¿Sabías que los autos eléctricos existen desde hace casi 200 años? Quizá te preguntes por qué no fueron utilizados hace varias décadas. Lo cierto es que hay voces a favor y contra en referencia a los coches eléctricos.
Cuando la gente piensa en coches eléctricos, suele pensar en los futuristas vehículos impulsados por baterías de la última década. Sin embargo, los primeros vehículos eléctricos estaban muy lejos de las maravillas tecnológicas de hoy en día.
Durante el año 1828, en la oficina del inventor húngaro Ányos Jedlik se comenzaba a hacer historia. Aunque Ányos no construyó un “automóvil eléctrico” propiamente dicho, sí desarrolló un dispositivo electromagnético que instaló en un pequeño vehículo que él mismo diseñó. Tal dispositivo sigue funcionando hasta la fecha y consta de un motor de corriente continua.
El primer automóvil eléctrico
El primer vehículo eléctrico de tamaño completo apareció luego de unos años, aproximadamente en 1832, gracias al inventor escocés llamado Robert Anderson. Aunque técnicamente no era un “coche” según los estándares actuales, el carruaje eléctrico de Robert, que contaba con baterías no recargables, cambió las cosas en un momento en que los carruajes eran tirados por caballos.
Tras el carruaje de Robert se produjeron rápidos avances y, en 1835, Thomas Davenport presentó una pequeña locomotora impulsada por el primer motor eléctrico de corriente continua estadounidense. Este invento es importante porque, mientras que las invenciones anteriores eran modelos o pequeños carruajes, la locomotora de Davenport fue el primer vehículo eléctrico práctico desarrollado.
Aparte de la invención de la batería de almacenamiento de plomo-ácido recargable por Gaston Planté en 1859 (y otro modelo de automóvil eléctrico), las cosas en el frente de los vehículos eléctricos estuvieron un poco tranquilas después de la locomotora de Davenport.
Así fue hasta 1884. Ese año ocurrieron dos factores importantes que catapultarán el automóvil eléctrico al público general y lo convertirán en un automóvil increíblemente popular.
Automóviles eléctricos disponibles al público
El primero de esos acontecimientos ocurrió en 1884, cuando Thomas Parker construyó el primer automóvil eléctrico de producción (en la siguiente imagen) en Londres, que utilizaba sus propias baterías recargables de alta capacidad. A esto le siguió, entre 1889 y 1891, William Morrison, que introdujo en Estados Unidos un carro eléctrico muy sencillo. Puede que fuera poco más que otro carruaje electrificado, pero fue un éxito rotundo.
Ese éxito convirtió a los vehículos eléctricos en el medio de transporte preferido por ser silenciosos, su facilidad de conducción y su ausencia de contaminantes.
Hacia finales de siglo XIX, los vehículos eléctricos eran tan comunes que la ciudad de Nueva York llegó a tener una flota de más de 60 taxis eléctricos. En 1900, los coches eléctricos estaban en su apogeo y representaban alrededor de un tercio de todos los vehículos en circulación.
Cómo cargaban los conductores sus coches eléctricos
Sorprendentemente, estos primeros vehículos eléctricos se cargaban de forma muy parecida a los vehículos eléctricos actuales (aunque los primeros cargadores carecían de algunas }funciones más sofisticadas). Los cables de carga salían de las estaciones de carga montadas en la pared y se enchufaban directamente en las tomas del coche. Cuando los conductores terminaban de cargar, simplemente desenchufaban el cable del vehículo y ya estaban en camino con una carga completa. Otro método popular para cargar los primeros coches eléctricos consistía en cambiar las baterías agotadas por otras completamente cargadas, y las baterías vacías se cargaban en una “sala de baterías” centralizada.
Coches eléctricos destacados a lo largo de la historia
La Jamais Contente – El primer vehículo eléctrico que superó los 100 km/h.
- Taxis eléctricos de Walter Bersley de 1897 – Primer vehículo público de propulsión eléctrica con una velocidad de 9 km/h.
- Coche eléctrico Baker – Construido en 1897, este modelo es el coche de época por excelencia producido por la Baker Motor Vehicle Company.
- Modelo T – Otro modelo de coche de época producido por Ford durante 1914.
- Detroit Electric Model 47 – Uno de los coches eléctricos pioneros del siglo XX.
- Toyota Prius – Uno de los primeros modelos de coche híbrido lanzados al mercado, y puso a Toyota en el juego de los coches eléctricos.
- Tesla Model S – El coche insignia de Tesla Inc. lanzado en 2012.
- Vehículo eléctrico Egger-Lohner C.2 Phaeton.
Automóviles eléctricos quedaron en el olvido
En los años siguientes, los modelos eléctricos siguieron registrando fuertes ventas. No fue hasta la aparición del Ford Modelo T (presentado el 1 de octubre de 1908), que ofrecía una accesibilidad y asequibilidad sin precedentes, cuando el motor de combustión interna ganó una popularidad significativa.
A medida que los coches con motor de combustión interna se hicieron más accesibles y los precios del petróleo fueron bajando, los vehículos eléctricos cayeron en desgracia y en la década de 1930 estaban prácticamente extinguidos.
¿Los automóviles eléctricos contaminan mucho más?
Existen muchos voces en contra de los automóviles eléctricos, sustentando su posición en que estos contaminarían mucho más que los vehículos que utilizan petróleo o gasolina. Sugieren que el proceso de fabricación es el talón de Aquiles de los coches eléctricos.
El informe publicado por la compañía Volvo indica que la fabricación de un coche modelo equivalente de motor de combustión — como el Volvo XC40 — genera 14 toneladas de CO2, el C40 genera 25 toneladas de CO2.
Un estudio publicado sobre la huella de carbono del automóvil eléctrico Volvo C40 Recharge afirma que construir un coche eléctrico contamina un 70% más que el mismo modelo de gasolina, una diferencia gigantesca que se recupera durante la vida útil del primero aunque esto depende del origen la electricidad.
La culpa sería la batería
La mayor parte de esta contaminación viene de las baterías. Según Volvo, el C40 y el XC40 se construyen en las mismas fábricas, en las mismas líneas de montaje y comparten la mayoría de los mismos componentes excepto por el motor y las baterías. La producción de materiales para el C40 genera 18 toneladas de CO2 por 14 del XC40, una diferencia notable. La fabricación de las baterías de ión de litio para el C40 representa la gran diferencia: añade siete toneladas más de CO2. Durante la fabricación, el C40 gana por muy poco 1.4 toneladas por 1.7 toneladas del XC40.
Volvo considera que los automóviles eléctricos no son la solución más práctica y menos contaminante, sugiriendo otras tecnologías como: incrementar las renovables (o la nuclear o conseguir la fusión) para que los coches eléctricos realmente tengan un efecto en el impulso al cambio climático. También los motores de hidrógeno — producido a partir de agua y energías renovables — tienen mucho más sentido.
¿Qué viene para el futuro?
Casi 200 años después, los coches eléctricos han resurgido, con la compañía Tesla como la precursora y más conocida.
Desde entonces se ha producido una importante afluencia de ofertas de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, ya que estos primeros vehículos modernos demostraron a los fabricantes de automóviles el interés del público por la e-movilidad. Como resultado, la marea está empezando a volverse en contra de los vehículos de combustión interna. En 2019, el Tesla Model 3 superó a sus competidores BMW, Mercedes y Lexus.
En los próximos años se prevé la llegada al mercado de un número récord de modelos eléctricos de batería e híbridos enchufables, ya que la cuota de mercado de los vehículos eléctricos sigue aumentando.
[FT: enelxway]
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