Mientras el mundo entero se encontraba en espera de que Tiangong-1 se precipite a nuestro planeta pudiendo causar un desastre, una verdadera tragedia ocurría en el océano. Un grupo de 200 delfines guayanos han muerto recientemente en la bahía Sepetiba de Brasil.
Un equipo de científicos han descubierto más de 200 delfines muertos en los últimos meses en dicha bahía, de acuerdo a un informe de The New York Times. Los análisis han mostrado que las muertes fueron causadas por un virus relacionado con el sarampión. Es sabido que este virus solo podría matar a un puñado de delfines; sin embargo, ahora el Atlántico Sur, cerca de Río de Janeiro, se ha llenado de cadáveres con cicatrices, y en mal estado.
El morbilivirus causa erupciones, desorientación, fiebre, infección respiratoria y una muerte agonizante.
Este problema tiene una causa: el desarrollo humano en la región. Según el The New York Times, una compañía minera vertió contaminantes en el agua en los años 90, y aunque la compañía cerró, nuevos negocios llegaron y se establecieron después.
Según los pescadores de la zona, también ha ocurrido una disminución de otras especies en la bahía, lo que les impide realizar sus tareas diarias, dejándolos con menos peces para comer y vender. Los delfines son vulnerables a los contaminantes, debido a que al ingerir otros animales podrían haber desarrollado una mayor cantidad de toxinas provenientes de sus presas.
Mariana Alonso, bióloga del Instituto de Biofísica de la Universidad Federal de Río de Janeiro, dijo en un comunicado:
Cuando algo anda mal con ellos, eso indica que todo el ecosistema está fracturado”.
Alonso es parte del equipo de científicos que se encuentran en el proceso de identificar qué causó la epidemia y cómo prevenirla en el futuro.
Lamentablemente, este no es el único caso de mortandad masiva registrado. En 2015, cerca de 200.000 antílopes saiga, en peligro de extinción, murieron de forma inesperada por una bacteria que no debería ser mortal; sin embargo, la influencia de un clima cálido y húmedo causó que las bacterias aumentaran sin control, causando la muerte de más de la mitad de la población mundial de antílopes saiga.
Una tragedia real más para nuestro mundo. Hace poco fuimos testigos de la muerte de 40 delfines en el sur de Argentina, y todo esto es lamentablemente causado por razones humanas, directas o indirectas. Desde caza, contaminantes arrojados a las aguas, etc. Estas prácticas amenazan con acabar con muchas especies de nuestros océanos, especies de las que dependen otras y por consiguiente el ser humano. ¿A donde vamos a llegar con todo esto?
Por: Fernando T. para CodigoOculto.com
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