Un naufragio perdido en el océano desde 1884 ha reaparecido en una playa de Nantucket, Massachusetts en Estados Unidos. Los restos acuáticos del barco fueron vistos el 9 de febrero en la playa de Miacomet por el residente local Jesse Ahern.
Se contactó con Evan Schwanfelder, de Egan Maritime, para que documentara el nuevo fragmento, informó el sitio local de noticias Nantucket Current.
Tras ver el pecio y analizar fragmentos de las vigas de madera, Dave Robinson, jefe de la Massachusetts Board of Underwater Archeological Resources, confirmó que probablemente se trataba de una sección de un barco de renombre que había naufragado en las cercanías: el Warren Sawyer, otro vestigio del cual reapareció recientemente.
Ahern explicó así en un comunicado:
“Esa goleta naufragó en la playa de Miacomet en diciembre de 1884 y fue descubierta el pasado diciembre. Así que nos acercamos a lo que creíamos que era aquello y me di cuenta de que no se parecía a las imágenes que había visto del primer pecio”.
El Warren Sawyer viajaba entre Nueva Orleans y Boston cuando el 22 de diciembre de 1884 se desvió de su rumbo a causa de fuertes vientos. El barco, que contenía un cargamento de algodón y chatarra, quedó destruido por la tormenta, pero todos los miembros de la tripulación escaparon y llegaron a la costa, informa Nantucket Current.
Capturas del vídeo tomado por Jesse Ahern en Nantucket. Se determinó que el naufragio era probablemente el del Warren Sawyer, que se hundió a finales del siglo XIX. Crédito: Jesse Ahern / Storyful
Dato adicional: Herman Melville basó su libro “Moby Dick” en la industria ballenera de Nantucket, dominante a principios del siglo XIX.
¿Cómo se conservaron los restos del barco?
Los barcos pueden conservarse cientos de años después de hundirse, dependiendo de las condiciones en que se asienten.
Helen Farr, profesora asociada de arqueología marítima de la University of Southampton (Reino Unido), dijo en un comunicado:
“Cuando vemos barcos históricos tan bien conservados suele ser porque se han hundido y han quedado enterrados en el sedimento; cuando se entierran las maderas, se protegen de la erosión.
El enterramiento también puede ralentizar la degradación al proteger las maderas de los barcos de los daños y la erosión de pequeños bichos como los gusanos teredo (gusanos de los barcos) y otros barrenadores de la madera”.
Teredo navalis, o gusano naval, es en realidad una especie de almeja con forma de gusano que se alimenta de madera sumergida en aguas saladas. Pueden crecer hasta 20 pulgadas de largo y son plagas voraces que dañan los cascos de madera de los barcos, los naufragios y las defensas marinas. Han sido capaces de destruir troncos enteros de árboles de 12 pulgadas de ancho en un solo año. Se propagan por todo el mundo a través de los barcos de madera y las maderas flotantes y, a pesar de los muchos intentos de tratar o proteger la madera, nunca se ha encontrado una defensa duradera contra los gusanos. En el siglo XVIII, la Marina Real Británica acabó recubriendo de cobre los cascos de muchos de sus barcos para evitar que fueran perforados por los gusanos.
Otros organismos marinos trabajan para descomponer los naufragios, entre ellos las bacterias. Halomonas titanicae, una especie de bacteria que debe su nombre al Titanic, devora el hierro oxidado de los pecios.
I can now see why ships of old dreaded the Shipworm (Teredo spp.) This small fragment of sawn softwood washed up on Chesil beach recently had many individuals lurking inside.#shipworm pic.twitter.com/wWdMd5aGGz
— Craig Pinder (@DorsetLimpet) November 27, 2022
Paola Magni, profesora titular de ciencias forenses en la Murdoch University de Australia, dijo en un comunicado:
“La descomposición bajo el agua es muy diferente según el tipo de agua, el entorno general que rodea al artefacto y el tipo de artefacto, orgánico o inorgánico.
En general, el océano es como una nevera que puede mantener el artefacto casi intacto durante mucho tiempo. Sin embargo, la fauna acuática lo colonizará, por lo que será posible investigarlo y estimar el periodo que pasó bajo el agua y, potencialmente, dónde pasó el artefacto la mayor parte del tiempo bajo el agua.”
A menudo, la razón por la que trozos de naufragios como el Warren Sawyer reaparecen de repente en playas cercanas incluye cambios en el entorno sedimentario.
Farr explica:
“Los cambios en el entorno ‘postdeposicional’ (es decir, el desplazamiento de las arenas, el movimiento de los sedimentos por las mareas de tempestad, el dragado local u otros cambios similares) pueden dejar al descubierto maderos y restos de naufragios, que vuelven a quedar expuestos en el lecho marino, en aguas poco profundas o, a veces, son arrastrados hasta las playas”.
Esto suele ocurrir tras las tormentas, que agitan las aguas oceánicas y, por tanto, el lecho marino.
John McCarthy, arqueólogo marítimo y submarinista de la Flinders University de Australia, dijo en un comunicado:
“Los barcos de madera de las playas suelen quedar al descubierto tras las tormentas, que remueven la arena de la playa y dejan al descubierto los restos del naufragio.
A menudo es la parte más baja del navío la que se conserva, ya que esta parte se hundió originalmente en los sedimentos después de que el barco naufragara o varara”.
Aunque el barco no sea reconocible como el Warren Sawyer, los expertos pueden utilizar pequeños trozos de un pecio arrastrado por la corriente para obtener más información sobre la historia del navío.
Crédito imagen de portada: depositphotos.com
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