Hoy, 21 de junio de 2022, el mundo andino ha celebrado el Año Nuevo Andino 5.530, entre ofrendas y ruegos a la Pachamama o Madre Tierra.
Las fogatas ardieron durante toda la madrugada del martes mientras sacerdotes aymaras rezaban oraciones a la espera de los primeros rayos de Tata Inti -el Padre Sol- en el solsticio que marca el inicio del Año Nuevo Andino o Año Nuevo Indígena 5.530, una celebración de raíces ancestrales muy popular en Bolivia.
Según las creencias de los pueblos andinos, tras la noche más larga del año y con temperaturas gélidas el astro rey regresa cargado de buena energía.
Miles de personas se congregaron en los cerros, en centros ceremoniales o en miradores de la ciudad para recibir los primeros rayos con las manos alzadas.
Adelayda López, una amauta -sacerdote aymara- ataviada con tejidos aymaras para la celebración, dijo:
“Estamos en una waka (lugar sagrado) para celebrar un nuevo año andino y pedimos paz, salud y unidad para todos los bolivianos”.
En los últimos años la celebración se ha extendido a regiones de los valles y de la Amazonia.
Tras la puesta del Sol los creyentes bailan alrededor de la fogata donde ardieron las ofrendas a la Pachamama -Madre Tierra- mientras el amauta Víctor Machaca aviva el fuego con alcohol.
Machaca dijo a The Associated Press:
“Esto ha cruzado fronteras y ahora se celebra en todo el continente. Es el nacimiento del Sol. Desde nuestros abuelos tiwanakotas siempre se ha celebrado, es nuestro horizonte. Hoy debemos recibir las energías positivas para tener mejores condiciones de vida. Eso es el año nuevo andino: vivir bien, en paz y armonía”.
“Mantenemos viva nuestra cultura y nuestras creencias“, sostuvo el creyente Luis Gutiérrez.
Ofrendas y pedidos a la Pachamama
En las zonas rurales del altiplano, a casi 4.000 metros de altitud, los indígenas hicieron ofrendas a la Pachamama por las buenas cosechas y pidieron un buen año en estas tierras semiáridas difíciles para la agricultura.
La celebración también es popular en el norte de Chile y el sur de Perú y coincide con el Solsticio de Invierno en el Hemisferio Sur.
En Bolivia es feriado y el epicentro de la celebración en el pueblo arqueológico de Tiwanaku o Tiahuanaco, 65 kilómetros al suroeste de La Paz, donde floreció una de las culturas más importantes y antiguas de las tierras andinas unos 1.500 años a. C. Hasta allí llegó el presidente Luis Arce acompañado por el exmandatario Evo Morales.
En ese pueblo, donde se alzan centros ceremoniales de piedra como la llamada Puerta del Sol, la celebración se prolongó con música y danzas autóctonas aymaras y una comida colectiva que se sirvió encima de tejidos sobre el piso de tierra.
Según los creyentes la celebración marca el año 5530, pero para el historiador Fernando Cajías el cálculo no tiene base científica. La cultura más antigua en esta región es de hace 1.500 años AC a los que hay que sumarles los 2022 del calendario romano. “Los cálculos no dan”.
¡Que la Pachamama nos provea de todo lo necesario este año! (un año en que todo indica que sufriremos una hambruna mundial).
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