La impresionante caverna subterránea conocida como Cueva de los Cristales o la Capilla Sixtina de los Cristales, oculta un secreto mortal.

La Cueva de los Cristales es una caverna subterránea repleta de cristales de yeso del tamaño de un árbol, entre ellos algunos de los cristales naturales más grandes hallados.

La cueva se encuentra a unos 300 metros de profundidad y está conectada a una mina de plomo, zinc y plata en Naica, 105 kilómetros al sureste de la ciudad de Chihuahua en México. La mina se inundó hace casi 10 años después de que unos trabajadores irrumpieran accidentalmente en un acuífero, pero la Cueva de los Cristales se encuentra a mayor profundidad, por lo que el agua no llegó hasta ella.

Cueva de los Cristales: un inesperado hallazgo

Los mineros descubrieron la Cueva de los Cristales por casualidad en el año 2000 mientras perforaban un túnel lateral para facilitar la ventilación de la mina. Cuando entraron, descubrieron una cámara repleta de enormes cristales de color blanco lechoso, el mayor de los cuales medía más de 11 metros de largo y 1 metro de ancho.

Los cristales son de yeso selenita, un mineral sulfatado que se forma a partir de sales disueltas en aguas subterráneas. Es tan blando que se puede arañar con una uña.

Fotografía de los cristales de yeso de la cueva de Naica (Cave of the Crystals). Nótese la persona que sirve de escala. Crédito de imagen: Alexander Van Driessche

La Cueva de las Espadas

Las explotaciones mineras de Naica comenzaron en 1974, y desde entonces se han descubierto varias cuevas llenas de cristales, como la Cueva de las Espadas, salpicada de cristales en forma de daga desde el suelo hasta el techo. Pero la Cueva de los Cristales es, con diferencia, la más grande, con 110 metros de diámetro y un volumen máximo de 6.000 metros cúbicos, más del doble que una piscina olímpica. La cueva tiene forma de herradura y está excavada en roca caliza.

Juan Manuel García-Ruiz, geólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Granada (España), que ha estudiado la cueva, declaró a National Geographic en 2007:

“Es la Capilla Sixtina de los cristales”.

Cueva de los Cristales: un secreto mortal

Cueva de los Cristales oculta un secreto mortal.

La cueva se asienta sobre una falla y encima de un depósito de magma enterrado entre 3 y 5 km bajo Naica. Hace unos 26 millones de años, el magma se elevó desde esta cámara, forzando el ascenso de aguas ricas en minerales a través de grietas en la roca. El agua hirviente abrió cavernas en la caliza y formó depósitos que cristalizaron durante miles de años a medida que se enfriaba lentamente. Más tarde, las temperaturas se estabilizaron en torno a los 136 grados Fahrenheit (58 grados Celsius), creando las condiciones ideales para que los cristales de yeso crecieran hasta alcanzar proporciones descomunales a partir de un mineral llamado anhidrita.

Las condiciones de la cueva son ideales para los cristales, pero son mortales para los humanos. Las temperaturas se mantuvieron tras el drenaje del agua, pero la humedad superó el 90%. Con ese nivel de humedad, el sudor no tiene ningún efecto refrescante sobre el cuerpo. Como resultado, la gente necesita protección adecuada para permanecer en la cueva más de 10 minutos. Caminar entre los cristales también es peligroso, porque las vigas están resbaladizas y con condensación y son extremadamente resbaladizas.

Además, la condensación en la cueva hace que sus superficies sean increíblemente resbaladizas, lo que significa que caminar entre los cristales es una acción especialmente traicionera.

Aun así, aunque no seamos tan valientes como para explorar la cueva, nos alegramos de que haya quien lo haga.

Viendo las fotos del lugar, no es de extrañar que se considere una obra de arte casi divina.

Los cristales crecen más lentamente ahora que no están sumergidos, y es probable que su aspecto cambie con el tiempo a medida que se deshidraten progresivamente. Pero por ahora, la cueva “está bien”, dijo García-Ruiz.

Fuente: livesci

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