros y el repunte de la violencia han provocado un declive en las fortunas de Brasil en los últimos tiempos; la muerte a través de la conflagración del Museo Nacional, entonces, se parece mucho a una metáfora sombría.

The Associated Press informa que los bomberos en la escena tuvieron que obtener agua de un lago cercano después de que los hidrantes de incendios locales no funcionaran correctamente, algo a lo que los críticos dicen que los problemas económicos han contribuido directamente. Se dice en las redes sociales que algunos de los empleados del museo están usando cubetas de agua para tratar de apagar algunas de las llamas en un intento de salvar incluso un puñado de los artefactos que contienen.

Marina Amaral, una restauradora y colorista de fotografías antiguas, compartió una imagen del meteorito más grande jamás encontrado en Brasil, diciendo que es una de las pocas piezas en el museo que sobrevivió al fuego ahora extinguido.

One of the few artifacts that survived the fire: the largest meteorite ever found in Brazil – it was found in the 18th century and weighs more than 5 tons. pic.twitter.com/1tQSRlFyaj

— Marina Amaral (@marinamaral2) 3 de septiembre de 2018

Ana Lucía Araujo, profesora de historia en la Universidad de Howard, enfatiza que los fondos federales para el Museo Nacional de Brasil han disminuido precipitadamente en los últimos años como parte de un recorte impulsado por la austeridad a nivel nacional en los campos de la ciencia y la educación.

Explicando en su cuenta de Twitter que la falta de equipo de lucha contra incendios decente es una situación de «museos, archivos y bibliotecas» en todo el país, sugiere que las acciones del gobierno «asegurarán que el patrimonio nacional, la investigación, [y] la educación serán destruidos en un período de tiempo récord».