Muchos edificios emblemáticos de París se han convertido en hogares de muchas colmenas, y de acuerdo a un conteo aproximado, habrían unas 1.000 en lo alto de estas edificaciones, generando un aumento notable en la apicultura urbana.
Inclusive, las gárgolas que se encontraban en lo alto de la Catedral de Notre Dame se convirtieron en las «compañeras» de las abejas. Otros grandes enjambres poblaban algunas de las terrazas de la Catedral.
El incendio que consumió este icónico monumento, también afectó parcialmente a las poblaciones de abejas que habitaban allí. Afortunadamente, debido a la ubicación, la mayor parte de ellas ha sobrevivido al siniestro, como informa el diario El País.
El descenso en el número de abejas a nivel global, impulsó una campaña para habilitar colmenas en las azoteas de lugares emblemáticos, incluso restaurantes, jardines y parques de la capital francesa. Estas iniciativas también se han imitado en otros lugares como Londres o New York.
La labor de polinización que cumplen las abejas es clave para la existencia de muchas otras especies, incluyéndonos. Las abejas han sido catalogadas como el ser vivo más importante del planeta, debido a la labor realizada.
Colmenas de abejas en Notre Dame
Según informó el sitio oficial de la Catedral de Notre Dame, durante la primavera de 2013 se formó una colmena en el techo de la sacristía, en el borde del flanco sur del lugar. La colmena fue administrada por el apicultor Nicolás Geant con el objetivo de asociar la Catedral a la preservación de la biodiversidad dinámica y recordar «la belleza de la creación».
La labor realizada por Géant no se ha perdido. Él dio a conocer en un comunicado:
Las abejas están vivas. Hasta esta mañana no tenía ninguna noticia”.
Por fortuna, las colmenas quedaron protegidas del incendio.
Desde ese momento, muchas otras colmenas se fueron adecuando en las azoteas, tal como informaron medios como The New York Times y El País de España, reportando la presencia y el cuidado de las colmenas en Notre Dame.
La disminución de la población de abejas en algunas áreas presagia una crisis para los seres humanos. Si el patrón de muerte de las abejas continúa, en tan solo unas pocas décadas los humanos sufriremos las consecuencias al quedarnos sin alimentos.
Que bueno que esas abejas hayan sobrevivido al incendio del notre dame..